viernes, 25 de junio de 2021

Los desastres se suceden con frecuencia, las profecías del regreso del Señor se han cumplido, lo más urgente ahora es acoger al Señor


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Prédica cristiana: Los desastres se suceden con frecuencia, las profecías del regreso del Señor se han cumplido, lo más urgente ahora es acoger al Señor

Hace dos mil años, los discípulos del Señor le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?” (Mateos 24:3). Y les dijo el Señor: “ Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores” (Mateos 24:6-8).

Ahora los desastres como terremotos, hambrunas, guerras, tormentas de arena y así sucesivamente están ocurriendo con frecuencia en todas las partes, comparando con las profecías del Señor, ¿ eres consciente de que las profecías del regreso del Señor han cumplido? ¿ Quieres darle la bienvenida al Señor cuanto antes para poder escaparte de los desastres? Entonces, ¿ cómo se puede acoger al Señor exactamente?

Dios dice: “[…] ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios , y donde están las huellas de Dios, ahí están Sus hechos. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, y cuando aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras 'Dios es la verdad, el camino y la vida'. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”.

Las palabras de Dios informan que si queremos buscar la aparición de Dios, hemos de buscar Sus declaraciones en los últimos días. En otras palabras, cuando oímos a alguien dar testimonio de que el Señor ha venido y pronunciado nuevas palabras, lo que debemos hacer es investigar y escuchar éstas palabras. Una vez reconozcamos la voz de Dios en ellas y aceptemos la nueva obra de Dios, ¡ seremos los que acogen al Señor! 

Lea la Palabra de Dios

La aparición de Dios ha traído una nueva época

El plan de gestión de seis mil años de Dios está llegando a su fin y la puerta del reino ya se ha abierto a todos aquellos que buscan Su aparición. Queridos hermanos y hermanas, ¿qué estáis esperando? ¿Qué es lo que buscáis? ¿Estáis esperando que aparezca Dios? ¿Estáis buscando Sus huellas? ¡Cómo se anhela la aparición de Dios! ¡Y qué difícil es encontrar Sus huellas! En una era como esta, en un mundo como este, ¿qué debemos hacer para presenciar el día en que aparece Dios? ¿Qué debemos hacer para mantener el ritmo de las huellas de Dios? A cuestiones de esta clase se enfrentan todos los que están esperando que aparezca Dios. Vosotros las habéis considerado en más de una ocasión, pero ¿con qué resultado? ¿Dónde se aparece Dios? ¿Dónde están Sus huellas? ¿Tenéis las respuestas? Muchas personas responderían de esta manera: “Dios se aparece entre todos los que lo siguen, y Sus huellas están entre nosotros; ¡es así de sencillo!”. Cualquiera puede ofrecer una respuesta tópica, pero ¿entendéis vosotros a qué se refiere la aparición de Dios o Sus huellas? La aparición de Dios se refiere a Su llegada a la tierra para hacer Su obra en persona. Con Su propia identidad y carácter, y en la manera que es innata a Él, desciende entre la humanidad para llevar a cabo la obra de comenzar una era y terminar otra. Esta clase de aparición no es una especie de ceremonia. No es una señal, una imagen, un milagro o una especie de visión grandiosa y mucho menos una clase de proceso religioso. Es un hecho real y verdadero que cualquiera puede tocar y contemplar. Esta clase de aparición no es en aras de cumplir un trámite o de una labor a corto plazo, sino que es para una etapa en la obra de Su plan de gestión. La aparición de Dios siempre es significativa y siempre guarda relación con Su plan de gestión. A lo que se le llama “aparición” aquí es completamente diferente a la clase de “aparición” en la que Dios guía, lidera y esclarece al hombre. Cada vez que Él se revela, Él lleva a cabo una etapa de Su gran obra. Esta obra es diferente de la de cualquier otra era. El hombre no la puede imaginar y nunca la ha experimentado. Es una obra que da inicio a una nueva era y termina con la antigua, y es una forma nueva y mejorada de obrar para la salvación de la humanidad; más aún, es una obra que lleva a la humanidad a una nueva era. Esto es lo que significa la aparición de Dios.

Una vez hayáis entendido lo que significa la aparición de Dios, ¿cómo debéis buscar las huellas de Dios? Esta pregunta no es difícil de explicar: dondequiera que aparezca Dios, allí encontrarás Sus huellas. Tal explicación suena sencilla, pero no es tan fácil en la práctica porque muchas personas no saben dónde aparece Dios, mucho menos dónde está dispuesto a aparecer o dónde debería hacerlo. Algunos irreflexivamente creen que dondequiera que esté obrando el Espíritu Santo, ahí aparece Dios. O también creen que, dondequiera que haya figuras espirituales, ahí aparece Dios. O si no, creen que donde hay personas de alta reputación, ahí aparece Dios. Por el momento, dejemos de lado si tales creencias son correctas o están equivocadas. Para explicar tal cuestión debemos primero tener un objetivo claro: estamos buscando las huellas de Dios. No estamos buscando figuras espirituales, ni mucho menos estamos buscando figuras de renombre; estamos buscando las huellas de Dios. Por esta razón, ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están Sus hechos. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, y cuando aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, has ignorado las palabras “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; todavía menos puede Dios aparecer por órdenes del hombre. Dios toma Sus propias decisiones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. Sea cual sea la obra que Él haga, no es necesario que la consulte con el hombre o busque su consejo, ni mucho menos que notifique de Su obra a cada persona. Este es el carácter de Dios, que debería además ser reconocido por todo el mundo. Si deseáis presenciar la aparición de Dios, seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero apartaros de vuestras propias nociones. No debes exigir que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis preguntar cómo vais a buscar las huellas de Dios, cómo vais a aceptar la aparición de Dios, y cómo vais a someteros a Su nueva obra; esto es lo que el hombre debe hacer. Ya que el hombre no es la verdad y no está dotado de la verdad, debe buscar, aceptar y obedecer.

Independientemente de si eres norteamericano, británico o de cualquier otra nacionalidad, debes salirte de los confines de tu propia nacionalidad, trascender a ti mismo y ver la obra de Dios desde la perspectiva de un ser creado. De esta manera, no pondrás limitaciones a las huellas de Dios. Esto es porque, en la actualidad, mucha gente considera que es imposible que Dios aparezca en una nación en particular o entre cierta gente. ¡Qué profundo es el sentido de la obra de Dios y qué importante es la aparición de Dios! ¿Cómo pueden medir esto las nociones y pensamientos del hombre? Y por eso digo que debes derrumbar tus nociones de nacionalidad y etnicidad para buscar la aparición de Dios. Solo así no estarás restringido por tus propias nociones; solo así serás apto para darle la bienvenida a la aparición de Dios. De otro modo, siempre vas a permanecer en la oscuridad y nunca vas a obtener la aprobación de Dios.

Dios es el Dios de toda la raza humana. Él no se considera la propiedad privada de ninguna nación o pueblo, sino que se dedica a hacer Su obra tal como la ha planeado, sin restricciones de ninguna forma ni de ninguna nación o pueblo. Tal vez nunca has imaginado esta forma, o tal vez tu actitud hacia ella sea la negación, o tal vez la nación donde Dios se revela a sí mismo y el pueblo entre el que se revela resulta que son discriminados por todo el mundo y son los más retrógrados de la tierra. Con todo, Dios tiene Su sabiduría. Con Su gran poder y por medio de Su verdad y carácter, Él ha ganado realmente a un grupo de personas que son de un mismo sentir con Él, y a un grupo de personas que Él deseó completar; un grupo conquistado por Él que, tras soportar toda clase de juicios y tribulaciones y todas las formas de persecución, puede seguirlo a Él hasta el final. El objetivo de la aparición de Dios, libre de las limitaciones de cualquier forma o nación, es permitirle completar Su obra tal como la ha planeado. Esto es como cuando Dios se hizo carne en Judea: Su objetivo fue completar la obra de la crucifixión al redimir a toda la raza humana. Sin embargo, los judíos creyeron que era imposible que Dios hiciera esto, y pensaron que era imposible que Dios se hiciera carne y asumiera la forma del Señor Jesús. Su “imposible” se convirtió en la base sobre la cual condenaron a Dios y se opusieron a Él y, finalmente, esto llevó a la destrucción de Israel. Hoy en día, muchas personas han cometido un error parecido. Proclaman con todas sus fuerzas la inminente aparición de Dios, sin embargo, al mismo tiempo condenan Su aparición; su “imposible” una vez más confina la aparición de Dios dentro de los límites de su imaginación. Y así he visto a mucha gente reírse a carcajadas salvajes y estridentes al toparse con las palabras de Dios. ¿Acaso es esta risa diferente a la condena y blasfemia de los judíos? No sois reverentes en presencia de la verdad y menos aún poseéis una actitud de anhelo. Lo único que hacéis es estudiar indiscriminadamente y esperar con alegre despreocupación. ¿Qué podéis ganar con estudiar y esperar así? ¿Creéis que recibiréis la guía personal de Dios? Si no puedes discernir las declaraciones de Dios, ¿cómo puedes ser apto para presenciar la aparición de Dios? Dondequiera que Dios aparece, allí se expresa la verdad y estará la voz de Dios. Solo los que pueden aceptar la verdad podrán escuchar la voz de Dios y solo tales personas son aptas para presenciar la aparición de Dios. ¡Abandona tus nociones! Tranquilízate y lee con cuidado estas palabras. Si anhelas la verdad, Dios te esclarecerá y entenderás Su voluntad y Sus palabras. ¡Abandonad vuestras opiniones de lo que es “imposible”! Cuanto más crea la gente que algo es imposible, es más factible que ocurra, porque la sabiduría de Dios se eleva más alto que los cielos, los pensamientos de Dios son más altos que los pensamientos del hombre, y la obra de Dios trasciende los límites del pensamiento y las nociones del hombre. Cuanto más imposible sea algo, más verdad se puede buscar en ello; cuanto más lejos de las nociones y la imaginación del hombre resida algo, más contiene la voluntad de Dios. Esto es porque no importa dónde se revele Dios, Él sigue siendo Dios y Su esencia nunca cambiará por la ubicación o la forma de Su aparición. El carácter de Dios sigue igual, independientemente de dónde estén Sus huellas, y no importa dónde estén las huellas de Dios, Él es el Dios de toda la humanidad, igual que el Señor Jesús no es solo el Dios de los israelitas, sino que también es el Dios de toda la gente de Asia, Europa y América y, más aún, Él es el solo y único Dios en todo el universo. ¡Así que busquemos la voluntad de Dios y descubramos Su aparición en Sus declaraciones, y mantengamos el ritmo de Sus huellas! Dios es la verdad, el camino y la vida. Sus palabras y Su aparición existen simultáneamente y Su carácter y Sus huellas siempre están abiertas en todo momento a la humanidad. Queridos hermanos y hermanas, espero que podáis ver la aparición de Dios en estas palabras, que comencéis a seguir Sus huellas a medida que avanzáis a largas zancadas hacia una nueva era ¡y entráis en los nuevos y hermosos cielo y tierra que Dios ha preparado para los que esperan Su aparición!

De “La Palabra manifestada en carne”

Para conocer más: La segunda venida de Cristo

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