domingo, 13 de junio de 2021

¿El juicio del gran trono blanco realmente solo juzgara a los gentiles?

Apocalipsis 20:11-12: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras”.

Hablando del juicio del gran trono blanco, muchos hermanos y hermanas relacionan estas dos escrituras creyendo que el juicio del gran trono blanco está dirigido a los gentiles que no creen en Dios, y que cuando llegue el fin del mundo, el Señor Jesús tomará las represalias de acuerdo a lo que han hecho cada uno. Todos los gentiles que no creen en el Señor serán condenados y castigados, mientras que los que creen en el Señor ya han recibido la redención del Señor Jesús, podrán entrar en el reino de los cielos sin someterse a ningún juicio. Pero ¿realmente es así? Esta es la pregunta de la que vamos a hablar hoy.

En primer lugar, debemos de tener claro que estas dos escrituras son las visiones que vio Juan, ¿cómo exactamente se cumplirán las visiones? No es algo que podamos explicar claramente por el significado literal de las escrituras. Solo después de que se cumpla la obra de Dios, lo entenderemos realmente. Los pensamientos de Dios siempre superan nuestros pensamientos, la obra de Dios es maravillosa e impredecible, por lo que no lo podemos definir por nuestra imaginación. Entonces ¿qué dice la Biblia sobre la obra del juicio de Dios en los últimos días? Vamos a verla: “[...] pues viene a juzgar la tierra; Él juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con equidad” (Salmos 98:9). “Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos” (Isaías 2:4). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17).

Mencionado en las profecías “juzgar la tierra” “y a los pueblos” “Juzgará entre las naciones” “el juicio comience por la casa de Dios” etc., podemos ver claramente, que cuando llegue el fin del mundo el Señor vendrá a juzgar justamente a todas las naciones y pueblos. Diferente a como nos lo imaginábamos, de solo juzgar a los gentiles incrédulos. La obra del juicio de Dios de los últimos días empezará primero en la casa de Dios. Iniciará la obra del juicio en todas las personas que aceptaron la salvación de Dios. Lo que significa que Dios regresará en los últimos días para declarar las palabras del juicio. Todos aquellos que acepten la obra del juicio de Dios de los últimos días, serán juzgados, purificados y salvados. La obra del juicio comenzará en la casa de Dios para lograr a un grupo de vencedores antes del desastre. Los que realmente entrarán al reino de los cielos para obtener la vida eterna son los 144000 vencedores de ese grupo, que se predijo en el Apocalipsis. Por lo que se cumplió la profecía del Apocalipsis: “Y MIRÉ, y he aquí, el Cordero estaba sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes. Y oí una voz del cielo como ruido de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno: y oí una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas: Y cantaban como un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro animales, y de los ancianos: y ninguno podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, los cuales fueron comprados de entre los de la tierra. Estos son los que con mujeres no fueron contaminados; porque son vírgenes. Estos, los que siguen al Cordero por donde quiera que fuere. Estos fueron comprados de entre los hombres por primicias para Dios y para el Cordero. Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque ellos son sin mácula delante del trono de Dios” (Apocalipsis 14:1-5).

Hablando de esto, algunas personas pueden estar dudosas: “Hemos confesado nuestros pecados y nos hemos arrepentido ante el Señor cuando pecamos, así que podremos entrar en el reino de los cielos, ¿por qué todavía tenemos que ser juzgados por Dios?”

¿Por qué necesitamos ser juzgados después de ser perdonados?

Todos sabemos que el Señor Jesús hizo la obra de crucifixión para redimir a la humanidad. Después de aceptar al Señor Jesús como el Salvador, cuando cometemos los pecados, solo si confesamos al señor, nuestros pecados serán perdonados, y ya no seremos condenados ni sentenciados a muerte bajo la ley. Pero, esto no significa que dejamos de ser un pecador, ni significa que estamos haciendo la voluntad de Dios y podamos entrar directamente en el reino de los cielos. Sobre este aspecto, podemos ver dos pasajes de las palabras de Dios para entenderlo, Dios dice: “Los pecados del hombre fueron perdonados a través del Dios encarnado, pero eso no significó que el hombre ya no tuviera pecado en él. Los pecados del hombre podían ser perdonados por medio de la ofrenda por el pecado, pero en lo que se refiere a cómo puede lograrse que el hombre no peque más y cómo puede extirparse por completo y transformarse su naturaleza pecaminosa, él no tiene forma de resolver este problema”. “Por todo lo que el hombre pueda haber sido redimido y perdonado de sus pecados, sólo puede considerarse que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre, que vive en un cuerpo de carne, no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando, interminablemente, su carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayor parte de la humanidad peca durante el día y se confiesa por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para el hombre, no podrá salvarlo del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto”.

De las palabras de Dios podemos entender que la obra redentora del Señor Jesús ha perdonado nuestros pecados. Esto es porque Dios no recuerda nuestros pecados contra la ley, pero nuestra naturaleza pecaminosa no ha sido eliminada, y a menudo pecamos y nos oponemos al Señor involuntariamente. Por ejemplo, oramos todos los días confesando nuestros pecados, pero luego seguimos cometiendo los mismos pecados, esto es mentir abiertamente a Dios; en las relaciones entre personas, cuando una comienza a quebrantar nuestros intereses o herir nuestro orgullo, llegamos a odiarla, e incluso a vengarla; cuando vemos a algunos predicadores que pueden predicar, empezamos a adorarlos y a admirarlos, cuando nos sucede algo, no oramos a Dios, sino que buscamos a ellos para resolverlo, no importa si lo que dicen encaja con la verdad o no, escuchamos de todas formas, esa actitud es de adorar a un ídolo; y cuando tenemos un pequeño estatus en la iglesia, nos volvemos engreídos y no tenemos a Dios en el corazón, monopolizamos el poder en la iglesia y les pedimos a los hermanos y hermanas que nos escuchen, una vez que no nos escuchen, nos enfadamos e incluso les excluimos; cuando nos encontramos con algunas cosas como los desastres naturales y los desastres provocados por el hombre, nos enfadamos, nos quejamos, y culparemos a Dios e incluso hay peligro de dejar a Dios; etc. Estas situaciones se manifiestan en nosotros en diversos grados. Se puede ver que creemos en el Señor tan solo reconociendolo verbalmente el nombre de Dios, sin poder obedecer la palabra del Señor, como si se ha convertido en lo que dijo el Señor Jesús: “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue”. Dios es justo y santo, y el reino de los cielos naturalmente también es santo. No permite que la suciedad permanezca, tal como dijo el Señor Jesús: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). El carácter de Dios no tolera ser ofendido, nosotros que no obedecemos la Palabra de Dios y que somos esclavos del pecado llenos de caracteres corruptos ¿cómo podemos estar calificados para entrar en el reino de los cielos? Dios es fiel, y salvará por completo a las personas. Por lo tanto, de acuerdo con nuestras necesidades, y de acuerdo con el propio plan de la obra de Dios, predice que llevará a cabo la etapa de la obra de juicio, para alcanzar la purificación de nuestra esencia corrupta, así estaremos calificados para entrar en el reino de los cielos. Así como dice la Biblia: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). Se puede ver que cuando el Señor regrese en los últimos días, publicará la verdad y usará Sus palabras para juzgar, empezando por la casa de Dios, es decir, la obra del juicio del gran trono blanco, es para purificar nuestros pecados, haciendo que nuestra esencia corrupta cambie, siendo obedientes a Dios y amar a Dios, obteniendo la salvación completa de Dios. Por lo tanto, ¡es muy importante aceptar la obra del juicio de Dios en los últimos días para que podamos entrar en el reino de los cielos!

Cristo de los últimos días ha comenzado Su obra del juicio del gran trono blanco

Ahora, el signo de la catástrofe: las cuatro lunas de sangre ya han aparecido, las estrellas celestiales muestran signos de visión, terremotos, inundaciones, la plaga de langostas, y en 2019 la pandemia se ha extendido por el mundo entero. Los presagios del regreso del Señor Jesús “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores” (Mateo 24:7-8), ya han aparecido. Entonces ¿ha regresado el Señor para hacer el juicio? En realidad, el Señor Jesús ya ha regresado, el Cristo encarnado, Dios Todopoderoso. Comenzó Su obra en 1991, y también el juicio del gran trono blanco, usando Sus palabras para juzgar y purificar a todos los que siguen a Dios Todopoderoso. Así que, ¿cómo está haciendo el Cristo de los últimos la obra del juicio?

Las palabras de Dios dicen: “En los últimos días, Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la sustancia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tales como el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como la sabiduría y el carácter de Dios, etc. Todas estas palabras están dirigidas a la sustancia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios se refieren a que el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra del juicio, Dios no aclara simplemente la naturaleza del hombre con unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda no pueden ser sustituidos con palabras corrientes, sino con la verdad de la que el hombre carece por completo. Solo los métodos de este tipo pueden llamarse juicio; solo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra del juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra del juicio realizada por Dios”.

Se puede ver que el juicio de Dios en los últimos días no es simplemente publicar algunas palabras, o decir algunas palabras de represión, sino publicar todas las verdades que sirvan para salvar la humanidad, por ejemplo, cómo Satanás corrompe a la humanidad, qué naturaleza corrupta sufrimos que nos conlleva a oponernos a Dios, cómo deberíamos actuar para obedecer a Dios, para amar a Dios, con qué tipo de personas se enoja Dios, a qué tipo de personas Dios les muestra misericordia, etc. La importancia de estas verdades es principalmente mediante el juicio revelar la corrupción humana. Al aceptar la pena de juicio de la Palabra de Dios, podemos ver la verdad de nuestra propia corrupción por Satanás, entender la raíz de nuestros crímenes y la oposición a Dios, y ver que ser corrompido por Satanás realmente es monstruoso, sin actuar ni siquiera un poco como un humano normal, lleno de arrogancia, maldad, egoísmo y otros caracteres satánicos, esto hace enojar a Dios, no son dignos de ser humanos, ni de ser salvados por Dios. En este momento, tendremos un verdadero remordimiento, y aceptaremos más pena de juicio de la Palabra de Dios, para lograr un cambio más puro. Al mismo tiempo, en el juicio de la Palabra de Dios, también experimentamos el carácter justo y majestuoso de Dios que no podemos ofender, entendemos la actitud de Dios hacia las cosas tanto buenas como malas, sentimos que la justicia de Dios está llena de misericordia y tolerancia, y cuando vemos la esencia de la belleza y la bondad de Dios, aceptamos arrepentirnos ante Dios y practicar la Palabra de Dios para cumplir los requisitos de Dios. Ahora, muchos hermanos y hermanas han experimentado el juicio de la Palabra de Dios, y tienen una comprensión real de Dios, su visión de la vida y sus valores han comenzado a cambiar, han podido poner en práctica algunas verdades y en la vida han podido tener diferentes cambios de temperamento en diferentes grados. Estos son los resultados de la obra del juicio de Dios en los últimos días. Por lo tanto, siempre y cuando aceptemos la obra del juicio de Dios en los últimos días, podemos ver la verdad de nuestra propia corrupción por parte de Satanás, conociendo la justicia de Dios y tener un corazón temeroso de Dios, romper la esclavitud del pecado, y conseguir la purificación, convirtiéndonos en personas que verdaderamente obedezcan y adoren a Dios. La obra del juicio de Dios en los últimos días es para ganar a un grupo de vencedores, también para purificar la esencia corrupta a las personas que verdaderamente obedezcan a Dios, tal como se profetiza en Apocalipsis: “Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de Él y el nombre de su Padre escrito en la frente. […] Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:1, 4-5). Y aquellos siervos malvados, anticristos y todos los demás que hacen el mal y resisten a Dios, que no aceptan el juicio de Cristo de los últimos días durante la obra de las palabras de Dios, cuya corrupción no ha sido limpiada y transformada, y quienes condenan a Cristo de los últimos días, serán expuestos como las cizañas, como los siervos malvados, y destruidos por el gran desastre después de que Dios logre formar a un grupo de vencedores.

Llegado hasta aquí, entendemos completamente que cuando Dios expresa la verdad, la obra del juicio del gran trono blanco en los últimos días predicha por el Apocalipsis ya ha comenzado. Dios usará primero Sus palabras para purificar y salvar a todos los que siguieron los pasos del Cordero, convirtiéndolos en un grupo de vencedores. Después de eso, Dios causará catástrofes para castigar y destruir este mundo viejo, malvado y sucio, y luego Dios aparecerá públicamente a toda la raza humana, terminando por completo Su obra del juicio y el reino de Dios aparecerá en la tierra. Es decir, para aquellos que acepten la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, el juicio será usar las palabras para purificar y salvar a ellos. Y para los gentiles y los que resisten a Dios, será el castigo y la destrucción de las personas con desastres tales como terremotos, hambrunas y plagas. Se puede ver que el juicio del gran trono de Dios en los últimos días es una bendición y salvación para aquellos que buscan y aceptan la verdad, y para los que se opongan a Dios serán revelados y eliminados.

Para conocer más: El Juicio Final

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Fuente: Estudiar la Biblia

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