martes, 15 de octubre de 2019

Palabras de Dios | Historia. Una semilla, la tierra, un árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre

Una semilla, la tierra, un árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre
Palabras de Dios Historia. Una semilla, la tierra, un árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre
Una pequeña semilla cayó en la tierra. Después de que cayese mucha lluvia, de ella creció un tierno brote y sus raíces ahondaron en el suelo. El brote se hizo grande con el tiempo, enfrentándose a crueles vientos e intensas lluvias, viendo el cambio de las estaciones conforme la luna aparecía y desaparecía. En verano, la tierra entregó regalos de agua para que el brote pudiera soportar el calor abrasador. Y gracias a la tierra, este no sintió el calor del verano y sobrevivió al mismo. Cuando cayó el invierno, la tierra envolvió el brote en su cálido abrazo y se asieron el uno al otro con fuerza. Y gracias a la calidez de la tierra, el brote sobrevivió al duro frío, pasando ileso por las tormentas invernales y las nevadas de la estación. Protegido por la tierra, el brote creció en valentía y estaba feliz. Creció en altura y orgullo a partir de la alimentación abnegada provista por la tierra. Creció feliz. Cantaba cuando la lluvia caía y danzaba y se balanceaba cuando el viento soplaba. Así pues, el brote y la tierra dependen el uno del otro…
Los años pasaron, y el brote era ahora un árbol imponente. Le habían crecido robustas ramas cargadas de innumerables hojas y se mantenía fuerte sobre la tierra. Sus raíces ahondaron en la tierra como habían hecho antes, pero ahora se sumergían a mucha profundidad en el suelo. Lo que una vez protegió al brote era ahora el fundamento para el poderoso árbol.
Un rayo de sol alumbró el árbol y el tronco se sacudió. El árbol tendió sus ramas y captó intensamente esa luz. La tierra debajo respiraba al mismo ritmo que aquel, y se sintió renovada, y sólo entonces, una brisa fresca sopló entre las ramas, y el árbol tembló de deleite, brotando con energía. Así pues, el árbol y la luz del sol dependen el uno del otro…
Las personas se sentaban en la fresca sombra del árbol y disfrutaban en el aire fresco y fragante. Este purificaba sus corazones y pulmones, y la sangre en su interior. Las personas ya no se sentían cansadas ni agobiadas. Así pues, las personas y el árbol dependen los unos de los otros…
Un grupo de pájaros cantores piaba mientras se posaba sobre las ramas del árbol. Quizás estaban huyendo de algún enemigo, o alimentando y criando a sus polluelos, o quizás sólo estaban tomándose un pequeño descanso. Así pues, los pájaros y el árbol dependen los unos de los otros…
Las raíces del árbol, retorcidas y enredadas, ahondaron profundamente en la tierra. Su tronco resguardaba la tierra del viento y la lluvia, y extendía sus grandes ramas y protegía la tierra debajo de él, y el árbol lo hacía porque la tierra es su madre. Viven juntos, el uno depende de la otra, y nunca morarán aparte…
[…]
Todas las cosas de las que acabo de hablar son cosas que habéis visto antes, como las semillas. Sabéis de esto, ¿verdad? Una semilla que crece hasta llegar a ser un árbol puede no ser un proceso que veas con detalle, pero sabes que es una realidad, ¿verdad? (Sí.) Sabes de la tierra y la luz del sol, ¿verdad? La imagen de los pájaros cantores posados es algo que todas las personas han visto, ¿verdad? (Sí.) Y todos habéis visto personas refrescándose a la sombra de un árbol, ¿verdad? (Lo hemos visto.) ¿Que sentimiento tenéis cuando veis todos estos ejemplos en una imagen? (Armonía.) ¿Vienen de Dios todos los ejemplos que existen en esta imagen? (Sí.) Como vienen de Él, Él conoce el valor y el significado de estos diversos ejemplos que existen juntos sobre la tierra. Cuando Dios creó todas las cosas, tenía un plan para cada elemento, y cada cosa que creó muestra Sus propósitos y Él le infunde vida. Él creó el entorno vital para la humanidad, que se expone en la historia que acabamos de oír. Esta expuso la interdependencia entre la semilla y la tierra; esta nutre a aquella, y aquella está atada a esta. Dios predeterminó la relación entre ambas desde el principio, ¿verdad? (Sí.) El árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y el hombre en esta imagen, ¿son un ejemplo del entorno vital que Dios creó para la humanidad? (Sí.) Primero, ¿puede el árbol abandonar la tierra? (No.) ¿Puede el árbol estar sin la luz del sol? (No.) ¿Cuál fue entonces el propósito de Dios al crear el árbol? ¿Podemos decir que fue sólo para la tierra? ¿Podemos decir que fue sólo para los pájaros cantores? ¿Podemos decir que fue sólo para las personas? (No.) ¿Cuál es la relación entre ellos? La relación entre ellos es una de interdependencia en la cual no pueden separarse. La tierra, el árbol, la luz del sol, los pájaros cantores, y las personas, se apoyan los unos en los otros para existir y se nutren entre sí. El árbol protege la tierra mientras esta nutre al árbol; la luz del sol provee para el árbol, mientras este crea aire fresco a partir de ella y ayuda a aliviar a la tierra de su calor. ¿Quién se beneficia de esto al final? La humanidad se beneficia de esto, ¿verdad? (Sí.) Y este es uno de los principios detrás de por qué Dios hizo el entorno para la humanidad y uno de los propósitos principales del mismo. Aunque esto sea un simple cuadro, podemos ver la sabiduría de Dios y Sus intenciones. El hombre no puede vivir sin la tierra, o sin los árboles, o sin los pájaros cantores y la luz del sol, ¿verdad? Aunque era una historia, es un microcosmo de la creación del universo por parte de Dios y Su concesión al hombre del entorno vital.
Dios creó los cielos, la tierra y todas las cosas para la humanidad y creó también el entorno vital. Primero, el punto principal que expusimos en la historia es las relaciones interconectadas y la interdependencia de todas las cosas. Bajo este principio, el entorno vital de la humanidad está protegido, sobrevive y continúa; debido a la existencia de este entorno vital, la humanidad puede desarrollarse y reproducirse. Vimos el árbol, la tierra, la luz del sol, los pájaros cantores, y las personas en la escena. ¿Estaba Dios allí también? Puede que las personas no lo vean, ¿verdad? Superficialmente puede parecer que Dios no estaba allí, pero las personas pueden ver las normas de las relaciones interconectadas entre las cosas en la escena; es por medio de estas normas que las personas pueden ver que Dios existe y que Él es el Gobernador. ¿Verdad? Dios usa estos principios y normas para preservar la vida y la existencia de todas las cosas. Es de esta forma que Él provee para todas las cosas y para la humanidad. ¿Tiene esta historia alguna relación con el tema que acabamos de exponer? (Sí.) Superficialmente parece que no la hay, pero en realidad las normas que Dios ha hecho como el Creador y Su dominio sobre todas las cosas está muy relacionado con que Él sea la fuente de vida para todas las cosas y están inextricablemente vinculados. ¿Verdad? (Sí.) Habéis aprendido algo, ¿verdad?
Dios es el Señor de las normas que controlan el universo, Él controla las normas que gobiernan la supervivencia de todas las cosas, y también controla el universo y todas las cosas de forma que puedan vivir juntos; lo hace de forma que no se extingan ni desaparezcan para que la humanidad pueda continuar existiendo, y el hombre pueda vivir en ese entorno a través del liderazgo de Dios. Estas normas que gobiernan todas las cosas están bajo el dominio de Dios. Sin embargo, la humanidad no puede intervenir y no puede cambiarlas; sólo Dios mismo las conoce y sólo Él las gestiona. Cuándo germinarán los árboles, cuándo lloverá, cuánta agua y cuántos nutrientes dará la tierra a las plantas, en qué estación caerán las hojas, en qué estación darán fruto los árboles, cuánta energía dará la luz del sol a los árboles, qué exhalarán estos de la energía que toman de la luz del sol, todas estas son cosas que Dios ya había dispuesto cuando creó el universo y son leyes que el hombre no puede quebrantar. Las cosas creadas por Dios —sean vivientes o parezcan no serlo a las personas— están todas en Sus manos y bajo Su dominio. Ningún hombre puede cambiar o romper esa norma. Es decir, cuando Dios creó todas las cosas formuló cómo deberían ser. El árbol no podría echar raíces, germinar, y crecer sin la tierra. ¿Cómo sería la tierra si no tuviera árboles? Se secaría. ¿No es esto correcto? (Sí.) Asimismo, el árbol es el hogar de los pájaros cantores, es un lugar en el que se refugian del viento. ¿Sería correcto que el árbol existiese sin la luz del sol? (No lo sería.) Si el árbol sólo tuviera la tierra eso no funcionaría. Todo esto es para la humanidad y para su supervivencia. El hombre recibe aire fresco del árbol, y vive sobre la tierra protegida por este. El hombre no puede vivir sin la luz del sol, sin todos los diversos seres vivos. Aunque las relaciones entre estas cosas son complejas, las personas deben entender claramente que Dios creó las reglas que gobiernan todas las cosas de forma que puedan existir de una forma interconectada e interdependiente; cada cosa creada tiene valor y significado. Si Dios creó algo sin significado, lo dejaría desaparecer. ¿Entendéis? (Sí.) Este es uno de los métodos que usó en la provisión de todas las cosas. ¿A qué se refiere “proveer para” en esta historia? ¿Sale Dios a regar el árbol cada día? ¿Necesita el árbol la ayuda de Dios para respirar? (No.) “Proveer para” se refiere en este ejemplo a la gestión de Dios de todas las cosas después de la creación; todo lo que necesitaba eran reglas para mantener las cosas funcionando sin problemas. El árbol creció por sí mismo al ser plantado en la tierra. Dios creó todas las condiciones para que creciera. Él hizo la luz del sol, el agua, el suelo, el aire, y el entorno alrededor, el viento, la escarcha, la nieve, y la lluvia, y las cuatro estaciones; estas son las condiciones que el árbol necesita para crecer, son cosas que Dios preparó. Por tanto, ¿es Él la fuente de este entorno viviente? (Sí.) ¿Tiene Dios que salir cada día y contar cada hoja en los árboles? No hay necesidad, ¿verdad? Dios tampoco tiene que ayudar al árbol a respirar. Tampoco tiene que despertar a la luz del sol cada día diciendo: “Es hora de brillar sobre los árboles ahora”. No tiene que hacer eso. La luz del sol brilla por sí misma tal como lo prescriben las reglas, brilla sobre el árbol y este se empapa de ella. Así es como viven las cosas dentro de las reglas. Quizás sea un fenómeno que no podéis explicar claramente, pero es una realidad que todo el mundo ha visto y aceptado. Todo lo que debes hacer es reconocer que las reglas para la existencia de todas las cosas vienen de Dios y saber que su crecimiento y supervivencia están bajo el dominio de Dios. Esto comprueba que Él es la fuente de toda vida.
¿Se usa una metáfora en esta historia, tal como el hombre lo llamaría? (No.) ¿Es antropomórfica? (No.) Lo que he hablado es la verdad. Todo lo que está vivo, todo lo que existe se encuentra bajo el dominio de Dios. Todo recibió vida después de que Él lo creara; es vida dada por Dios y sigue las leyes y la senda que Él creó para ello. Esta realidad no debe alterarse por el hombre, ni necesita su ayuda; esta es la razón por la que Dios provee para todas las cosas. Entendéis, ¿verdad? ¿Pensáis que es necesario que las personas reconozcan esto? (Sí.) Así pues, ¿tiene algo que ver esta historia con la biología? ¿Tiene alguna relación con cualquier campo del conocimiento o la ciencia? (No.) No estamos exponiendo biología aquí y sin duda no estamos llevando a cabo investigación biológica alguna. ¿Cuál es la idea principal sobre la que estamos hablando aquí? (Que Dios es la fuente de toda vida.) ¿Qué veis entre todas las cosas de la creación? ¿Habéis visto árboles? ¿Habéis visto la tierra? (Sí.) Habéis visto la luz del sol, ¿verdad? ¿Habéis visto los pájaros descansando en los árboles? (Los hemos visto.) ¿Está la humanidad feliz de vivir en ese entorno? (Está feliz.) Dios usa todas las cosas —las cosas que creó para mantener al hogar de la humanidad para la supervivencia y protegerlo—, y así es como Él provee para el hombre y para todas las cosas.
Fuente: Evangelio de la Fuente de la Vida
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