A parte de buscar con el corazón humilde, al investigar el camino verdadero, es también crucial prestar atención a escuchar la voz de Dios. El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). También Apocalipsis profetiza: “He aquí,
yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Las palabras de Dios dicen: “[...] ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, has ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando recib
Prédicas Cristianas en la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”. Podemos ver en estos pasajes que, cuando el Señor regrese en los últimos días, hablará Sus declaraciones a las iglesias y, por medio de Sus palabras, buscará a Sus ovejas. Solo aquellos que escuchan la voz de Dios y lo siguen son los que pueden acoger al Señor. Como todos sabemos, Dios es la verdad, el camino y la vida, y solo Dios puede expresar la verdad. Escuchar la voz de Dios significa que podemos ver Su aparición y, por lo tanto, usar la voz de Dios para determinar si es o no la aparición y la obra de Dios la única elección sabia. Cuando el Señor Jesús apareció y realizó Su obra, Pedro reconoció que era Cristo al escuchar Sus sermones. Cuando Natanael escuchó al Señor Jesús decir: “[...] Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi” (Juan 1:48), vio que el Señor podía ver en los recovecos más profundos del corazón del hombre, que Él era todopoderoso y omnisciente, y entonces sabía que el Señor Jesús era el Mesías. Luego estaba la mujer samaritana que, cuando habló con el Señor Jesús, lo escuchó revelar los secretos que había escondido en el corazón de la mujer y se aseguró de que el Señor Jesús era el Mesías que vendría. Esto nos muestra que el requisito más crucial y más fundamental para investigar el camino verdadero es que debemos escuchar la voz de Dios para ver si este camino tiene las expresiones de la verdad; este es el principio más importante para investigar el camino verdadero. Entonces, cuando buscamos e investigamos el verdadero camino y damos la bienvenida al Señor en los últimos días, debemos prestar atención a escuchar la voz de Dios. Una vez que hemos escuchado la voz de Dios, ¿no vemos entonces Su aparición y recibimos al Señor?
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