viernes, 31 de julio de 2020

¿Cómo será la llegada de Cristo?



¿Cómo será la llegada de Cristo?

Ahora ya estamos en los últimos días, las señales de la segunda venida de Jesús han aparecido básicamente, y muchos creyentes han estado esperando amargamente Su regreso, mirando al cielo todos los días anhelando que venga sobre nubes. Sin embargo, ¿Por qué aún no lo hemos visto descender sobre nubes? Lea a continuación contenido para encontrar la manera del recibimiento al Señor.

Alguien dice que cuando llegue la segunda venida del Señor, Él vendrá definitivamente con nubes en gran poder y gloria, porque hay muchas profecías así dentro de la Biblia. Por ejemplo, “He aqui, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El; [...]” (Apocalipsis 1:7). “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). También, cuando el Señor Jesús resucitó y subió al cielo, un ángel dijo: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11). A la luz de estas profecías, algunos hermanos y hermanas creen que la segunda venida del Señor en los últimos días será definitivamente que Él venga con nubes.

De hecho, además de los muchos versículos en la Biblia que profetizan que el Señor vendrá abiertamente con nubes, también están las profecías que dicen que el Señor vendrá en secreto como un ladrón. Por ejemplo, “He aquí, vengo como ladrón. [...]” (Apocalipsis 16:15). “[...] Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, [...]” (Apocalipsis 3:3). Y en Mateo 25:6, el Señor Jesús dijo: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’”. Estos versículos dicen muy claramente que, cuando el Señor regrese, no todos podrán verlo, pero que Él vendrá sin que nosotros lo sepamos. En cambio, Su llegada será anunciada por un grito, es decir, por alguien que nos da testimonio del evangelio del regreso del Señor. Después de escuchar este testimonio, debemos abrir nuestras puertas y recibirlo, y solo entonces podremos dar la bienvenida al Señor. Por lo tanto, podemos confirmar que la Biblia profetiza dos maneras en que el Señor regresará: Una es que el Señor vendrá en el Espíritu, cabalgando abiertamente sobre las nubes, y la otra es que el Hijo del Hombre vendrá en secreto.

Sabemos que el Señor es fiel, y ya sea que profetice que vendrá en secreto o abiertamente con nubes, todo será logrado y cumplido. Entonces, ¿cómo exactamente se van a cumplir estas dos profecías totalmente diferentes? Veamos varios versículos de la Escritura para encontrar la respuesta.

En Lucas 12:40, el Señor Jesús dijo: “Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis” Asimismo, Él dijo en Lucas 17:24–25: “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación”. Estos versículos profetizan que el Señor regresará en secreto como el Hijo del hombre. Como todos sabemos, “Hijo del hombre” significa alguien que nace del hombre y que posee una humanidad normal. El cuerpo espiritual de Dios no puede ser llamado Hijo del hombre; solo Dios encarnado puede ser llamado así. Como el Señor Jesús, por ejemplo. En esencia, Él era el Espíritu de Dios cubierto con un cuerpo ordinario, y nadie podía decir con solo mirarlo que Él era diferente de una persona normal. Por lo tanto, el tiempo de la obra de Dios encarnado fue la etapa en la que Él vino y obró en secreto. Para decirlo de otra manera, cuando el Señor venga de nuevo en los últimos días, Él aparece primero y realiza Su obra en la carne como el Hijo del hombre, y aquellos que son capaces de escuchar la voz de Dios, a través de las palabras de Dios, serán capaces de reconocer que Él es Dios. Al igual que Pedro y Juan en aquellos días antiguos, por ejemplo, que pudieron reconocer a partir de las palabras que Jesús dijo que Él era el Mesías, y siguieron entonces los pasos del Cordero, y lograron la salvación de Dios. Sin embargo, aquellos que son incapaces de escuchar la voz de Dios, ciertamente juzgan al Dios encarnado por Su apariencia exterior, tratan a Cristo como si Él fuera una persona común, e incluso rechazan, condenan y blasfeman a Cristo en los últimos días, exponiéndolos como vírgenes insensatas. Cuando ocurran los grandes desastres, el Señor comenzará a recompensar a los buenos y a castigar a los malos, y entonces Él vendrá con las nubes y aparecerá abiertamente a todos los pueblos. Cuando llegue ese momento, todos los que resistan a Dios quedarán atrapados en los desastres y habrá mucho llanto y rechinar de dientes. Tal como dice en Apocalipsis 1:7: “He aqui, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El; [...]”.

A partir de esto, podemos ver que el período en el que Dios viene en secreto es la etapa durante la cual Dios realiza Su obra para salvar a la humanidad, y que el tiempo en que Dios venga abiertamente será el tiempo en que recompensará a los buenos y castigará a los malvados. Tal como está escrito en Mateo 24:37-39: “Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre”. ¿Por qué se dice que los días de la venida del Hijo del Hombre serán los mismos que los días de Noé? Todos sabemos que, cuando Noé construyó el arca, predicó al pueblo que Dios destruiría el mundo con el diluvio, pero nadie le creyó, sino que se burlaron de él por estar loco. Cuando el arca fue terminada y las ocho personas de la familia de Noé subieron a bordo, llegaron las inundaciones. A partir de esto podemos ver que, durante los días antes de que ocurrieran las inundaciones, Dios trató de salvar a los hombres, y que cuando vinieron las inundaciones, que fueron el advenimiento de los días de castigo, todos pudieron ver las inundaciones pero ya era demasiado tarde, porque la puerta de la gracia ya estaba cerrada en ese tiempo. Por lo tanto, la etapa en la cual el Señor viene en secreto es la salvación para todos los que creen sinceramente en Dios y aman la verdad, porque pueden escuchar la voz de Dios, recibir el regreso del Señor, ser limpiados y hechos vencedores por Dios. En cuanto a aquellos que pretenden creer en Dios y que odian la verdad, sin embargo, porque se aferran a sus propios conceptos erróneos e imaginaciones, y porque se rehúsan a aceptar la salvación de Dios de los últimos días, e incluso se resisten y condenan a Dios encarnado, ellos serán los objetos del castigo de Dios. Cuando el Señor aparezca abiertamente con las nubes, ellos verán que Aquel a quien se han estado resistiendo es verdaderamente Dios Mismo, pero para entonces su fin estará decidido, y Dios recompensará a los buenos y castigará a los malos. ¿Cómo entonces no se golpearán el pecho con gran llanto y rechinar de dientes? Así, el espectáculo de “y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El” se hará realidad.

A partir de la enseñanza anterior, podemos entender que la segunda venida del Señor en los últimos días tendrá lugar primero por Él encarnando secretamente en la forma del Hijo del Hombre. Antes de que lleguen los desastres, Dios hará un grupo de vencedores y, una vez que Su obra esté terminada, aparecerá abiertamente con nubes para castigar a los malvados que le resistieron. Por lo tanto, si deseamos ser limpiados por Dios y sobrevivir a los desastres, entonces debemos aprovechar nuestra oportunidad de ser salvos por Dios antes de los desastres, no sea que lleguemos a estar entre aquellos por los cuales “y todas las tribus de la tierra harán lamentación por El”.

Actualmente, los desastres en todo el mundo están creciendo en escala y están sucediendo más y más frecuentemente, y todas las profecías bíblicas que profetizan el regreso del Señor ya se han cumplido básicamente. ¿Qué debemos hacer para seguir los pasos de Dios en este momento clave de la segunda venida del Señor? Apocalipsis 2:29 dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Y Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. A partir de estos versículos, podemos ver que cuando llegue la segunda venida del Señor, Él dirá Sus palabras, y por lo tanto debemos ser como las vírgenes prudentes y prestar atención para escuchar la voz de Dios. Cuando oímos a alguien gritar que el novio ha venido, debemos enfocarnos en buscar e investigar, y no solo mirar el cielo esperando que el Señor venga con las nubes, porque solo de esta manera podremos dar la bienvenida al regreso del Señor.

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

jueves, 30 de julio de 2020

Historias Bíblicas: Los discípulos recogen espigas en sábado



Historias Bíblicas: Los discípulos recogen espigas en sábado


Referencias Bíblicas: Lucas 6:1-5

1 Y ACONTECIO que pasando él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos.
2 Y algunos de los Fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los sábados?
3 Y respondiendo Jesús les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, qué hizo David cuando tuvo hambre, él, y los que con él estaban;
4 Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dió también á los que estaban con él, los cuales no era lícito comer, sino á solos los sacerdotes?
5 Y les decía. El Hijo del hombre es Señor aun del sábado.






miércoles, 29 de julio de 2020

Historias Bíblicas: Jesús en la cruz


Historias Bíblicas: Jesús en la cruz

Versículos de la Biblia:
Marcos 15:29-32
29 Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ­Ah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo edificas,
30 Sálvate á ti mismo, y desciende de la cruz.
31 Y de esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, decían unos á otros, con los escribas: A otros salvó, á sí mismo no se puede salvar.
32 El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le denostaban.
Lucas 23:39-43
39 Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate á ti mismo y á nosotros.
40 Y respondiendo el otro, reprendióle, diciendo: ¿Ni aun tú temes á Dios, estando en la misma condenación?
41 Y nosotros, á la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo.
42 Y dijo á Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino.
43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Juan 19:25-29
25 Y estaban junto á la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.
26 Y como vió Jesús á la madre, y al discípulo que él amaba, que estaba presente, dice á su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
27 Después dice al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió consigo.
28 Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas eran ya cumplidas, para que la Escritura se cumpliese, dijo: Sed tengo.
29 Y estaba allí un vaso lleno de vinagre: entonces ellos hinchieron una esponja de vinagre, y rodeada á un hisopo, se la llegaron á la boca.
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Película cristiana "La fe en Dios" Escena 3 - ¿Qué aportan la obra y la aparición de Dios al mundo religioso?


Película cristiana "La fe en Dios" Escena 3 - ¿Qué aportan la obra y la aparición de Dios al mundo religioso?

Cada vez que Dios se encarna y se aparece para realizar Su obra, las fuerzas malignas de Satanás se oponen y condenan brutalmente el camino verdadero. De este modo, en el mundo espiritual surge una guerra que divide y deja al descubierto al mundo religioso. El Señor Jesús dijo, "No penséis que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada" (Mateo 10:34). Cuando el Señor Jesús se apareció y obró en la Era de la Gracia, el judaísmo se dividió en muchas facciones. Ahora, con la aparición y obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, el mundo religioso está muy expuesto; el trigo y la cizaña, las ovejas y las cabras, las vírgenes prudentes e insensatas y los buenos y malos siervos... todos quedan al descubierto, cada cual según su tipo. ¡La sabiduría y las maravillas de Dios son verdaderamente insondables!

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martes, 28 de julio de 2020

¿Cómo diferenciar entre las vírgenes prudentes y las necias?



¿Cómo diferenciar entre las vírgenes prudentes y las necias?

Buscando con entusiasmo ser una virgen sabia

Una noche cerca del anochecer, Jia Nan se sentó junto a un escritorio. Al abrir la Biblia, comenzó a leer: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes. Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas. Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron. Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.’ Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan.’ Pero las prudentes respondieron, diciendo: ‘No, no sea que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; id más bien a los que venden y comprad para vosotras.’ Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta” (Mateo 25:1-10). Después de ver estas escrituras, Jia Nan pensó que el Señor Jesús nos había dado una vívida metáfora para mostrar qué tipo de personas podían entrar en el reino de los cielos. Los que llevan aceite pueden dar la bienvenida al Novio y son las vírgenes prudentes, pero para los demás sin aceite, son las vírgenes insensatas y serán abandonadas por el Señor. Jia Nan siempre ha estado decidida a ser una virgen sabia para recibir el regreso del Señor y asistir al banquete con Él.

Al día siguiente, en una reunión de compañeros de obra, Jia Nan dijo como de costumbre: “Hermanos y hermanas, ahora estamos en el último período de los últimos días, el momento de la venida del Señor. Porque el Señor Jesús dijo: ‘Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre’ (Mateo 24:44). Lo que debemos hacer es leer la Biblia con frecuencia, trabajar más para el Señor, orar con frecuencia, y a menudo confesar y arrepentirnos ante el Señor. Lo más importante es observar y hacer preparativos, como las vírgenes sabias que preparan suficiente aceite. Solo de esta manera podemos dar la bienvenida a Su regreso. Para evitar perder la oportunidad de ser arrebatados, no es suficiente que solo tengamos reuniones a tiempo, también tenemos que turnarnos para tener vigilias de oración”. Después de que Jia Nan terminó de decir esto, el hermano Zhang dijo inmediatamente: “¿Es la acción de las vírgenes prudentes prepararse y esperar a nuestra propia manera? La hermana Dong continuó diciendo: “Si lo que estamos haciendo es realmente preparar aceite, ¿por qué no hemos acogido con satisfacción el regreso del Señor?” Todos se sumergieron en un pensamiento profundo tan pronto como la hermana Dong terminó sus palabras.

¿Qué son las vírgenes sabias? ¿Qué son las vírgenes insensatas?

En este momento, el hermano Liu se puso de pie y dijo: “Con respecto a cuáles son las verdaderas vírgenes sabias, tengo una opinión diferente. En cuanto a las vírgenes prudentes que dan la bienvenida al novio, creo que nuestra observación, oración y vigilia todos los días son sólo superficiales y pueden no cumplir con la voluntad de Dios. Las verdaderas vírgenes sabias son aquellas que pueden escuchar la voz de Dios”. Todos quedaron sorprendidos por sus palabras “escuchar la voz de Dios”. Jia Nan dijo perplejo: “¿Quienes escuchan la voz de Dios son vírgenes sabias? Esta es la primera vez que escuchamos sobre esto. Por favor cuéntanos más”. El hermano Liu sonrió y dijo: “Sí, lo son. Hace varios días, mi hijo y yo hablamos sobre este tema. Pensó que nuestras acciones no son las de las vírgenes prudentes, y luego me leyó varios pasajes que encontró en un sitio web extranjero del Evangelio usando herramientas de privacidad. Después de escuchar esas palabras, me di cuenta de que las vírgenes prudentes no son como lo que pensamos”. Entonces el hermano Liu leyó estas palabras para nosotros, “Todos los que pueden obedecer las declaraciones actuales del Espíritu Santo son benditos. No importa cómo solían ser o cómo el Espíritu Santo solía obrar en ellos, los que han obtenido la última obra son los más bendecidos y los que no pueden seguir la última obra hoy son eliminados. Dios quiere a los que son capaces de aceptar la nueva luz y Él quiere a los que aceptan y conocen Su última obra. ¿Por qué se dice que debéis ser una virgen casta? Una virgen casta puede buscar la obra del Espíritu Santo y entender las cosas nuevas y, además, puede desechar las antiguas concepciones y obedecer la obra de Dios hoy” . “Los que pertenecen a Satanás no entienden las palabras de Dios, y los que pertenecen a Dios pueden oír Su voz. Todos los que son conscientes de las palabras que hablo y las entienden son los que se salvarán, y darán testimonio de Dios; todos aquellos que no entienden las palabras que hablo no pueden dar testimonio de Él, y son los que serán eliminados” . “No sois devotos en enfrentar la verdad y mucho menos anheláis la verdad. Sólo estudiáis a ciegas y esperáis con indiferencia. ¿Qué podéis ganar con estudiar y esperar así? ¿Podéis recibir la guía personal de Dios? Si no puedes discernir las declaraciones de Dios, ¿cómo puedes estar calificado para presenciar la aparición de Dios? Donde Dios aparece, ahí está la expresión de la verdad y ahí está la voz de Dios. Sólo los que pueden aceptar la verdad pueden escuchar la voz de Dios y sólo tales personas están calificadas para presenciar la aparición de Dios” .

Después de leer estas palabras, el hermano Liu continuó diciendo: “A través de estas palabras, sé que las vírgenes prudentes vienen a buscar la voz del Espíritu Santo con un corazón anhelante y que busca, y son las personas que se concentran en escuchar la voz de Dios. Pueden abandonar sus nociones para buscar humildemente la voz de Dios cuando les llegue la nueva obra de Dios, y pueden aceptar la verdad y someterse a Su nueva obra cuando reconocen la voz de Dios. Mientras que las vírgenes insensatas se aferran tercamente a sus concepciones e imaginaciones y no prestan atención ni escuchan la voz de Dios. No pueden reconocer la voz de Dios incluso si la escuchan. Debido a que no creen en Cristo ni lo aceptan, y se niegan a aceptar la obra de Dios y Su aparición, finalmente perderán Su salvación. ¡Sin embargo, lo que estamos haciendo ahora, esperando, orando y teniendo vigilias, no son las acciones de vírgenes sabias sino nuestras concepciones e imaginaciones!”

Las vírgenes sabias escuchan la voz de Dios

En este momento, la hermana Yan también dijo: “Ay, el hermano Liu tiene razón. Después de escuchar su comunión, recuerdo dos versículos de las escrituras: ‘Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen’ (Juan 10:27). ‘Pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos’ (Apocalipsis 7:17). Si queremos dar la bienvenida al regreso del Señor, un punto clave es prestar atención a escuchar la voz de Dios. ¡Solo aquellos que escuchan la voz de Dios son las vírgenes sabias! Al igual que Pedro, vio que el Señor Jesús pudo calmar el viento y las olas con una sola palabra, alimentar a cinco mil personas con cinco panes y dos peces, resucitar a los muertos, etc. A través de la palabra y obra del Señor, Pedro confirmó que el Señor Jesús tenía la esencia de Dios, y que Él era el Cristo. O como otro ejemplo, la mujer samaritana. Cuando estaba hablando con el Señor Jesús, el Señor habló de su secreto oculto, luego se dio cuenta de que sólo Dios mismo podía revelar estas cosas ocultas, y que estas palabras nunca podrían ser dichas por el hombre, por lo que confirmó que el Señor Jesús era el Mesías venidero, el Cristo. Tanto Pedro como la mujer samaritana reconocieron que el Señor Jesús era Dios a través de Sus palabras, por lo que obtuvieron la salvación de Dios. Realmente eran inteligentes”. Todos asintieron y dijeron que era verdad.

¿Por qué las vírgenes insensatas serán eliminadas por Dios?

La hermana Dong dijo: “Sí, las ovejas de Dios escuchan Su voz. Todos aquellos que pueden reconocer la voz de Dios son las vírgenes prudentes, de lo contrario, son las insensatas. Piensen en el tiempo en que el Señor Jesús vino a realizar Su obra: los fariseos no tenían un corazón anhelante y que procuraba la búsqueda, y no investigaron la verdad que Cristo pronunció para discernir si era la voz de Dios, sino que definieron la obra de Dios con su imaginación; vieron que el Señor realizó señales y maravillas, por ejemplo, la palabra del Señor resucitando a los muertos y curando a los ciegos, pero debido a que no podían reconocer la voz de Dios, no solo trataban al Señor Jesús como un hombre normal, sino que también consideraban las declaraciones de Dios como las palabras del hombre, e incluso lo juzgaban y blasfemaban, al final, los fariseos clavaron al Señor en la cruz, y se convirtieron en los que creían en Dios pero se oponían a Él, por lo que cayeron bajo la ira y el castigo de Dios. Esto nos permite ver claramente que aquellos que no prestan atención a escuchar la voz de Dios son las vírgenes insensatas y serán eliminados por Dios”.

Las vírgenes sabias buscan las declaraciones de Dios en los últimos días

El hermano Zhang dijo de inmediato: “Después de escuchar sus palabras, me di cuenta de que poner atención a escuchar la voz de Dios es crucial, especialmente en este importante punto de dar la bienvenida al regreso del Señor en los últimos días. El Señor Jesús dijo una vez: ‘Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir’ (Juan 16:12-13). ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.»’ (Mateo 25:6). ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’ (Apocalipsis 2:7). De estas escrituras podemos ver que cuando el Señor regrese, volverá a hablar. Entonces, si podemos reconocer la voz de Dios directamente determina si podemos recibir con éxito el regreso del Señor. Ahora es urgente encontrar la palabra del Espíritu Santo, después de eso veremos la aparición de Dios. ¿Pero dónde podemos encontrarlo?”.

El hermano Zhang dijo: “Por desgracia, eres inteligente toda tu vida, pero lo arruinarás por un momento de insensatez. Las palabras que el hermano Liu leyó son lo que nunca hemos escuchado. Contienen misterios y no pueden ser hablados por personas comunes y corrientes, parece que provienen del Espíritu Santo”.

Jia Nan dijo con una sonrisa: “Es cierto, estas palabras son del Espíritu Santo y no de la humanidad. Solía ​​creer que mientras esperáramos, oráramos y vigiláramos, seríamos las vírgenes sabias. Pero a través de la comunión de hoy, me doy cuenta de que eran mis concepciones e imaginaciones, tal como las acciones de las vírgenes insensatas, ¡y que no puedo dar la bienvenida al regreso del Señor si me aferro a ellas! Gracias al Señor por Su guía. Las palabras que el hermano Liu leyó para nosotros me permiten saber qué son las vírgenes prudentes. Es un punto clave que las vírgenes prudentes pueden escuchar la voz de Dios y tener un corazón que busca y anhela. Es como lo que el Señor dijo: ‘Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá’ (Lucas 11:10). No creo que debamos buscar las palabras del Espíritu Santo en otros lugares. ¿Acaso el hermano Liu no dijo que su hijo había encontrado estas palabras en un sitio web de evangelio? Podemos buscar ayuda de su hijo para investigarlo en Internet”.

El hermano Liu dijo: “¡Gracias al Señor! Puedes venir a mi casa esta noche”.

Jia Nan dijo: “Está bien, iremos”.


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Nueva película cristiana en español - Desencadenar el corazón


Nueva película cristiana en español - Desencadenar el corazón

Chen Zhi nació en una familia de campesinos pobres. En la escuela, "el conocimiento puede cambiar tu destino" y "el destino de una persona está en sus propias manos" se convirtieron en sus lemas. Él creía que mientras trabajara duro y con constancia, podría destacarse del resto y obtener mérito y fama. Al graduarse en la universidad, Chen Zhi encontró un trabajo bastante bien remunerado relacionado con el comercio exterior. Sin embargo, no estaba en absoluto satisfecho con sus circunstancias de aquel entonces. Con el fin de alcanzar su ideal de destacarse sobre los demás, dejó su trabajo y creó su propia empresa comercial. Pero la época de bonanza no duró mucho. Como su gestión no era buena, menguaron los clientes y el negocio de la empresa disminuyó. Al final, la empresa no pudo continuar funcionando. Cuando la empresa quebró, Chen Zhi no estuvo dispuesto a aceptar el fracaso. Creía que confiando en su propio conocimiento y habilidad, siempre y cuando perseverara, sería capaz de resurgir. Más tarde, Chen Zhi creó un sitio web de marketing digital y montó un negocio en Internet. Después de pasar varios años muy atareado, fracasó igualmente. Chen Zhi se hundió en una profunda angustia y desesperación...

En 2016, la familia de Chen Zhi se fue a vivir a los Estados Unidos. Con la ayuda de su esposa, Chen Zhi aceptó la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso. A través de la lectura de las palabras de Dios, Chen Zhi acabó por comprender que Dios controla el destino de la humanidad y que el hombre simplemente no puede cambiar su propio destino confiando en sus propias habilidades. Conoció también cuál es la fuente de la angustia del hombre durante su vida y cómo Satanás ha corrompido a la humanidad. Además, supo que, si el hombre desea tener una vida significativa, debe acudir ante Dios, aceptar el juicio y el castigo de las palabras de Dios para obtener la purificación y vivir confiando en las palabras de Dios, pues sólo entonces obtendrá la alabanza de Dios. Chen Zhi comprendió algunas verdades en las palabras de Dios Todopoderoso, estableció una perspectiva correcta para su vida, la confió por completo a Dios, obedeció al control y los arreglos de Dios, libró por fin el yugo de su alma que "el destino de una persona está en sus propias manos" y obtuvo la liberación y la libertad. A partir de entonces, caminó por el sendero radiante y correcto de la vida.

lunes, 27 de julio de 2020

Película cristiana completa en español | "¿Quién es mi Señor?" Escena


Película cristiana completa en español  |  "¿Quién es mi Señor?" Escena

Tras romper las cadenas de la Biblia, los hermanos y hermanas del lugar de reunión de la iglesia del anciano Liu Zhizhong leyeron en internet acerca de la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. Al leer Sus palabras se nutrieron del agua vital, pudieron recuperar su fe y amor de antes y confirmaron de corazón que Dios Todopoderoso es la segunda venida del Señor Jesús. Cuando lo vio el anciano Liu Zhizhong, ¿pudo abandonar la Biblia y buscar e investigar la obra de Dios de los últimos días? ¡Mira este breve vídeo!

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Cómo orar a Dios para que me escuche - ¡4 claves!


Cómo orar a Dios para que me escuche - ¡4 claves!

Todo hermano y hermana sabe bien que la oración es un camino por el cual nos comunicamos con Dios. Así que, además de en la mañana y en la noche, también oramos antes y después de las comidas, en reuniones, los domingos, y así podríamos continuar enumerando momentos. Sin embargo, ¿cómo deberíamos orar exactamente para que nuestras oraciones sean aceptadas por Dios y conformes a Su voluntad? Todo hermano y hermana debería saberlo. De hecho, ya el Señor Jesús nos ha dado la respuesta a esta pregunta. Veamos este aspecto de esta verdad juntos:

Primero: Ten un corazón de la humildad, mantiene en tu posición y no puedas ser santurrones cuando ores

Lucas 18:9-14 dice así: “Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: ‘Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos’. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: ‘Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano’. Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios, ten piedad de mí, pecador’. Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado”. En la parábola del Señor Jesús podemos ver fácilmente que al Señor le agradó la oración del publicano y detestó la del fariseo. Porque en la oración del fariseo podemos ver enaltecimiento y auto-justificación. El fariseo miraba con desprecio la oración del publicano, realmente enumeró todos sus méritos delante de Dios, llenos de pretensiones y auto-justificaciones. Realmente no sabía de su posición delante de Dios, no tenía una actitud de devoción hacia Dios, se había posicionado igual a Dios, así que Dios le aborreció. Pero la oración del publicano era completamente diferente. Sabía perfectamente que era un pecador con una identidad baja, así que pudo orar a Dios en humildad, pudo tener una actitud de devoción hacia Dios, estaba realmente arrepentido, y oraba sinceramente a Dios pidiendo el perdón de sus pecados, así que obtuvo la misericordia de Dios. Si nos basamos en estas diferentes actitudes, el Señor Jesús dijo: “Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado”. Si queremos que nuestras oraciones sean escuchadas por Dios, deberíamos evitar la oración del fariseo y seguir el ejemplo del publicano, permaneciendo correctamente en la posición de una criatura de Dios. Al orar en la presencia de Dios, deberíamos tener una actitud de piedad, tratar a Dios como Dios, reconocer nuestras maldades delante de Dios frecuentemente y reflexionar acerca de que estas cosas no agradan al Señor, y arrepentirnos verdaderamente y confesarnos delante de Dios; y aún más, no ser autosuficientes o presuntuosos. Solo de esa manera nuestras oraciones pueden ser aceptadas por Dios. Como Dios Jehová una vez dijo: “Y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. Ahora mis ojos estarán abiertos y mis oídos atentos a la oración que se haga en este lugar” (2 Crónicas 7:14-15).

Segundo: Ora al Señor sincera y honestamente

El Señor Jesús una vez enseñó a Sus discípulos: “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mateo 6:5-6). De este mandamiento del Señor Jesús, sacamos en conclusión que el Señor Jesús aborrecía las oraciones hipócritas de los fariseos. Ellos a propósito hacían que sus rostros parecieran tristes, hacían largas oraciones, para hacer ver a las personas que ellos ayunaban y oraban. Sin embargo en esas oraciones no había una buena comunicación con Dios, sólo importaba las ceremonias, para que los judíos pudieran ver que eran leales a Dios, y así las personas les admiraban y les respetaban. Esta clase de oración trataba de engañar a Dios y no podía ser aceptada por el Señor. Dios es el Creador. Cuando oramos ante Él, nosotros, Sus criaturas deberíamos tener un corazón reverente para con Dios y sinceramente alabarle. Si, como los fariseos, oramos al Señor durante varias horas al día, pero no le abrimos nuestros corazones, sólo vamos a Él con ceremonias religiosas y reglas, entonces esas oraciones llegarán a Dios solo superficialmente, tratan de engañarle y son aborrecidas por Dios. El Señor Jesús dijo: “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). Así que cuando oramos, deberíamos tener un corazón rendido al Señor, aceptar lo que Dios nos dice, y decir a Dios lo que realmente está en nuestros corazones. Solo de esta manera, nuestras oraciones agradaran a Dios.

Tercero: Ora para que se lleve a cabo la voluntad de Dios

Mateo 6:9-13 dice así: “Vosotros, pues, orad de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo[…] Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal’”. Dios espera que más gente pueda aceptar Su salvación y escapar del daño de Satanás, para que la voluntad de Dios se pueda hacer en la Tierra y el Reino de Cristo se establezca en ella. Así que hemos de orar, no para nuestros propios beneficios sino para estas cosas: Que la voluntad de Dios pueda ser hecha en la Tierra; que el Reino de Cristo se realice en la Tierra; Que el evangelio de Dios se extienda; que podamos extender el evangelio y que demos testimonio de Dios; que lleguemos a ser de los que buscan el corazón de Dios… Todas estas oraciones son aceptadas por Dios. Justo como en el antiguo testamento dice del rey David que propuso en su corazón construir el templo a Jehová el Señor. Así se convirtió en la persona que trajo gozo a Jehová el Señor. Tales oraciones son aceptadas por Dios. Y después de él, llegó el rey Salomón y Jehová el Señor le dijo a Salomón en un sueño que podía pedir lo que quisiera. Sin embargo, Salomón no pidió riquezas ni una larga vida, sino que pidió sabiduría para discernir justamente. Como resultado, Dios no solo le dió sabiduría, sino que le dió además todo lo que no pidió, larga vida y riquezas. Hoy en día, si amamos a Dios con todo nuestro corazón, nos importa la voluntad de Dios, y oramos que el Reino de Cristo venga y que la voluntad de Dios se lleve a acabo, entonces nuestras oraciones seran aceptadas por Dios.

Cuarto: Ora al Señor con perseverancia y resolución y no desmayes

Lucas 18:1-8 dice así : “Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer, diciendo: “Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: ‘Hazme justicia de mi adversario’”. Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: ‘Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia’. Y el Señor dijo: ‘Escuchad lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?’”. De esta parábola del Señor podemos entender que no debemos estar impacientes para ver los resultados pronto en todo lo que pidamos a Dios, porque Dios es un Dios práctico, que no hace cosas sobrenaturales. El contesta las oraciones de acuerdo a Sus principios: a veces Dios prueba nuestra fe y lealtad hacia Él, a veces purifica nuestra más íntima contaminación. De esta manera no importa qué dificultades enfrentemos en nuestras vidas o en nuestro servicio, deberíamos , igual que la viuda que pedía al juez que le hiciese justicia, tener un corazón perseverante, orar y buscar a Dios con frecuencia, esperar que Dios revele Su voluntad a nosotros y no desmayar. Justamente como los israelitas sufrieron la opresión de Faraón en Egipto, ellos no cesaron de orar y clamar a Dios para que les libertara. Y aunque Dios no les contestó enseguida, ellos no desmayaron, sino que confiaban y dependían de Dios y oraban constantemente. Finalmente Dios levantó a Moisés para que les guiara a salir de Egipto y les condujera hasta la buena tierra de Canaan. Si constantemente oramos a Dios y no nos desanimamos, seremos iluminados por el Espíritu Santo, y veremos las grandes obras de Dios.

Si oramos de acuerdo a estos puntos cada día, nuestras oraciones seran aceptadas por Dios.


Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

domingo, 26 de julio de 2020

Devocionales cristianos cortos: ¿Cómo obtuvieron los ninivitas la misericordia de Dios?



Devocionales cristianos cortos: ¿Cómo obtuvieron los ninivitas la misericordia de Dios?

En el pasado vi a Nínive en la Biblia: Las personas de Nínive nunca alabaron al verdadero Dios, lo que resultó en su alejamiento mayor de Dios y volviéndose más corruptos y malvados. Como resultado, sus actos malvados llegaron a los ojos de Dios, y Dios decidió destruir la ciudad de Nínive. Sin embargo, antes de Su destrucción sobre ella, Él envió a Jonás para decirle a todas las personas allí, “... Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada” (Jonás 3:4). Cuando escucharon a Jonás predicar la voluntad de Dios, aquellas personas, desde el rey supremo hasta sus súbditos, todos usaron telas de saco y cenizas, ni comían ni bebían, y clamaran poderosamente a Dios y se arrepintieron ante Él. Eventualmente, Jehová Dios fue conmovido por ellos, y luego se volteó y se arrepintió. El destino de los Ninivitas por tanto cambió, y fueron perdonados de ser destruidos. Aunque esto fue registrado de forma breve en la Biblia, involucró el destino de la grandiosa Nínive. Creo que hubo un profundo significado en ello, pero no sabía más que los Ninivitas recibieron la misericordia de Dios a causa de su ayuno y su arrepentimiento. Al respecto, a menudo me pregunto: ¿Por qué los Ninivitas pudieron recibir tal grandiosa misericordia de Dios? ¿Existe algún secreto desconocido en ello?

No obtuve un profundo entendimiento de la misericordia de Dios sobre los Ninivitas hasta después que consulté un libro espiritual cuando visitaba a un amigo. El libro dice, “Una vez que las personas de Nínive, desde el rey supremo hasta sus súbditos, conocieron que Jehová Dios estaba enojado con ellos, cada una de sus acciones, la totalidad de su comportamiento, así como cada una de sus decisiones y elecciones fueron claras y sencillas a la vista de Dios. El corazón de Dios cambió de acuerdo a su comportamiento. [...] La razón por la que la decisión de Dios —salvar a los ninivitas de la catástrofe— fue tan rápida es que Dios observó el corazón de cada persona de Nínive. Vio lo que tenían en las profundidades de sus corazones: su confesión y arrepentimiento sinceros de sus pecados, su creencia sincera en Él, su profundo sentido de cómo sus actos malvados habían enfurecido Su carácter, y el miedo resultante del castigo inminente de Jehová Dios. Al mismo tiempo, Jehová Dios también oyó las oraciones desde las profundidades de sus corazones rogándole que detuviese Su enojo contra ellos para que pudiesen evitar esta catástrofe. Cuando Dios observó todos estos hechos, poco a poco Su ira desapareció. Independientemente de cuán grande había sido anteriormente Su enojo, cuando vio el arrepentimiento sincero en las profundidades de los corazones de estas personas Su corazón fue tocado por esto, y por tanto no quiso traer la catástrofe sobre ellos, y dejó de estar enojado con ellos. En su lugar, continuó extendiendo Su misericordia y tolerancia hacia ellos y continuó guiándolos y proveyendo para ellos”.

Este pasaje muestra que las personas de Nínive creyeron en Dios y pudieron entender Su voz. Cuando escucharon a Jonás decir, “... Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada” sintieron temor y estremecimiento, dándose cuenta que estas palabras eran de Dios, porque sólo Dios posee tan gran autoridad y poder para destruir una gran ciudad. Estaban bastante claros que su propio comportamiento malvado ya había ofendido a Jehová Dios y Dios seguramente los castigaría. Aun así, no escaparon de esto, ni se opusieron a Dios; en vez de eso ellos lo aceptaron y lo obedecieron completamente. Las personas de Nínive, desde el rey supremo hasta sus súbditos, todos ayunaron, usaron prendas de tela de saco, abandonaron la violencia en sus manos, y se esforzaron juntos en su arrepentimiento y confesión ante Jehová Dios. En ese momento, Dios teniendo misericordia de estas personas no era sólo por su comportamiento de usar telas de saco y cenizas y no comer ni beber, sino debido a que su arrepentimiento no era superficial ni temporal. En él, no había ni el más mínimo disfraz, mucho menos ningún propósito. Vino desde lo profundo de sus corazones, sincero y prolijo. Dios observó lo más bajo de los corazones de los Ninivitas y vio su verdadero arrepentimiento. Su sinceridad conmovió a Dios de modo que les mostró misericordia. De esto, hallo que lo que Dios observa el corazón nuestro en vez de nuestros comportamientos externos. Dios mira profundo en el corazón del hombre, y además, Su misericordia por nosotros tiene un principio. A pesar de cuánto hagamos externamente para mostrar nuestro arrepentimiento, si no podemos arrepentirnos genuinamente con Dios, entonces será imposible para nosotros ganar Su misericordia.

En retrospectiva, siempre cometí pecados y luego me arrepentí de ellos. Pero muchas veces, estuve bastante satisfecho con decirle mis pecados a Dios en intercambio por la paz y facilidad en el corazón. Como tal, pensaba que en verdad me había arrepentido ante Él. Algunas veces por mis propios actos malvados, ayunaba y oraba a Dios, pensando que en verdad recibiría Su piedad de esta forma. Además, a menudo cuando hacía algo que no estaba de acuerdo con la verdad, pensaba que tan pronto pudiera dejar de hacerlo cuando enfrentaba las cosas la próxima vez, entonces en verdad me había arrepentido. Sólo cuando leo estas palabras hoy me doy cuenta que estas conductas superficiales no representaban el verdadero arrepentimiento, y por esta razón, a veces fallaba en ganar la misericordia de Dios.

Y luego, vi más palabras en el libro, “Este ‘camino de maldad’ no se refiere a un puñado de actos malvados, sino a la fuente de mal detrás del comportamiento de las personas. ‘Arrepentirse de sus caminos de maldad’ significa que aquellos en cuestión nunca cometerían estos actos de nuevo. En otras palabras, nunca se comportarán de esa forma malvada de nuevo; el método, la fuente, el propósito, la intención y el principio de sus acciones han cambiado todos; nunca más usarán esos métodos y principios para traer disfrute y felicidad a sus corazones. El ‘despojarse’ en ‘despojarse de toda la violencia de sus manos’ significa deponer o desechar, romper totalmente con el pasado y nunca volver atrás. Cuando el pueblo de Nínive abandonó la violencia que había en sus manos, esto demostraba y representaba su arrepentimiento verdadero. Dios observa los exteriores de las personas así como sus corazones. Cuando Dios observó el arrepentimiento verdadero en los corazones de los ninivitas sin dudarlo y también observó que habían dejado sus caminos malvados y abandonado la violencia que había en sus manos, cambió de opinión. Es decir, la conducta y el comportamiento de estas personas, sus diversas formas de hacer las cosas, así como su verdadera confesión y arrepentimiento de los pecados en su corazón, provocaron que Dios cambiase Su opinión, Sus intenciones, se retractase de Su decisión y no los castigase ni destruyese. Así pues, las personas de Nínive consiguieron un final diferente. Redimieron sus propias vidas y al mismo tiempo obtuvieron la misericordia y tolerancia de Dios, punto en el cual Dios también retrajo Su ira”. Ahora, mi entendimiento del sincero arrepentimiento de los Ninivitas a Dios de nuevo se había profundizado: El verdadero arrepentimiento no sólo se refiere a un arrepentimiento mostrado en palabras, ni a algún comportamiento que sea externamente piadoso. Ni significa refrenarse nosotros mismos de un cierto acto malvado. En vez de eso, significa que podemos reflejar la causa raíz de nuestros actos malvados—nuestras intenciones y propósitos de hacer las cosas también como los principios de nuestras acciones, y después de conocerlas, podemos abandonarlas completamente. Sólo entonces nos hemos arrepentido en verdad. Por ejemplo, cuando nos arrepentimos ante Dios después de cometer pecado, podemos darnos cuenta lo que ha causado que cometamos maldad, y una vez que sepan que es debido a nuestras intenciones equivocadas o propósitos de hacer las cosas, y principios de acción, podemos cambiarlas rápidamente, dejar de hacer las cosas por estos métodos, y actuar en todo de acuerdo a las demandas de Dios. Sólo tal es el verdadero arrepentimiento y Dios observará eso. Y personas como esta también recibirán la misericordia de Dios, y serán aceptadas y bendecidas por Él, justo como las personas de Nínive.


Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Devocional cristiano : 17 días al borde de la muerte


Devocional cristiano : 17 días al borde de la muerte

Después de aceptar la obra de Dios en los últimos días, aunque asistí a reuniones, mi corazón no estaba a menudo en ellas. En vez de eso, siempre estaba pensando en cómo hacer mucho dinero y vivir mi vida como un líder. Nunca traté la creencia en Dios seriamente. Sólo cuando me encontré a las puertas de la muerte tuve finalmente un despertar.

Septiembre es la mejor época para recoger castañas. Para aprovechar al máximo esta oportunidad de ganar dinero, una mañana llevé a mis dos hijos a la montaña para que me ayudaran en esa labor. Una vez en la montaña, subí a un castaño de más de nueve metros de altura y, de pie sobre una rama que colgaba a más de seis metros del suelo, golpeé vigorosamente al árbol con un palo de bambú para hacer que las castañas cayesen al suelo. Después de golpear el árbol durante una hora, de repente oí un chasquido e instantáneamente me di cuenta de que la rama sobre la que estaba parado se había roto. Pensé para mí mismo: Estoy perdido. Hay rocas a ambos lados y estacas de bambú rotas. Ya sea que caiga en las rocas o en las estacas de bambú, moriré... Mientras caía con la rama, me apresuré a pedirle a Dios que me salvara. Caí en un pedazo de tierra sin rocas ni estacas de bambú, pero mi cabeza golpeó la rama que se había roto, y fui golpeado por un estallido de dolor. Me costaba respirar y me sentía sofocado. Mi mano derecha comenzó a hincharse mucho y se entumeció. Lentamente, levanté mi mano y mi pierna izquierda y descubrí que todavía podía moverlas. Todo lo que pude oír en ese momento fue a mis dos hijos llorar y gritar: “¡Papá! Papá se ha caído del árbol...” Al escuchar los lamentos de mis hijos, quise responder, pero no pude emitir ningún sonido. Me apresuré a elevar una oración a Dios: “Oh Dios, ahora me he caído de un árbol y tengo miedo de morir. Me siento muy angustiado y débil. ¡Por favor, dame fe!” Después de orar, pensé en las palabras de Dios “¡Dios Todopoderoso es un médico lleno de poder! […] Si aún tienes aunque sea un aliento de vida, Dios no te dejará morir”. Sí, pensé. Dios es un Dios todopoderoso; Él gobierna sobre todas las cosas y controla los destinos de la humanidad. Debo tener fe en Dios, porque mi vida y mi muerte están en Sus manos. Si no es mi hora todavía, entonces Dios no me dejará morir si solo me queda un respiro... Las palabras de Dios me dieron esperanza y valor, y el temor que sentía en mi corazón se aplacó enormemente.

Entonces, mi familia me llevó al Hospital Popular del Condado. Después de examinarme, el médico vio que yo estaba en mal estado y me dijo que me trasladaría al hospital municipal. Aunque no podía hablar, mi mente aún estaba muy clara, y cuando me dijo esto, sentí mucho miedo y seguí clamando a Dios. Más tarde, mi familia me trasladó al hospital municipal. Para entonces, ya eran más de las cinco de la tarde. Después de conocer mi condición, el doctor dijo: “Este paciente fue herido a las diez de la mañana y ya son más de las cinco de la tarde. Está en estado crítico y no podemos tardar más. ¡Rápido, vayan y paguen la tarifa de hospitalización!”

Alrededor de una hora después, llegaron los resultados del examen. El médico los revisó y luego le dijo a mi esposa: “Su marido está en una condición muy crítica. Tiene sangrado en el cerebro, y una vez que la sangre se coagula y bloquea los vasos sanguíneos, podría morir en cualquier momento. También tiene una fisura delgada en las vértebras cervicales derechas, una luxación posterior del cuello y un fragmento de hueso roto en la parte posterior de su cráneo que está presionando un nervio importante. Si este fragmento de hueso se mueve un centímetro hacia abajo, su marido morirá”. El médico le pidió a mi esposa que firmara un formulario y le dijo: “Si quiere que sigamos tratándolo, entonces tendrá que firmar este formulario para demostrar que usted entiende la gravedad de la condición de su esposo...”. Sentí mucho dolor y desesperación cuando le oí decir esto. Si un vaso sanguíneo se bloqueara, entonces mi vida terminaría; nuestras vidas humanas son verdaderamente muy frágiles e insignificantes. Aunque yo estaba mal, si no hubiera sido por la maravillosa protección de Dios ese día, entonces habría muerto allí mismo bajo ese árbol. Al pensar en esto, y con sentimientos de gratitud y autorreproche, le dije una oración a Dios: “¡Oh, Dios! Aunque creo en Ti, no te conozco. Cada vez que asistí a las reuniones, mi corazón no estaba allí, y cada vez que leía Tus palabras, me limitaba a cumplir con las formalidades y les daba una lectura superficial, y en vez de eso solo pensaba en cómo hacer dinero. Hoy caí de un árbol muy alto y no morí, todo por Tu gran protección. No me trataste de acuerdo a mi rebeldía, sino que me salvaste con un corazón misericordioso y perdonador, dándome la oportunidad de arrepentirme. ¡Oh Dios! Me has dado mi vida, y ya sea que viva o muera, la pongo en Tus manos. Deseo someterme a tus arreglos”.

Una vez que fui admitido en el hospital, el médico me insertó un tubo de goteo que me ayudaría a detener el sangrado y a nutrir mi cuerpo al mismo tiempo. Esa primera noche, la sangre que se coagulaba en mi cerebro salió de mi boca, y usé diez rollos de papel higiénico en una sola noche. El día siguiente fue el Día Nacional de China y el médico que me atendía se tomó tres días de vacaciones. Durante estos tres días, la sangre siguió saliendo de mi boca. Al cuarto día, el médico vino de nuevo a examinarme. Las pruebas mostraron que aún tenía sangrado en el cerebro, y él me dijo que yo aún no estaba fuera de peligro. Me examinó otra vez una semana después del accidente. Cuando miró los resultados, sacudió la cabeza y dijo: “Te hemos dado los medicamentos que deberías tomar, pero aún no hemos podido detener el sangrado en tu cerebro. Todavía estás en estado crítico. Los otros médicos que te atienden y yo hemos estado discutiendo tu caso y no hay nada más que podamos hacer por ti. Tu mejor opción es que te transfieran a otro hospital”. Mientras escuchaba lo que el doctor decía, mi esposa no sabía qué hacer para que yo mejorara. Tenía miedo de que me muriera, así que exigió al médico que me operara. El doctor dijo: “Su marido no puede ser operado en este momento. Su cabeza es como una cáscara de huevo rota. Todo lo que podemos hacer es ponerle inyecciones para detener la hemorragia y nutrir su cuerpo. Operarlo sería demasiado peligroso”. Las palabras del doctor vinieron como un rayo desde la nada. Había pasado una semana y aun así yo no estaba fuera de peligro. ¿Podría ser posible que no me curara? ¿Es así como dejaría este mundo? Pero luego pensé en todo lo que había sucedido desde el accidente. Había pasado una semana y los médicos me habían dicho muchas veces que yo estaba en estado crítico y que podía morir en cualquier momento. Y, sin embargo, había llegado hasta aquí y aún no estaba muerto, ¿no había presenciado ya el gran poder de Dios? En ese momento, me di cuenta de la poca fe que tenía en Dios. El hecho de que yo viviera o muriera no dependía de los médicos, sino de Dios. Como dicen las palabras de Dios: “Desde hoy, permitiré que todas las personas empiecen a conocerme a Mí, el único Dios verdadero que lo creó todo, [...] quien controla y dispone todas las cosas, el Rey que está a cargo del reino, Dios mismo, quien dirige el cosmos; más aún, el Dios que controla la vida y la muerte de los seres humanos, quien tiene la llave del Hades”. Sí, pensé. Dios estaba a cargo de mi vida y de mi muerte, y a menos que Dios lo permitiera, no perdería mi vida sin importar el peligro que corriera. En ese momento, mi fe en Dios aumentó un poco. Sin importar lo que pasara, yo quería recurrir a Dios y buscarlo.

Después de eso, me examinaron cada tres días. Cada vez que lo hacían, solo tenía que mover la cabeza un poco y la herida de mi cabeza que acababa de empezar a sangrar se abría y sangraba de nuevo, y yo sentía un dolor tremendo. Ningún analgésico que tomé tuvo efecto. El undécimo día, el médico dijo que yo todavía tenía sangrado en el cerebro y que estaba en una condición muy crítica. Nos pidió de nuevo que me trasladaran a otro hospital lo antes posible.

Mi esposa vio que cada vez que yo hacía el menor movimiento con mi cabeza, comenzaba a sangrar de nuevo y sentía un dolor tremendo. Si me sacudían de camino a otro hospital, entonces ella temía que yo muriera en el camino, y por eso dudaba en acceder a la petición del médico. Me puse muy agitado y sentí que la muerte me llamaba a cada momento cuando ella me habló de sus preocupaciones. También me preocupaba que, como seguía sangrando y no podía ser operado, mi estado empeoraría aún más si me trasladaban al hospital provincial, que estaba tan lejos. Cuanto más lo pensaba, más angustiado me sentía, así que le dije una oración a Dios en mi corazón: “Oh Dios, mi condición es grave en este instante y estoy en constante peligro de morir. Me siento muy dolorido y acorralado. Los médicos de aquí no se atreven a tratarme y han pedido que me trasladen a otro hospital. Oh Dios, me siento muy ansioso y asustado en vista de esta situación. No entiendo Tu voluntad y no sé cómo vivir esta situación. Por favor, dame Tu guía. Quiero actuar de acuerdo a Tu deseo”. Entonces pensé en las palabras de Dios: “La fe es como un puente de un solo tronco: aquellos que se aferran miserablemente a la vida tendrán dificultades para cruzarlo, pero aquellos que están dispuestos a sacrificarse pueden pasar sin preocupación. Si el hombre tiene pensamientos de duda y de temor, es un engaño de Satanás. Él teme que crucemos el puente de la fe para entrar en Dios. Satanás diseña todos los medios posibles para enviarnos sus pensamientos; siempre debemos orar para que la luz que Dios brille sobre nosotros, y siempre debemos confiar en Dios para purificarnos del veneno de Satanás. Siempre debemos practicar en nuestros espíritus el acercarnos a Dios. Debemos permitir que Dios domine todo nuestro ser”. Las palabras de Dios me dieron fe y me di cuenta de que toda mi ansiedad y preocupaciones se debían a las perturbaciones de Satanás. Satanás quería usar mi condición para derribar mi fe, para hacerme vivir en un estado de inquietud y para que yo perdiera mi fe y rechazara a Dios. Todo era un engaño de Satanás. Habían pasado más de diez días desde el accidente y la sangre en mi cerebro seguía saliendo. Pero yo no solo no había muerto, sino que en realidad había estado siempre muy consciente: ¿no era esta la maravillosa obra de Dios? El doctor estaba diciendo ahora que yo todavía estaba en peligro, y esto era una prueba para ver si yo tenía o no verdadera fe en Dios y si confiaba o no verdaderamente en Él. Tenía que evitar caer en la tentación de Satanás, y llegué a estar dispuesto a recurrir a Dios y a buscarlo, y a no perder mi fe en Él. Decidí confiar totalmente mi vida y mi muerte en las manos de Dios y someterme a Su soberanía. Al final, decidimos que no me trasladaran al hospital provincial.

Posteriormente, mi esposa a menudo mojaba una toalla con agua caliente salada y la aplicaba a mi mano derecha lesionada. Poco a poco, los coágulos de sangre en mi mano desaparecieron y el dolor no fue tan intenso. El duodécimo día, mi esposa mojó una toalla y me la puso en la cabeza como una compresa caliente. Había hecho esto durante dos días, los coágulos de sangre en mi cabeza finalmente comenzaron a dispersarse debido al calor, y el dolor en mi cabeza disminuyó lentamente. Esa noche, empecé a sentir un poco de hambre y logré comer un tazón de sopa. No había comido nada, pues había tenido mucho dolor desde que me internaron en el hospital, y ver cómo mejoraba un poco mi condición hizo que mi esposa se sintiera muy feliz. En la mañana del decimotercer día, mi hermano mayor llevó mis escáneres al hospital provincial, se los mostró a cuatro médicos que trabajaban allí y les explicó mi condición. Todos los médicos dijeron: “Llevamos veinte años viendo pacientes y es la primera vez que nos encontramos con un paciente como este. Es un milagro que no haya muerto después de una lesión tan grave en la cabeza. Realmente debe tener a alguien que lo cuide”. Cuando escuché esto, seguí dando gracias a Dios en mi corazón.

Después de estar diecisiete días en el hospital, el médico vio que mi condición ya no era crítica y me pidió que regresara al hospital del condado para recibir tratamiento continuo. Sin embargo, después de que me dieron de alta del hospital, no fui al hospital del condado ni me puse inyecciones nutricionales. Pagué algunos cientos de yuanes por una receta de medicina occidental para llevar a casa y mi esposa me hacía sopa de hueso de cerdo todos los días, y de esta manera, me cuidó hasta recuperar la salud en casa.

Mientras me recuperaba de mis heridas, pensé en un hombre que había estado en la misma sala que yo y que solo tenía cuarenta y tantos años. Cuando estrelló su coche, pudo llamar a su familia y, después de llegar al hospital, se sometió a varias operaciones en su cerebro. Tenía que recibir oxígeno todos los días para poder respirar, y después de eso estaba constantemente en la UCI. Luego había un joven de treinta y tantos años que había estado en la sala junto a la mía. Se había caído y herido los nervios cerebrales. Había sido sometido a una operación fallida en su hospital local y luego trasladado al hospital municipal, pero a pesar de haber sido sometido a dos operaciones sucesivas, murió ocho días después. Yo, en cambio, me había caído de una rama de castaño a más de seis metros del suelo y también me había hecho daño en la cabeza. Mi condición había sido peor que la de ellos y, sin embargo, ahora había salido sano y salvo. Dios realmente me estaba protegiendo. Como dicen las palabras de Dios: “El corazón y el espíritu del hombre están en la mano de Dios y toda la vida del hombre es contemplada a los ojos de Dios. Independientemente de si crees esto o no, cualquiera de todas las cosas, vivas o muertas, cambiarán, se moverán, se renovarán y desaparecerán de acuerdo con los pensamientos de Dios. Así es como Dios gobierna sobre todas las cosas”. Todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, sean vivas o muertas, están bajo el control de Dios y cambian constantemente con el pensamiento de Dios. Pensé que a cada lado de donde yo me había caído había rocas y estacas de bambú. Solo había alrededor de un metro de espacio sin rocas en él y yo había caído exactamente en ese hueco. El médico había dicho que si el fragmento de hueso roto en la parte posterior de mi cráneo se hubiera movido un centímetro más abajo, entonces habría muerto. Después de mi accidente, tuve un sangrado constante en el cerebro y no había podido comer nada. Todos los médicos habían dicho que mis vasos sanguíneos podían bloquearse en cualquier momento y que no había nada más que pudieran hacer por mí. Y sin embargo, contra toda expectativa, yo había sobrevivido milagrosamente. ¿No había sido todo esto debido al gran poder de Dios? En mis experiencias, vi que Dios era muy vívido, real y que estaba a mi lado, vigilándome y protegiéndome constantemente, permitiéndome aferrarme apasionadamente a la vida. Vi que mi vida estaba controlada en las manos de Dios y esto era un hecho que nadie podía negar.

Después, leí estas palabras de Dios: “El requisito primordial de la creencia del hombre en Dios es que tenga un corazón sincero, que se entregue por completo y que obedezca realmente. Lo más difícil para el hombre es entregar toda su vida a cambio de una creencia verdadera, a través de la cual puede obtener toda la verdad y cumplir con su deber como criatura de Dios. Esto es inalcanzable para aquellos que fracasan y lo es incluso más para quienes no pueden encontrar a Cristo. Como el hombre no es bueno para entregarse totalmente a Dios, como no está dispuesto a cumplir con su deber para con el Creador, como ha visto la verdad pero la evita y camina por su propia senda, como siempre busca siguiendo la senda de los que han fracasado y como siempre desafía al cielo, por eso es que él siempre fracasa y cae en las artimañas de Satanás, atrapado en su propia red”. Las palabras de Dios fueron como una espada de dos filos que atravesó mi corazón y me hizo sentir autorreproche y culpa. Como creyente en Dios, uno debe perseguir la verdad, tener fe en Dios y adorar a Dios con un corazón honesto, realizar el deber de un ser creado y estar dispuesto a dedicarse a la obra de Dios, porque solo de esta manera puede uno ganar la alabanza de Dios y alcanzar Su salvación. Aunque yo había creído en Dios, había estado bajo el dominio de la filosofía satánica de que “el dinero es supremo”, y siempre había querido ganar más dinero y vivir como un líder. Había creído que asistir a las reuniones de la iglesia me había quitado tiempo para ganar dinero y nunca me había enfocado en leer las palabras de Dios. Resultó que no solo no gané más dinero, sino que terminé gastando la pequeña cantidad de ahorros que tenía, y si no hubiera sido por la protección de Dios, ya estaría muerto. Finalmente vi que el dinero, la fama y la fortuna eran tan transitorios como una nube en la brisa y que, si uno pierde la vida, sin importar cuánto dinero gane, no sirve para nada; solo creer en Dios, perseguir la verdad, tratar de conocer a Dios, obtener la verdad y vivir por las palabras de Dios es el camino correcto para transitar en la vida. Entonces hice una resolución silenciosa ante Dios de que mi fe en Él sería diferente de como había sido antes. Cada día, me tranquilicé ante Dios y leí Sus palabras, y oré a Dios y confié mi condición en Sus manos. Milagrosamente, después de un mes pude levantarme de la cama y caminar despacio. Más tarde, mi esposa fue conmigo al hospital para otro chequeo y los médicos y enfermeras me miraron sorprendidos. El médico de cabecera les dijo a los otros: “¡Nunca lo hubiera pensado! Creíamos que este hombre tendría muerte cerebral o quedaría paralizado. Y sin embargo, contrariamente a lo que se esperaba, ha podido venir aquí muy pronto y sin ayuda para un nuevo chequeo. Realmente es un milagro...” Al escucharlos hablar de mi caso, supe que todo esto se debía al gran amor de Dios. Dos meses después, pude hacer algunas labores en casa y cumplí con todas las tareas de la iglesia que pude manejar. Entonces, mis hermanos y hermanas de la iglesia encontraron algunas hierbas medicinales para que yo las tomara, y seis meses más tarde me había recuperado completamente y pude hacer trabajos manuales una vez más.

Cada vez que pienso en mi experiencia, me siento en deuda con Dios, y odio aún más a Satanás por usar el dinero, la fama y la fortuna para engañarme y atarme, y para hacerme rechazar a Dios. Mi vida casi se arruina por el daño que causa Satanás. Al mismo tiempo, sentí aún más el amor y la misericordia de Dios por mí, ya que me había salvado de las garras de la muerte. Tomé la resolución de buscar la verdad en serio y nunca más dejar de estar a la altura de los arduos esfuerzos a los que Dios se dedica. Ahora deseo predicar el evangelio con mis hermanos y hermanas para conducir a más personas ante Dios.

Recomendación: Prédicas cristianas

sábado, 25 de julio de 2020

Así que, ¡la Biblia predice que el Señor va a tener un nuevo nombre!


Así que, ¡la Biblia predice que el Señor va a tener un nuevo nombre!


A finales de los años 80, mientras estaba en la universidad, tuve la suerte de escuchar el evangelio del Señor Jesús. A través de reuniones y leer la Biblia, aprendí que el nombre de Dios era Jesús, que Él creó el cielo y la tierra, y que es el único Dios verdadero que gobierna todas las cosas, que con el fin de redimir a la humanidad, fue crucificado, que es nuestro único Salvador, y que debemos defender el nombre del Señor en todo momento, porque la Biblia dice: “Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Conmovida por el Espíritu Santo, anhelaba leer más de la Biblia e ir a reuniones. Mi corazón estaba lleno de paz y gozo. 

Después, no sé por qué, pero mi iglesia se volvió cada vez más desolada. Mi pastor no tenía nada que predicar, había disputas y envidia entre mis compañeros de obra, y la fe y el amor de los creyentes se enfriaron. Para buscar la obra del Espíritu Santo, visité muchas más iglesias, pero lo que encontré fue lo mismo en gran parte, lo que me dejó muy decepcionada. A finales de noviembre de 2017 fui a escuchar el sermón de un pastor famoso. Allí conocí a la hermana Wei. Nos llevábamos muy bien y teníamos conversaciones profundas. Más adelante, la hermana Wei me enseñó una página web donde encontré una clase de estudio de la Biblia y me uní a ella, y allí conocí a un hermano llamado Pedro. En nuestras reuniones de estudio de la Biblia, el hermano Pedro solía compartir a menudo las palabras del Señor como, por ejemplo, cómo hacer la voluntad del Padre celestial, qué tipos de personas pueden entrar en el reino de los cielos, quiénes son las vírgenes sabias, cómo distinguir la voz de Dios, etc. También compartió con nosotros las razones de la desolación en la iglesia, el trasfondo de la obra de Dios en la Era de la Ley y la Era de la Gracia, la relación entre las dos eras y muchas otras cosas que fueron reveladoras para mí. Me ayudó a entender muchos aspectos de la verdad que no había entendido en el pasado. Estaba muy contenta por asistir a una reunión como esta, como si tuviera la sensación que tuve una vez cuando era una nueva creyente en el Señor. Esta reunión estaba llena de la dirección del Espíritu Santo y yo fui conmovida y me sentí enriquecida en mi corazón. Más tarde, a menudo asistía a reuniones de estudio de la Biblia, esperando poder entender más de la verdad y ganar más provisión de vida. 

Conocer la relación entre el nombre de Dios y la obra de Dios

En una reunión, el Hermano Peter dijo: “Hoy, veo escenas de desolación en todas partes del mundo religioso, los creyentes viven sus vidas en un ciclo de pecado y arrepentimiento, y no pueden escapar de la esclavitud y las restricciones del pecado. Dios dijo: ‘[…] seréis pues santos, porque yo soy santo’ (Levítico 11:45). Hebreos 12:14 también dice: ‘[…] y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor’. Dios es santo. Y nosotros somos sucios y estamos llenos de caracteres satánicos de arrogancia, engaño, siendo egoístas y despreciables. Además, siempre vivimos en pecado y a menudo mentimos y engañamos. Cuando nos encontramos con cosas que son molestas para nosotros o cuando nuestra familia no está en paz, incluso culpamos y malinterpretamos a Dios. Es imposible que la gente como nosotros, que a menudo no puede evitar pecar y resistirse a Dios, esté cualificada para entrar en el reino de los cielos. Así que, para salvarnos completamente del pecado, Dios está haciendo una fase de la obra en los últimos días para eliminar nuestros pecados bajo el nombre de Dios Todopoderoso, para que podamos escapar completamente de la esclavitud y el control del pecado, ser transformados y purificados por Dios, y entrar en el reino de Dios”.

Las palabras del hermano Pedro me resultaron muy sorprendentes. Pensé: De verdad vivimos en un estado de pecado y confesión sin ser capaces de escapar de la esclavitud del pecado, y sin estar cualificados para entrar en el reino de los cielos. Me parecía posible que el Señor, basándose en las necesidades de la humanidad, pudiese hacer una nueva obra para eliminar por completo nuestros pecados, pero ¿cómo podía ser posible que el Señor cambiase Su nombre y adoptase un nombre nuevo? Durante más de 2.000 años, los cristianos habían mantenido y orado en el nombre del Señor Jesús, y sólo al creer y confiar en el Señor Jesús podíamos recibir gracia y la salvación. ¿Cómo podía ser posible que el Señor cambiase Su nombre? Me parecía imposible aceptarlo y dije: “Hermano, la Biblia dice: ‘Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos’ (Hechos 4:12). Dice claramente aquí que no hay otro nombre excepto el del Señor Jesús por el que podamos ser salvados. ¿Cómo puedes decir que el Señor tendrá un nombre nuevo y será llamado Dios Todopoderoso cuando regrese? ¿Hay algún fundamento bíblico para esta palabra?”

Pedro me explicó pacientemente: “Hermana, en realidad, la Biblia contiene profecías diciendo que el Señor tendrá un nombre nuevo cuando regrese en los últimos días. Leamos algunos versículos de la Biblia. Apocalipsis 3:12 dice: ‘Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo’ Apocalipsis 1:8 dice: ‘Yo soy el Alpha y la Omega, principio y fin, dice el Señor, que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso’. Apocalipsis 11:17 dice: ‘Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu grande potencia, y has reinado’. E Isaías 13:6 dice: ‘Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso’. Apocalipsis claramente menciona ‘mi nombre nuevo’, lo que quiere decir que Su nombre nuevo no será ‘Jesús’ y los siguientes versículos profetizan el nombre ‘el Todopoderoso’, así que podemos confirmar con estas profecías que, cuando el Señor regrese, tendrá un nombre nuevo y será llamado Dios Todopoderoso”.

Mientras escuchaba la palabra del hermano Pedro, busqué estos versículos en la Biblia y pensé: “Sí, Apocalipsis claramente menciona que Dios tendrá un nuevo nombre, y muchas profecías mencionan “el Todopoderoso.” Parece que, cuando el Señor regrese, tendrá un nombre nuevo. No puede estar equivocado. He leído la Biblia muchas veces, ¿por qué no he visto estos versículos antes?” Estaba especialmente sorprendida por el versículo: “Aullad, porque cerca está el día de Jehová”. Dios Todopoderoso haría la obra de destruir el mundo, ¡no el Señor Jesús! El pensamiento me sorprendió y me emocionó al mismo tiempo. Ahora ya estamos viviendo en los últimos días, y los desastres de todo tipo están empeorando, así que ¿podría significar esto que el Señor ya regresó y fue llamado Dios Todopoderoso? Cuando me di cuenta de esto, decidí tomarme este asunto en serio e investigar más a fondo. 

En ese momento, el hermano Pedro dijo: “Hermana, te leeré varios pasajes de la palabra de Dios. Después de esto, entenderás más claramente la verdad sobre los nombres de Dios. Dios Todopoderoso dice: ‘Algunos dicen que el nombre de Dios no cambia, ¿por qué pasó, entonces, a ser Jesús el nombre de Jehová? Se profetizó la venida del Mesías, ¿por qué vino, entonces, un hombre con el nombre de Jesús? ¿Por qué cambió el nombre de Dios? ¿No se llevó a cabo esa obra hace mucho tiempo? ¿Acaso no puede realizar Dios una nueva obra este día? La obra de ayer puede alterarse y la obra de Jesús puede seguir a la de Jehová. ¿No puede, entonces, la obra de Jesús ser sucedida por otra obra? Si el nombre de Jehová puede cambiar al de Jesús, entonces ¿no puede cambiarse también el nombre de Jesús? Esto no es extraño y las personas piensan así sólo debido a su simpleza’ (“¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?”). ‘¿Por qué son Jehová y Jesús uno, pero se les llama por nombres diferentes en eras diferentes? ¿Acaso no es, porque las eras de Su obra son distintas? ¿Podría un solo nombre representar a Dios en Su totalidad?’ (“La visión de la obra de Dios (3)”). ‘Deberías saber que, originalmente, Dios no tenía nombre. Sólo adoptó uno, dos, o muchos, porque tenía una obra que hacer y tenía que gestionar a la humanidad. Cualquiera que sea el nombre por el que se le llame, ¿no lo escoge Él libremente? ¿Acaso te necesita Él a ti, una criatura, para decidirlo? El nombre por el cual se llama a Dios es acorde a lo que el hombre puede recibir y a su lenguaje, pero este nombre no puede ser condensado por él’” (“La visión de la obra de Dios (3)”).

Después de leer las palabras de Dios, el hermano Pedro compartió: “Dios claramente dice que Él no tenía nombre originalmente. Es sólo porque Dios iba a hacer la obra de la salvación de la humanidad que adoptó diferentes nombres para representar la obra de la era presente. El nombre de Dios se actualiza con Su obra. Al igual que en la Era de la Ley, Dios promulgó leyes y mandamientos y guió al hombre en su vida diaria. Dios se llamó Jehová. Cuando llegó la Era de la Gracia, Dios hizo la obra de redimir a la humanidad. La obra de Dios cambió, así que Su nombre se convirtió en Jesús. En los últimos días, Dios está haciendo la obra del juicio empezando desde la casa de Dios. Es una forma de obra nueva y mejorada y el nombre de Dios cambia sin duda alguna. Sin embargo, independientemente de cómo el nombre de Dios pueda cambiar, se debe a las necesidades de la obra, y nosotros, los humanos, no tenemos derecho a interferir, y mucho menos a utilizar nuestras ideas e imaginaciones para delimitar a Dios. De lo contrario, no tenemos nada de conciencia. La Biblia dice: ‘¿Quién midió las aguas con su puño, y aderezó los cielos con su palmo, […] ¿Quién enseñó al espíritu de Jehová, […]’ (Isaías 40:12-13). Dios es el Creador y el Gobernante de los cielos y la tierra y todas las cosas. Los pensamientos de Dios son superiores a los pensamientos del hombre. Independientemente de si Dios tiene un nombre o adopta un nombre nuevo, todo contiene la sabiduría de Dios, y nosotros, la humanidad, no podemos comprenderlo. Así que, sólo si mantenemos un corazón de humildad y de búsqueda, podemos entender los misterios contenidos allí, y podemos encontrar las huellas de Dios y obtener la salvación de Dios en los últimos días”.

Mi corazón se sintió más ligero después de escuchar la palabra del hermano Pedro, y dije contenta: “Lo entiendo, la obra de Dios no es invariable, y el nombre de Dios cambia con Su obra. Dios no se ciñe a lo antiguo, y cuando la obra de Dios cambia, Su nombre también cambia. ¡Parece que realmente necesito aprender a ser una virgen sabia y a tener un corazón humilde que busca la obra de Dios de los últimos días!”

Entender el significado de los nombres de Dios

Cuando el hermano Pedro escuchó mi entendimiento, se puso muy contento y dio gracias a Dios con emoción. Cuando reflexioné acerca de las palabras de Dios Todopoderoso y sobre lo que el hermano Pedro había compartido, pensé: Como Dios utiliza nombres diferentes en cada era según Su obra, ¿cuál es el significado de estos nombres?” Al pensar en esto, hablé acerca de esta confusión. 

Al escuchar esto, el hermano Pedro dijo: “Hermana, esta pregunta está contestada muy claramente en la palabra de Dios Todopoderoso, así que vamos a leer algunos pasajes de la palabra de Dios. Dios Todopoderoso dice: “‘Jehová’ es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo y guiar su vida. Significa el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. ‘Jesús’ es Emanuel y significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión y que redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte del plan de gestión. [...] En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. [...] Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen que llevó en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se detendría en la Era de la Redención y sería incapaz de progresar más lejos. Los últimos días, además, nunca llegarían y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es sólo para la redención y salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús por el bien de todos los pecadores en la Era de la Gracia y no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad’ (‘El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”’). ‘La obra de Dios a lo largo de toda Su gestión es perfectamente clara: la Era de la Gracia es la Era de la Gracia, y los últimos días son los últimos días. Existen claras diferencias entre cada era, porque en cada una de ellas Dios hace una obra que representa a esa era. Para que se lleve a cabo la obra de los últimos días, debe haber fuego, juicio, castigo, ira y destrucción que pondrán fin a la era. Los últimos días se refiere a la era final. Durante esta, ¿no pondrá Dios fin a la era? Para finalizar la era, Dios debe traer consigo castigo y juicio. Sólo así puede Él poner fin a la era. [...] Por tanto, durante la Era de la Ley, el nombre de Dios fue Jehová, y en la Era de la Gracia el nombre de Jesús representaba a Dios. Durante los últimos días, Su nombre es Dios Todopoderoso, el Todopoderoso, y usa Su poder para guiar al hombre, conquistarlo, ganarlo y, finalmente, concluir la era’” (“La visión de la obra de Dios (3)”).

Cuando terminamos de leer la palabra de Dios, el hermano Pedro siguió compartiendo: “De la palabra de Dios, podemos entender que el nombre que toma en cada era tiene su propio significado. En la Era de la Ley, Dios tomó el nombre de Jehová, que representaba que lo que Dios expresó en esa era se trataba de Su carácter de majestad, ira, maldición y piedad. Con el nombre Jehová, Dios comenzó Su obra en la Era de la Ley. Promulgó las leyes y los mandamientos y enseñó a la humanidad, creada recientemente, a cómo vivir en la tierra. Aquellos que obedecieran las leyes de Jehová recibirían las bendiciones y la gracia de Dios, mientras que los que quebrantaran las leyes serían lapidados o quemados hasta la muerte. Bajo la ley, los israelitas vieron que el carácter de Dios no permitía ninguna ofensa, así que cumplieron rigurosamente las leyes y consideraron santo el nombre de Jehová. Bajo la dirección de Dios, la gente vivió una vida normal y ordenada durante unos miles de años. Al final de la Era de la Ley, la humanidad estaba profundamente corrompida por Satanás y no podía vivir siguiendo los mandamientos y leyes de Dios, de manera que no tenía suficientes ofrendas de pecado para redimir sus pecados, y corría peligro de ser condenada y ser ejecutada por la ley. Por tanto, con el fin de salvar a la humanidad, Dios utilizó el nombre de Jesús para hacer la obra de la redención. Él expresó Su carácter de amor y misericordia. Concedió Su gracia infinita al hombre y finalmente fue crucificado para redimir al hombre de Satanás. Desde entonces, la gente que creyó en el Señor empezó a orar en nombre de Jesús y a disfrutar del perdón de Dios y Su gracia infinita. El nombre ‘Jesús’ existió para permitir que la gente de la Era de la Gracia naciese de nuevo y fuese salvada. El nombre de ‘Jesús’ representa la obra redentora de Dios y también el carácter de amor y misericordia de Dios. Aunque hemos sido redimidos por el Señor Jesús, nuestro carácter satánico todavía está profundamente arraigado dentro de nosotros y nos controla para que pequemos y nos resistamos a Dios en cualquier momento. Con el fin de salvarnos completamente del pecado, Dios ha llevado a cabo Su obra de juicio y castigo con el nombre Dios Todopoderoso. Dios transformará y purificará completamente a los que crean en Él verdaderamente y tengan sed de la verdad, y los salvará del pecado, para que puedan volver a la imagen original de cuando Dios creó al hombre. Mientras tanto, Dios revelará a todos aquellos que odian y desprecian la verdad y se resisten a Dios, separando así a la humanidad según su tipo, y entonces recompensará a los buenos y castigará a los malos, y terminará la obra de Su plan de gestión de seis mil años para salvar a la humanidad. Así que, en los últimos días, Dios se revela a Sí mismo a los hombres con una disposición de justicia, majestad, ira e intolerancia a las ofensas. Les muestra Su carácter original y todo lo que Él es y tiene. Entonces, podemos ver que no sólo lo creó todo, sino que también tiene el dominio sobre todas las cosas. No sólo puede ser la ofrenda del pecado del hombre, sino que también puede perfeccionar, cambiar y purificar al hombre. Él es el Primero y el Último. Nadie puede comprender Su grandeza ni Sus obras. Así que, en los últimos días, este es el significado de que Dios tome el nombre de ‘Dios Todopoderoso.’ Durante el plan de gestión de Dios para la salvación de la humanidad, Él abre una nueva era y termina la era con un nuevo nombre. Si el Señor Jesús todavía fuese llamado Jesús cuando volviese en los últimos días, entonces el plan de gestión de Dios para salvar a la humanidad permanecería en la Era de la Gracia y no seguiría moviéndose hacia adelante, y nosotros viviríamos en pecado para siempre y no podríamos ser limpiados ni entrar en el reino de los cielos”.

El hermano Pedro habló con lógica y respaldó su argumento con evidencia. Dios utiliza diferentes nombres para hacer diferentes obras en diferentes eras, y cada uno de los nombres de Dios representa la obra de Dios y los caracteres de esa era. Esta es la razón por la que Dios toma un nombre en cada era. Yo me había despertado un poco esta vez, y me había dado cuenta de que el versículo “porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado á los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Significa que podemos ser salvados siempre que aceptemos la obra de Dios de la redención e invoquemos el nombre del Señor. Pero, ser salvados sólo se refiere a que los pecados de una persona son perdonados, y si siempre nos aferramos al nombre de Jesús, entonces estaremos atrapados para siempre en la Era de la Gracia, nuestro carácter corrupto no puede ser cambiado y no podemos ser limpiados y salvados por Dios, y finalmente no podemos entrar en el reino de los cielos. 

Yo contesté rápidamente: “¡Sí! ¡Amén! Hermano, tu palabra ha abierto la puerta del conocimiento para mí. Nunca más estaré confundida sobre la razón por la que el nombre de Dios cambia. He creído en el Señor durante décadas, pero nunca he escuchado una verdad como esta. Mis pastores nos piden que defendamos el nombre del Señor, pero ningún pastor ha podido hacerme entender de dónde viene el nombre del Señor o qué significado tiene. Ahora, la palabra de Dios Todopoderoso ha revelado el misterio del nombre de Dios. Dios originalmente no tenía nombre y se le llama por un nombre diferente en diferentes eras debido a las necesidades de Su obra. Cada nombre representa la obra de Dios y la disposición que expresa en esa era. Tiene significado y no es algo que pueda ser determinado por las personas. ¡Ahora estoy segura de que el Señor Jesús ha regresado de verdad y que es Dios Todopoderoso! Así que estoy dispuesta a aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días”.

Sólo al orar en el nombre nuevo de Dios podemos recibir la obra del Espíritu Santo

Una vez, cuando la reunión estaba a punto de acabar, el hermano Pedro dijo que debería orar en nombre de Dios Todopoderoso. Pero yo había estado orando en el nombre del Señor Jesús durante décadas, así que no me sentía muy cómoda orando en el nuevo nombre de Dios. Así que le hablé de mi verdadera condición al Hermano Peter. 

El hermano Pedro dijo: “Hermana, cuando yo empecé a orar en nombre de Dios Todopoderoso, tuvo el mismo pensamiento, pero me encontré con un pasaje de la palabra de Dios que me hizo cambiar de opinión. Déjame leerte este pasaje. Dios Todopoderoso dice: ‘La obra del Espíritu Santo se transforma día a día, elevándose cada vez más con cada paso; la revelación de mañana es más elevada que la de hoy, paso a paso, subiendo cada vez más alto. Tal es la obra por medio de la cual Dios perfecciona al hombre. Si el hombre no puede mantener el paso, entonces, en cualquier momento puede ser abandonado. Si el hombre no tiene un corazón obediente, entonces no puede seguir hasta el final. La época antigua ha pasado; ahora es una nueva época. Y en una nueva época se debe realizar una nueva obra. Particularmente en la época final donde el hombre será perfeccionado, Dios llevará a cabo una nueva obra cada vez más rápido. Por lo tanto, sin obediencia en su corazón, al hombre le será difícil seguir las huellas de Dios’ (“Los que obedecen a Dios con un corazón verdadero, con seguridad serán ganados por Dios”). De las palabras de Dios, entendí que sólo los que obedecen a Dios y obedecen Su obra más reciente con un corazón sincero pueden ganar la obra del Espíritu Santo y recibir la perfección de Dios; mientras que los que no obedecen verdaderamente a Dios, sino que son conservadores, no pueden recibir la obra y la dirección del Espíritu Santo, y mucho menos ser perfeccionados por Dios. Ahora Dios concluye la Era de la Gracia y comienza la Era del Reino con el nombre Dios Todopoderoso. La obra del Espíritu Santo ha sido transferida para sostener la obra de Dios de los últimos días. Los que aceptan y obedecen la obra de Dios Todopoderoso y oran de verdad en el nombre de Dios Todopoderoso reciben la obra y la dirección del Espíritu Santo y disfrutan del placer de la obra del Espíritu Santo. Pero los que no aceptan la obra de Dios Todopoderoso ni oran en el nombre de Dios Todopoderoso no pueden recibir la obra y la dirección del Espíritu Santo. De la misma manera en que Dios se hizo carne para hacer Su obra con el nombre de Jesús, la obra del Espíritu Santo fue transferida para sostener la obra de la Era de la Gracia. Siempre que orásemos e invocásemos el nombre del Señor Jesús, podríamos obtener la obra del Espíritu Santo y disfrutar de la gracia, paz y felicidad otorgadas por el Señor Jesús. Mientras que los que todavía vivían siguiendo las leyes y no aceptaban el nombre del Señor perdieron la obra del Espíritu Santo, viviendo en la oscuridad y siendo abandonados por Dios. Después de reconocer esto, oré en el nuevo nombre de Dios—Dios Todopoderoso. Cuando no entiendo la verdad, oro a Dios Todopoderoso y busco Su voluntad, y entonces, al leer las palabras de Dios, mi corazón siente que, de repente, todo está claro, y entiendo las intenciones sinceras de Dios y me siento tranquila y contenta. Así que, si queremos recibir la obra del Espíritu Santo, deberíamos aceptar y obedecer la nueva obra de Dios desde el corazón y orar en Su nuevo nombre. Sólo de esta manera podemos seguir los pasos de la obra de Dios y recibir la salvación de Dios”.

Después de escuchar las palabras de Dios y la palabra del hermano Pedro, entendí: Cuando empieza una nueva obra de Dios, la obra del Espíritu Santo también se cambia a la nueva obra, de la misma manera que cuando el Señor Jesús vino a hacer Su obra, que es la razón por la que aquellos que aceptaron la obra del Señor Jesús e invocaron el nombre del Señor recibieron la dirección y provisión personal del Espíritu Santo. Aquellos que rechazaron el nombre del Señor no pudieron seguir el ritmo de la nueva obra del Espíritu Santo y fueron rechazados y eliminados por el Espíritu Santo. De la misma manera, Dios ha empezado ahora una nueva era y tiene un nuevo nombre, así que ahora debo aceptar y obedecer sin dudar. Sólo al orar en el nombre nuevo de Dios se puede recibir la obra del Espíritu Santo. Debería actuar según la obra de Dios y no ser conservadora. 

Gracias a Dios. Cuando cambié mis ideas y oré en nombre de Dios Todopoderoso, me sentí tranquila y segura en mi corazón, y cuanto más oraba, más cercana se volvía mi relación con Dios. Al mismo tiempo, me di cuenta de que la razón por la que el mundo religioso se vuelve desolado y por la que los creyentes no obtienen ningún gozo en las reuniones es que no siguen la obra nueva de Dios, y en cambio se aferran al nombre, la obra y las palabras anteriores de Dios, así que sus espíritus están en la oscuridad y no tienen adónde ir. Después de darme cuenta de esto, estuve aún más agradecida por la salvación de Dios que me permitió escuchar la voz de Dios y volver ante el trono de Dios. 

Hoy, en más de medio año desde que acepté la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, he vivido una vida de iglesia, he leído la palabra de Dios y compartido mi conocimiento y experiencia personales con mis hermanos y hermanas, y en este medio año he ganado más de lo que gané en las anteriores décadas de creer en el Señor. Y he disfrutado verdaderamente de tener el riego y el suministro del agua de vida de Dios. ¡Gracias a Dios!

Nota del editor: Hermanos y hermanas, ahora la era ha cambiado, así que tanto la obra de Dios como el nombre de Dios han cambiado con ella. La hermana Xuelan ha aceptado la nueva era de Dios y ora en el nombre nuevo de Dios. Ha seguido los pasos de Dios, ha avanzado en una nueva era y recibido la obra y dirección del Espíritu Santo. Siente dulzor en su corazón y su estado espiritual se ha transformado. ¿Quieres tener tú también una experiencia igual?