viernes, 3 de julio de 2020

Escuchar música cristiana | Sólo los que reverencian a Dios son felices


Escuchar música cristiana | Sólo los que reverencian a Dios son felices
I Hubo una vez un hombre justo llamado Job, que siempre temió a Dios y evitó el mal. Dios alabó sus actos, que el hombre recuerda. La vida de Job tuvo significado y valor. Dios bendijo a Job, pero Satanás lo tentó y Dios lo puso a prueba. Al ser testigo de Dios, a quien temía, mereció ser llamado un hombre justo. A pesar de lo que Job había pasado, tuvo una vida sin dolor, una vida feliz. Job fue feliz no sólo porque Dios lo bendijo o elogió, sino también por su búsqueda, porque buscó reverenciar a Dios. ¡Job fue feliz! II En las últimas décadas, tras ser puesto a prueba, la vida de Job tuvo más sentido. Él buscaba la fe, el reconocimiento y someterse a la soberanía de Dios. Esta búsqueda marcó los momentos vitales de su vida. Vivió sus últimos años en paz y fue feliz cuando llegó su fin. A pesar de lo que Job había pasado, tuvo una vida sin dolor, una vida feliz. Job fue feliz no sólo porque Dios lo bendijo o elogió, sino también por su búsqueda, porque buscó reverenciar a Dios. ¡Job fue feliz! III Al buscar temer a Dios y apartarse del mal, Job descubrió la soberanía de Dios. Y al vivirlo, se dio cuenta de cuán maravillosos eran los actos del Creador. Job fue feliz gracias a que estaba con Él, lo conocía de verdad y se entendía con Dios. ¡Job fue feliz! Job fue feliz no sólo porque Dios lo bendijo o elogió, sino también por su búsqueda, porque buscó reverenciar a Dios. ¡Job fue feliz! IV Job fue feliz debido al consuelo y la alegría de conocer la voluntad del Creador, debido a que vio cuán grande, maravilloso, adorable y fiel es Dios. ¡Job fue feliz! De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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