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miércoles, 4 de marzo de 2020

¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres



Palabra de Dios | ¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres


Dios Todopoderoso dice: "Sin la obra de Jesús, la humanidad no podría haber bajado de la cruz, pero sin la encarnación de este día, Dios nunca podría elogiar a los que bajan de la cruz, y estos no podrían entrar en la nueva era. Sin la venida de este hombre ordinario, nunca habríais tenido la oportunidad ni habríais sido elegibles para ver el rostro verdadero de Dios, porque todos deberíais haber sido destruidos hace mucho tiempo. Debido a la venida de la segunda encarnación de Dios, Él os ha perdonado y os ha mostrado misericordia. Independientemente de ello, las palabras que debo dejar con vosotros al final siguen siendo estas: este hombre ordinario, que es Dios encarnado, es de una importancia vital para vosotros. Esta es la gran cosa que Dios ha llevado a cabo ya entre los hombres".


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sábado, 17 de agosto de 2019

Palabra de Dios | La autoridad del Creador no se ve restringida por el tiempo, el espacio ni la geografía, y la autoridad del Creador es inestimable

Palabra de Dios | La autoridad del Creador no se ve restringida por el tiempo, el espacio ni la geografía, y la autoridad del Creador es inestimable
Veamos Génesis 22:17-18. Este es otro pasaje hablado por Jehová Dios, en el que le dijo a Abraham: “te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tu simiente tendrá las puertas de sus enemigos; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque has obedecido Mi voz”. Jehová Dios bendijo a Abraham muchas veces diciéndole que su descendencia se multiplicaría; ¿multiplicarse en qué medida? Como dicen las Escrituras: “como las estrellas del cielo y como la arena de la playa”. Es decir, Dios deseaba conceder a Abraham una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo, y tan abundante como la arena de la orilla del mar. Dios habló mediante imágenes, y a partir de ellas no es difícil ver que Dios no sólo concedería uno, dos, o incluso miles de descendientes a Abraham, sino un número incontable, suficiente para convertirse en una multitud de naciones, porque Dios le prometió que sería el padre de muchas naciones. ¿Decidió el hombre este número o fue Dios? ¿Puede el hombre controlar cuántos descendientes tiene? ¿Le corresponde a él? No, no le compete a él tener varios o ninguno, no digamos ya tantos como “como las estrellas del cielo y como la arena de la playa”. ¿Quién no desea que su descendencia sea tan numerosa como las estrellas? Desgraciadamente, las cosas no siempre ocurren como el hombre quisiera. Independientemente de lo habilidoso o capaz que sea el hombre, no es algo que le corresponda a él; nadie puede permanecer fuera de lo que Dios ha ordenado. Lo que Él te permita, eso será lo que tendrás: si Dios te da un poco, nunca tendrás mucho, y si Dios te da mucho, de nada sirve molestarse por lo mucho que tienes. ¿No es este el caso? ¡Todo esto le corresponde a Dios, no al hombre! Dios es quien gobierna al ser humano, ¡y nadie está exento!