miércoles, 30 de septiembre de 2020

Salmo 91:7 - Dios es nuestra única salvación cuando vienen los desastres


En los últimos años, los desastres han ocurrido frecuentemente, nos enfrentamos a todo tipo de desastres, nos sentimos insignificantes, desamparados y asustados. Solamente oramos a Dios y pedimos que Él nos proteja…

La Biblia dice: “Caerán á tu lado mil, Y diez mil á tu diestra: Mas á ti no llegará.” (Salmo 91:7)

Dios dice: “Yo soy la única salvación de la humanidad. Soy la única esperanza de la humanidad y, aún más, Yo soy Aquel sobre quien descansa la existencia de toda la humanidad”.

“[...] Yo soy vuestra torre fuerte, Yo soy vuestro refugio, Yo soy vuestro respaldo y, además, Yo soy vuestro Todopoderoso y Yo soy vuestro todo!”

“Es muy simple ahora: mírame con tu corazón y tu espíritu se fortalecerá inmediatamente, tendrás una senda que seguir y Yo guiaré todos tus pasos. Mi palabra te será revelada en todo momento y lugar. No importa dónde o cuándo, o cuán adverso sea el entorno, Yo te mostraré claramente y Mi corazón te será revelado si me miras con tu corazón; de esta forma correrás el camino que tienes por delante, y nunca te perderás”. De “La Palabra manifestada en carne”

Lea más "Gran tribulación Biblia". Si todavía tienes preguntas o confusiones sobre cómo sobrevivir en el desastre, Haga clic en WhatsApp para comunicarse con nosotros.

Palabra de Dios hoy | Fragmento 26 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I"


Palabra de Dios hoy | Fragmento 26 | "La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I"


Dios pretende destruir el mundo con un diluvio y ordena a Noé construir un arca

(Génesis 6:9-14) Estas son las generaciones de Noé: Noé era un hombre justo y perfecto en sus generaciones y Noé andaba con Dios. Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. La tierra también se había corrompido delante de Dios y estaba llena de violencia. Y Dios miró a la tierra, y vio que se había corrompido, ya que toda carne había corrompido sus caminos en la tierra. Entonces Dios dijo a Noé: el fin de toda carne ha llegado a Mí, porque ellos han llenado toda la tierra de violencia, y por ello los destruiré junto con la tierra. Construye un arca de madera de ciprés; harás cuartos en el arca y la cubrirás con brea por dentro y por fuera.

(Génesis 6:18-22) Pero haré Mi pacto contigo; y entrarás en el arca; tus hijos, tu esposa y las esposas de tus hijos entrarán contigo. Y de cada cosa viviente de toda carne, traerás dos de cada especie dentro del arca, para mantenerlos vivos contigo; serán macho y hembra. De las aves según su especie, y del ganado según su especie, de cada criatura que se arrastre sobre la tierra según su especie, dos de cada clase deben venir contigo, para mantenerlos vivos. Y toma todo lo que se coma, júntalo para vosotros para que os sirva de alimento a ti y a ellos. Y así lo hizo Noé; como Dios le había ordenado, eso hizo.

Después de leer estos pasajes, ¿tenéis ahora un entendimiento general de quién es Noé? ¿Qué tipo de persona es? El texto original dice: “Noé era un hombre justo y perfecto en sus generaciones”. En la mente de las personas modernas, ¿qué tipo de persona es un hombre justo de aquella época? Un hombre justo debía de ser un hombre perfecto. ¿Sabéis si este hombre perfecto es perfecto a los ojos del hombre o perfecto a los ojos de Dios? Sin duda, este hombre era perfecto a los ojos de Dios y no a los de los hombres. ¡Esto es seguro! Y se debe a que el hombre está ciego y no puede ver; sólo Dios ve toda la tierra y a cada persona, sólo Él sabe que Noé es un hombre perfecto. Por tanto, el plan de Dios de destruir el mundo con un diluvio empezó en el instante mismo en que llamó a Noé.

Que llamara a Noé fue una realidad simple, pero la idea principal de lo que estamos hablando —el carácter de Dios, Su voluntad y Su esencia en este relato— no lo es. Para entender estos diversos aspectos de Dios, debemos comprender primero a qué tipo de persona desea Dios llamar y, a través de esto, entender Su carácter, Su voluntad, y Su esencia. Esto es crucial. Por tanto, a los ojos de Dios, ¿qué tipo de persona es este hombre a quien Él llama? Debe ser alguien que pueda escuchar Sus palabras y seguir Sus instrucciones. Al mismo tiempo, debe ser también una persona con sentido de la responsabilidad, alguien que llevará a cabo la palabra de Dios y la tratará como la responsabilidad y el deber que está obligado a cumplir. ¿Debe ser, pues, esta persona alguien que conozca a Dios? No. En aquel tiempo, Noé no había oído gran cosa de las enseñanzas de Dios ni experimentado Su obra en absoluto. Por consiguiente, el conocimiento que tenía de Él era muy limitado. Aunque se dice aquí que caminaba con Dios, ¿vio alguna vez Su persona? ¡La respuesta es definitivamente no! Y es que en aquellos días, sólo los mensajeros de Dios venían a las personas. Aunque podían representarle a Él con lo que decían o hacían, sólo comunicaban la voluntad y los propósitos divinos. La persona de Dios no se revelaba al hombre cara a cara. En esta parte de las escrituras, básicamente, lo único que vemos es lo que este Noé tuvo que hacer y cuáles fueron las instrucciones de Dios para él. ¿Cuál fue, pues, la esencia que Dios expresó aquí? Todo lo que Él hace se planea con precisión. Cuando ve desarrollarse una cosa o una situación, existirá un estándar por el que medirlas a Sus ojos, y este determinará si comienza un plan para lidiar con ellas o para ver cómo tratarlas. Él no es indiferente ni insensible hacia todo. En realidad, es todo lo contrario. Aquí hay un versículo que Dios le dijo a Noé: “el fin de toda carne ha llegado a Mí, porque ellos han llenado toda la tierra de violencia, y por ello los destruiré junto con la tierra”. ¿Afirman las palabras de Dios esta vez, que sólo destruiría a los seres humanos? ¡No! Él declaró que iba a destruir todo lo vivo, lo que tuviera carne. ¿Por qué quería Dios la destrucción? Aquí hay otra revelación del carácter de Dios: a Sus ojos, existe un límite a Su paciencia respecto a la corrupción del hombre, a la inmundicia, la violencia, y la desobediencia de toda carne. ¿Cuál es Su límite? Es como Dios mismo dijo: “Dios miró a la tierra, y vio que se había corrompido, ya que toda carne había corrompido sus caminos en la tierra”. ¿Qué significa la frase “ya que toda carne había corrompido sus caminos en la tierra”? Significa que al llenarse de corrupción el comportamiento de toda cosa viviente y verlo Dios, tuvo que destruirlas, incluidas las que le seguían, las que invocaban Su nombre, las que una vez le sacrificaron holocaustos, las que lo reconocían verbalmente y hasta le alababan. Ese fue el límite de Dios. ¿Hasta qué punto mantuvo Dios, pues, la paciencia con el hombre y la corrupción de toda carne? Hasta el punto en que todas las personas, seguidoras de Dios o incrédulas, dejaron de caminar por la senda correcta y el hombre no sólo estaba corrompido moralmente y lleno de maldad, sino que no había nadie que creyese en la existencia de Dios, y mucho menos que considerara que Él gobierna el mundo, que puede traer luz y el camino correcto a las personas. Hasta el punto de que el hombre despreció la existencia de Dios y no le permitió existir. Una vez que la corrupción del hombre llegó a semejante nivel, Él ya no tendría más paciencia. ¿Qué la sustituiría? Llegarían la ira y el castigo de Dios. ¿No era esto una revelación parcial del carácter de Dios? En esta era presente, ¿sigue habiendo un hombre justo, un hombre perfecto, a los ojos de Dios? ¿Es esta una era en la que la conducta de toda carne sobre la tierra es corrupta a los ojos de Dios? En este día y era, aparte de aquellos a quienes Dios quiere hacer completos, los que pueden seguir a Dios y aceptar Su salvación, ¿no están todas las personas de carne desafiando el límite de la paciencia de Dios? ¿No está lleno de violencia todo lo que acontece a vuestro alrededor, lo que veis con vuestros ojos y oís con vuestros oídos, y experimentáis personalmente cada día en este mundo? A los ojos de Dios, ¿no debería un mundo así, una era así, ser finalizada? Aunque el trasfondo de la era actual sea completamente diferente del de la época de Noé, los sentimientos y la ira de Dios hacia la corrupción del hombre siguen siendo exactamente los mismos que entonces. Él puede ser paciente por Su obra, pero según todos los tipos de circunstancias y condiciones, este mundo tendría que haber sido destruido hace ya mucho tiempo a los ojos de Dios. La situación está muy lejos de la que existía cuando el diluvio destruyó el mundo. ¿Cuál es la diferencia? Esto es también lo que más entristece el corazón de Dios, y quizás algo que ninguno de vosotros pueda apreciar.

Cuando iba a destruir el mundo con el diluvio, Dios llamó a Noé para que construyese un arca e hiciese los preparativos. Dios podía llamar a un hombre —Noé— para que hiciese esta serie de cosas para Él. Pero en esta época actual, Dios no tiene a quien llamar. ¿Por qué? Todos los aquí presentes entienden y conocen probablemente muy bien la razón. ¿Necesitáis que la explique? Decirlo en voz alta podría haceros quedar mal y pondría nervioso a todos. Algunos podrían decir: “Aunque no somos personas justas ni perfectas a los ojos de Dios, si Él nos ordena algo, seguiremos siendo capaces de hacerlo. Antes, cuando Él decía que se acercaba un desastre catastrófico, empezábamos a preparar alimentos y artículos necesarios en un desastre. ¿No se hacía todo esto de acuerdo a las exigencias de Dios? ¿No estábamos colaborando realmente con la obra de Dios? ¿Acaso no pueden compararse las cosas que hicimos con las que Noé llevó a cabo? ¿No es verdadera obediencia actuar como lo hicimos? ¿No estábamos siguiendo las instrucciones de Dios? ¿No hicimos lo que Él dijo, porque tenemos fe en Sus palabras? Entonces, ¿por qué sigue Dios estando triste? ¿Por qué dice que no tiene a nadie a quien llamar?”. ¿Existe alguna diferencia entre vuestras acciones y las de Noé? ¿Cuál es la diferencia? Preparar comida hoy para el desastre fue nuestro propósito. Nuestras acciones no pueden alcanzar “lo justo”, mientras que Noé es un hombre justo a ojos de Dios. Lo que habéis respondido no va demasiado desencaminado. Lo que Noé hizo es materialmente diferente a lo que las personas están haciendo ahora. Cuando él hizo lo que Dios le ordenó no conocía Sus intenciones. No sabía lo que Él quería llevar a cabo. Dios sólo le había dado un mandato, le había ordenado hacer algo, pero sin proporcionarle demasiada explicación, y él siguió adelante y lo hizo. No intentó descifrar en privado los propósitos de Dios ni se resistió a Él, ni tuvo doblez de corazón. Sólo fue y actuó en consecuencia, con un corazón puro y simple. Hizo todo lo que Dios le permitió hacer; obedecerle y escucharle fueron sus convicciones para hacer cosas. Así fue como lidió de forma directa y simple con lo que Dios le encargó. Su esencia, la esencia de sus acciones, fue la obediencia, no cuestionar, no resistirse y, además, no pensar en sus propios intereses personales ni en sus ganancias y pérdidas. Además, cuando Dios dijo que destruiría el mundo con un diluvio, no preguntó cuándo lo haría ni trató de llegar al fondo de ello, y desde luego no le preguntó cómo lo iba a hacer. Simplemente hizo lo que Dios ordenó. Comoquiera que Dios quisiera hacerlo y con el medio que deseara, él siguió al pie de la letra lo que Dios le pidió y, de inmediato, emprendió acción. Lo hizo con la actitud de querer satisfacer a Dios. ¿Lo hacía para ayudarse a sí mismo a evitar el desastre? No. ¿Le preguntó a Dios cuánto faltaba para que el mundo fuese destruido? No. ¿Le preguntó a Dios o acaso sabía cuánto tardaría en construir el arca? Tampoco lo sabía. Simplemente obedeció, escuchó, y actuó en consecuencia. Las personas de ahora no son iguales; tan pronto como se filtra un poco de información a través de la palabra de Dios, tan pronto como las personas sienten una señal de perturbación o de problema, entrarán en acción de inmediato, sin importar lo que pase e independientemente de cuál sea el precio, preparando lo que comerán, beberán, y usarán después, incluso planeando sus rutas de escape para cuando el desastre golpee. Es aún más interesante que, en este momento clave, los cerebros humanos sean muy “útiles”. Bajo circunstancias en las que Dios no ha dado ninguna instrucción, el hombre puede planearlo todo de forma muy apropiada. Se podría usar la palabra “perfecta” para definirlo. En cuanto a lo que Dios dice, cuáles son Sus propósitos, o lo que Él quiere, a nadie le importa ni lo aprecia. ¿No es esa la mayor diferencia entre las personas de hoy y Noé?

En este relato de la historia de Noé, ¿veis una parte del carácter de Dios? Hay un límite para la paciencia de Dios con la corrupción, la inmundicia y la violencia del hombre. Cuando alcance ese límite, ya no será paciente y comenzará Su nueva gestión y Su nuevo plan, empezará a hacer lo que tiene que hacer, revelará Sus hechos y el otro lado de Su carácter. Esta acción suya no es para demostrar que el hombre no debe ofenderle nunca o que está lleno de autoridad e ira; tampoco es para mostrar que puede destruir a la humanidad. Es que Su carácter y Su esencia santa ya no pueden permitir más que esta clase de humanidad viva delante de Él, bajo Su dominio ni tener más paciencia con ella. Es decir, cuando toda la humanidad está contra Él, cuando no hay nadie a quien pueda salvar en toda la tierra, ya no tendrá paciencia para esa humanidad, y llevará a cabo Su plan sin ningún reparo: destruir a este tipo de humanidad. Ese acto de Dios viene determinado por Su carácter. Es una consecuencia necesaria, y una que cada ser creado bajo el dominio de Dios debe soportar. ¿No demuestra esto que, en esta era actual, Dios no pueda esperar a completar Su plan y salvar a las personas que quiere salvar? Bajo estas circunstancias, ¿qué le preocupa más a Dios? Desde luego no la forma en que le tratan o se resisten quienes no le siguen en absoluto o quienes de cualquier modo se oponen a Él ni cómo lo difama la humanidad. Lo único que le preocupa es que quienes le sigan, los que son objeto de Su salvación en Su plan de gestión, hayan sido perfeccionados por Él si han logrado satisfacerle. En cuanto a los que no le siguen, simplemente provee ocasionalmente un poco de castigo para expresar Su ira. Por ejemplo: tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas, etc. Al mismo tiempo, protege firmemente y cuida a quienes lo siguen y están a punto de ser salvados por Él. Este es el carácter de Dios: por un lado puede darles una paciencia y una tolerancia extremas a aquellos a los que pretende perfeccionar, y aguarda por ellos tanto como le es posible; por otro, Dios odia y detesta intensamente a las personas tipo-Satanás, que no lo siguen y se oponen a Él. Aunque a Él no le importa si esta gente tipo-Satanás lo siguen o lo adoran, Él sigue aborreciéndolos a la par que alberga paciencia hacia ellos en Su corazón, y mientras determina el final de esta gente tipo-Satanás también aguarda la llegada de los pasos de Su plan de gestión.

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Reflexión Cristiana:Cómo hacer la voluntad de Dios



Reflexión Cristiana:Cómo hacer la voluntad de Dios

Después de desayunar, Yeqi encendió su computadora y se conectó a Facebook. Buscó la cuenta de su amiga Lina y, mientras sus dedos recorrían el teclado, le preguntó: “¿Estás en línea? Hay un asunto del cual me gustaría hablarte. Esta mañana, mientras leía mi devocional, me topé con este versículo: ‘Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad”’ (Mateo 7:22-23). He estado pensando en las palabras del Señor y estoy un poco confundida. ¿Por qué dijo el Señor que aquellos que oraban, predicaban, expulsaban demonios y hacían obras maravillosas en Su nombre, no sólo no tenían la aprobación del Señor, sino que el Señor realmente los llamaba obreros de la iniquidad? ¿Qué pasa aquí? Comprendo que, en el pasado, y al igual que estas personas, he viajado para difundir el Evangelio a través del viento y la lluvia, me he esforzado con entusiasmo para el Señor y le he dado una décima parte de mis ganancias como diezmos. Pensé que esto era hacer la voluntad de Dios, y que, finalmente, recibiría la aprobación del Señor. Pero, ahora, realmente no estoy segura acerca de estas cuestiones, y no sé cómo debería ver el asunto”.

Poco después, se escuchó una notificación en la computadora y Yeqi vio que Lina le había enviado un mensaje. Lo abrió rápidamente. Decía: “Acabo de conectarme y vi tu mensaje. Has hecho una pregunta muy importante, relacionada directamente con si podemos obtener la aprobación del Señor y entrar en el reino de los cielos. Pero mi entendimiento es muy limitado, por lo que aquí sólo puedo contarte un poco sobre mis propios puntos de vista y luego podremos discutirlos.

“Muchos hermanos y hermanas en el Señor opinan que si pueden abandonarlo todo para dedicarse al Señor, sufrir y pagar un precio para difundir el evangelio del Señor y persistir en estas cosas hasta el final, obtendrán la aprobación del Señor, y cuando Él regrese, serán arrebatados para entrar al reino de los cielos. Pero, ¿este punto de vista encaja con la voluntad del Señor? Recuerda que los fariseos viajaron a los confines de la tierra para difundir el evangelio, sirvieron a Dios en el templo sin importar la estación del año, el calor o el frío, e hicieron muchas buenas obras. ¿Recibieron la aprobación del Señor? ¡Parece que no! Todos sabemos que a pesar de que los fariseos parecían sufrir mucho y pagar un alto precio por difundir el evangelio de Dios, cuando Él se encarnó en la forma del Señor Jesús para hacer la obra de redimir a la humanidad, ellos se mantuvieron firmes con sus propias nociones y fantasías, se resistieron y condenaron a Dios, e incluso incitaron a las masas a crucificar al Señor Jesús para proteger su posición y sus ingresos. Esto prueba que, aunque alguien parezca sufrir, pagar un precio y realizar buenas acciones, no representa que hagan la voluntad de Dios, ¡ni tampoco que conozcan u obedezcan a Dios!

“Así que mira entre los creyentes en Dios en la actualidad. Aunque muchos de nosotros abandonamos nuestros hogares y carreras, laboramos y trabajamos, viajamos a través del viento y de la lluvia y sufrimos mucho, ¿estamos verdaderamente en pos del corazón de Dios y haciendo estas cosas por amor a Él? Algunas personas creen que si trabajan para el Señor, Él les concederá paz y alegría, y se asegurará de que sus familias estén seguras y tengan una posición acomodada. Debido a que su intención es recibir bendiciones, cuando encuentran dificultades, pruebas y desastres, malinterpretan y culpan al Señor o, en casos graves, incluso lo abandonan o lo traicionan. Hay otros que, mientras se dedican a Dios, también satisfacen sus deseos carnales, mienten y engañan para servir a sus propios intereses, sólo hablan de los aspectos positivos de sí mismos frente a sus hermanos y hermanas, y nunca le hablan a nadie de su verdadera condición, ofreciendo una imagen falsa, confusa y engañosa de sí mismos. Otros más trabajan y dan sermones para forjar una imagen y una posición para sí mismos. Tratan de hacer que los demás los admiren, y el resultado es que traen a los demás ante ellos, y los hermanos y hermanas los adoran sin tener un lugar para Dios en sus corazones ... ¿Cómo podrían estas personas estar de acuerdo con la voluntad de Dios? Existen muchas impurezas dentro de nosotros; sin embargo, afirmamos estar haciendo la voluntad de Dios. ¿No es esto hipocresía? ¿No es engañar a Dios y blasfemar en Su contra? Así pues, el Señor Jesús dijo: ‘Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad”’ (Mateo 7:22-23). Con esto, el Señor quiere expresarnos claramente Su voluntad, que detesta la apariencia de dedicación y del pago de un precio que conlleva toda clase de intenciones incorrectas e impurezas”.

Yeqi estaba muy conmovida cuando vio que Lina había entendido. Dedicarse, pagar un precio y sufrir mucho por el Señor en apariencia, mientras tenemos muchas impurezas e intenciones incorrectas dentro de nosotros, ¡esta es nuestra verdadera condición! Ella pensó en cómo se había dedicado con entusiasmo al Señor y había soportado mucho sufrimiento, pero lo hizo para obtener las bendiciones del Señor, para que el Señor se asegurara de que su familia estuviera segura y su vida profesional no tuviera problemas, y que, cuando el Señor regresara, ella sería arrebatada al reino de los cielos. Cuando sucedían cosas que iban en contra de sus deseos o su familia padecía dificultades, ella usaba el precio que había pagado como capital para discutir las condiciones con el Señor, culpaba al Señor y se rebelaba contra Él. ¡En verdad, ella no obtendría nunca la aprobación del Señor al pagar un precio y dedicarse de esta manera! Lo que el Señor condenaba no era el precio que pagamos externamente, sino las intenciones incorrectas en nuestro corazón. Eso es lo que el Señor detesta.

Después de pensar un rato, Yeqi le envió un mensaje a Lina: “Me sentí muy conmovida luego de leer tu respuesta. Ahora, finalmente, entiendo por qué la predicación y el trabajo por el Señor sólo despertaron Su odio y Sus maldiciones. Esto se debe a que hay demasiadas intenciones e impurezas incorrectas dentro de nosotros. Cuando servimos a Dios con intenciones e impurezas dentro de nosotros, Él detesta esto, pues no concuerda en absoluto con Su voluntad. Entonces, ¿cómo debemos practicar para obtener la aprobación del Señor?

Lina respondió: “Veamos varios versículos de la Biblia relacionados con esta pregunta. El Señor Jesús dijo: ‘No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos’ (Mateo 7:21). ‘Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos;’ (Juan 8:31). ‘[...] Si alguno me ama, guardará mi palabra; […] El que no me ama, no guarda mis palabras; […]’ (Juan 14:23-24). ‘Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento’ (Mateo 22:37-38). A partir de las palabras del Señor, vemos que solo aquellos que hacen la voluntad del Padre pueden entrar al reino de Dios. Hacer verdaderamente la voluntad del Padre significa practicar las palabras del Señor, cumplir los mandamientos del Señor, dedicarse y trabajar de acuerdo con los requisitos del Señor, y buscar el amor de Dios y satisfacerlo en todas las cosas. Aquellos que verdaderamente hacen la voluntad del Padre, independientemente de si la obra y las palabras de Dios concuerdan con sus propias nociones, pueden obedecer absolutamente a Dios, poner en práctica las palabras de Dios, ofrecer su lealtad para terminar aquello que Dios les confía, no tratar de promover sus intereses personales con Dios, no intentar negociar con Dios y arriesgar incluso su vida para dar testimonio de Dios. Las personas como estas están de acuerdo con la voluntad de Dios y son las que obtienen la aprobación de Dios.

Es como cuando Dios le pidió a Abraham que le ofreciera a su hijo amado como un sacrificio, aunque este requisito no encajaba con sus nociones, y, sin embargo, Abraham obedeció las palabras de Dios, no discutió y se ofreció sinceramente a devolver a Isaac a Dios. Abraham tuvo una obediencia absoluta para con Dios. También era como Job, que no solo era alguien que temía a Dios y rechazaba el mal en su vida cotidiana. Cuando le quitaron sus riquezas e hijos durante sus pruebas, y no entendió la voluntad de Dios, prefirió sin embargo maldecir el día de su nacimiento antes que culpar a Dios, y glorificó el santo nombre de Dios. No hubo negociación o intercambio en la adoración de Job a Dios. Sin importar lo que Dios le concediera o quitara, Job pudo seguir llevando a cabo las enseñanzas de Dios: temer a Dios y evitar el mal. También estaba Pedro, que siguió al Señor Jesús toda su vida y llevó a cabo lo que el Señor le encomendó: “[...] Simón, hijo de Juan, ¿me amas? […] Pastorea mis ovejas” (Juan 21:16). Pedro recordó las palabras del Señor Jesús, buscó amar a Dios y satisfacer a Dios en todas las cosas, llevó a cabo estrictamente la labor de pastorear la iglesia según la voluntad y los requisitos del Señor, y finalmente fue crucificado y colgado boca abajo, obedeciendo hasta la muerte y amando a Dios al máximo. Todas estas eran personas que temían y obedecían genuinamente a Dios, y esas personas son las que verdaderamente hacen la voluntad del Padre. Entonces, hacer la voluntad del Padre no consiste en abandonar y dedicarse a Dios en apariencia, sino practicar las palabras de Dios en todas las cosas, buscar amar a Dios y satisfacerlo, y tener obediencia y lealtad absolutas a Él. Esto es lo que deberíamos practicar, y, también, a lo que deberíamos entrar”.

Yeqi miró fijamente la pantalla de su computadora, y quedó atrapada en sus pensamientos por un largo rato. Nunca había imaginado que a pesar de todos sus años de creencia, hasta hoy descubriría lo que significa hacer la voluntad del Padre. Ella estaba feliz de poder entender este aspecto de la verdad, pero también reconoció que había demasiadas impurezas en su trabajo para el Señor. Ella desea traicionar sus malas intenciones, seguir los ejemplos de Job y Pedro, buscar la voluntad de Dios en todas las cosas, practicar de acuerdo con la palabra de Dios, buscar obedecer y amar a Dios y convertirse en alguien que hace la voluntad del Padre. Cuando se le ocurrió esa idea, le envió una gran carita sonriente a Lina ...

Recomendación: Prédicas cristianas

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

lunes, 28 de septiembre de 2020

Estudio bíblico sobre la oración: Jesús enseña a orar - Mateo 6:5



Estudio bíblico sobre la oración: Jesús enseña a orar - Mateo 6:5

Versículo de la Biblia sobre evangelio de hoy

"Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa".

(Mateo 6:5)


¿Sabe usted cómo orar para obtener la respuesta del Señor Jesús?

Hermanos y hermanas, que la paz del Señor esté con ustedes. Hoy vamos a tener comunión acerca de la verdad con respecto a la oración. Como es conocido por todos los creyentes en el Señor, la oración es indispensable para nosotros Sus seguidores. Si un cristiano no ora, no merece ser llamado cristiano. A través de la oración tenemos fe para practicar las enseñanzas del Señor Jesús, a través de la oración somos iluminados y guiados por Él, a través de la oración nuestro trabajo y dedicación pueden estar en línea con Su corazón, a través de la oración podemos salir de la debilidad una y otra vez, a través de la oración podemos tener suficiente fuerza para llevar la cruz y beber de la amarga copa... Obviamente, la vida entera de un cristiano no puede ser separada de la oración. Sin embargo, muchos creyentes preguntan: “¿Por qué mis oraciones no pueden obtener la respuesta del Señor Jesús? ¿Por qué Él no escucha mis oraciones? ¿Por qué no puedo sentir Su presencia en mis oraciones?” Si usted tiene la misma confusión, entonces es probable que algo esté mal con sus oraciones.

¿Por qué las oraciones del fariseo no pueden ser aprobadas por el Señor Jesús?

En cuanto a esta pregunta, podemos encontrar la respuesta en la Biblia, que registra las oraciones de dos tipos de personas. Uno fue escuchado por el Señor Jesús mientras que el otro no fue escuchado. Creo que la mayoría de los hermanos y hermanas que están familiarizados con las Escrituras saben de cuáles dos estoy hablando. Así que primero leamos los siguientes versículos. Se dice en Lucas 18:9-14, “Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: "Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: ‘Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano.’ Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios, ten piedad de mí, pecador.’ Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado”. De estos versículos podemos ver que Dios no aceptó la oración del fariseo sino la del publicano.

Hermanos y hermanas, ¿saben por qué la oración del fariseo no fue aprobada por el Señor sino repudiada por Él? En realidad, Jesucristo nos dijo la razón hace mucho tiempo. Él dijo: “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa” (Mateo 6:5). Esto muestra que las oraciones de los fariseos eran hipócritas. Cuando los fariseos se paraban en las esquinas de las calles, los transeúntes los envidiaban al oír de sus elocuentes oraciones. Lo hacían con el propósito de alardear de sí mismos, exhibirse, ganar los elogios de los demás y construir intencionalmente sus buenas imágenes en los corazones de la gente. Ellos oraron no por establecer una relación apropiada con Dios, sino por lucirse ante los demás. Además, nunca se consideraron a sí mismos pecadores ante Dios e incluso sacrificaron a otros para elevarse a sí mismos. Justo cuando rezaban, “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. ‘Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano’” (Lucas 18: 11-12). Así aborrecía y condenaba el Señor Jesús sus oraciones de esta manera.

Echemos otro vistazo a cómo el publicano le oró a Dios. Dijo, “... Dios, ten piedad de mí, pecador” (Lucas 18:13). De su oración, se puede ver que aunque su oración fue corta, fue verdaderamente honesto y le habló a Dios con el corazón. Dijo lo que tenía en mente en lugar de alardear sobre sí mismo. Además, fue capaz de conocer su abyecta humildad ante el Señor, y de orar a Él en la posición de pecador. El publicano adoraba a Dios en espíritu y en verdad, y su boca y su corazón eran como uno solo. No oraba en un lugar donde había mucha gente, ni prestaba atención a cómo lo miraban los demás. Más bien, prestó atención a cómo Dios lo miraba. Su propósito de orar a Dios era establecer una relación normal con Él en vez de que otros lo vieran. Por lo tanto, Dios aceptó su oración.

¿Cómo debemos orar para obtener la aprobación del Señor Jesús?

Jesucristo nos dijo: “Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería” (Mateo 6:6-7). “Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad” (Juan 4:23-24).

Las palabras de Jesucristo y la comparación de la oración del fariseo con la del publicano nos permiten encontrar una manera de tener una oración apropiada y entender la razón por la cual nuestras propias oraciones no son aprobadas por Dios. Si queremos ser escuchados y guiados por Él, debemos evitar las oraciones vanas, las oraciones en las que menospreciamos a los demás para elevarnos a nosotros mismos, las oraciones en las se alardea deliberadamente, las oraciones en las que no nos reconocemos a nosotros mismos, las oraciones repetitivas como las teorías, las oraciones a medias, las oraciones para quedar bien, las oraciones llenas de mentiras y palabras exageradas y vacías, etc. Por ejemplo, cuando oramos en las reuniones, a menudo decimos palabras bonitas de cuánto hemos dado y gastado, para ser considerados como buenos creyentes por la gente que nos rodea. Esta es la oración de un hipócrita. Muchas veces repetimos las mismas palabras mientras oramos al Señor. A pesar de que pasamos mucho tiempo orando, podemos incluso olvidar lo que hemos hablado con el Señor después de orar. Esta oración a medias se caracteriza por dejarse llevar por las emociones. Muchas veces desarrollamos prejuicios hacia otros, así que nos arrodillamos ante el Señor no para buscar Su voluntad o cómo practicar Sus enseñanzas sino para quejarnos, criticar a otros, y decir cómo somos tolerantes y consecuentes hacia los otros. Este tipo de oración es poner a otros en el suelo para elevarnos a nosotros mismos. Muchas veces cuando vemos la gracia del Señor hacia nosotros, hacemos una promesa a voluntad para satisfacerlo, sin embargo, todavía hablamos y actuamos por nuestro viejo yo y nuestra carne cuando nos enfrentamos con otros asuntos. Esta es una oración que trata de engañar a Dios con mentiras y palabras exageradas y vacías. En nuestra vida diaria, a menudo hacemos oraciones que no conforman con el corazón de Dios. Como resultado, Él no escucha nuestras oraciones. Si queremos ser guiados por Él en nuestras oraciones, debemos evitar las oraciones que Él detesta. Sólo así nuestra relación con Él será cada vez más cercana.

De acuerdo con las palabras de Jesucristo, sabemos que Su mandamiento para nuestras oraciones es hablarle a Él de nuestros corazones en espíritu y en verdad. Él demanda de nosotros un corazón honesto en lugar de muchas palabras o palabras bonitas. Sólo tales oraciones pueden ser aprobadas por Dios.

(Traducido del original en inglés al español por Diana Villarrea)

Recomendación: Prédica sobre la oración

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Después de escuchar con el corazón, he recibido el regreso del Señor

Nací en Estados Unidos en 1994. Mis padres son chinos. Mi madre era el clásico ejemplo de una mujer de carrera exitosa. Tiene sus propias ideas y es muy competente. Quiero mucho a mi madre. Cuando estaba en segundo de primaria, mis padres me llevaron de vuelta a China para que pudiera aprender chino. Fue también por aquel entonces cuando empecé a conocer al Señor Jesús. Recuerdo que un día en 2004 al llegar a casa del colegio había una invitada en nuestra casa. Mi madre me la presentó y me dijo que era una pastora de Estados Unidos. Estaba muy contento porque fue entonces cuando descubrí que mi madre había creído en el Señor Jesús durante algún tiempo. Antes no creía. Cada Año Nuevo Chino quemaba incienso y adoraba a Buda. Sin embargo, cuando mi madre empezó a creer en el Señor Jesús dejé de tener que oler el tufillo a quemado del dinero de papel de Joss y del incienso. Aquel día la pastora estadounidense me contó una historia sobre el Señor Jesús. Poco después me llevaron al baño y antes de que pudiera reaccionar, “plop”, la pastora me había metido la cabeza en la bañera y la sacó pasado un momento. Lo único que escuché fue a mi madre y a la pastora diciéndome: “Bienvenido al abrazo del Señor Jesús. Todos somos ovejas perdidas”. De esta manera emprendí sin darme cuenta un nuevo viaje de vida. Sin embargo, mi corazón estaba muy feliz porque el Señor estaba conmigo. Después de esto iba a la iglesia cada domingo para adorar y para escuchar a la pastora hablar de las historias de la Biblia y leer las escrituras. Durante todo aquel tiempo fui muy feliz. Mi corazón estaba tranquilo y sentía que creer en el Señor Jesús era algo realmente bueno.

En 2008 mi padre me acompañó a Estados Unidos para que pudiera estudiar allí. Durante aquel tiempo iba a la iglesia y participaba en comunicaciones. En 2012, después de graduarme del instituto, mi padre me compró un billete de avión para que pudiera volver a China a visitar a mi madre. Justo antes de irme, mi padre se sentó conmigo y me dijo unas sentidas palabras. Me contó que mi madre había empezado a creer en el Relámpago Oriental en China. Esperaba que a mi regreso pudiera hablar con mi madre y hacerle abandonar su fe en el Relámpago Oriental. Como estudiante a punto de entrar en la universidad, por supuesto, no iba a escuchar sólo la versión de mi padre. Poco después me metí en Internet y busqué información relacionada con el Relámpago Oriental. Quería tener un entendimiento más realista sobre ellos. Como resultado, encontré algunas opiniones provenientes del gobierno del PCCh y de los pastores y ancianos del mundo religioso que condenaban y calumniaban al Relámpago Oriental. Empecé a sentirme preocupado por mi madre. Decidí ir a casa a ver cómo estaba. Cuando lo hice, todo me pareció normal respecto a ella. Su preocupación y amor hacia mí no habían cambiado. Su fe y amor a Dios habían crecido y era más devota que antes. Entonces me sentí un poco menos preocupado por ella.

Durante el tiempo que pasé de vuelta en China, mi madre, como esperaba, me habló del Relámpago Oriental. Dijo: “El Señor Jesús ya ha regresado y ha empezado a llevar a cabo una etapa de la obra de juicio empezando por la casa de Dios…”. Por las palabras de mi madre entendí que en esta ocasión el Señor Jesús se había hecho carne y venido como una mujer para llevar a cabo Su obra. Sólo recuerdo que en aquel momento la miré fijamente, perplejo porque aquello era completamente diferente de lo que me habían contado acerca del Señor Jesús cuando estaba en Estados Unidos. En los sermones mi pastor siempre hacía énfasis en que Jehová Dios es el Padre santo y en que el Señor Jesús es el Hijo santo. Puesto que Ellos eran Padre e Hijo, ambos eran varones. Además, todos los retratos del Señor Jesús que había colgados en la iglesia y todas las cruces con el Señor Jesús indicaban que Él era varón. Sin embargo, mi madre me dijo que esta vez el Señor Jesús ha regresado como una mujer. Esto excedía completamente mi conocimiento del Señor Jesús. Mi corazón no podía aceptarlo y le dije a mi madre: “El Señor Jesús es varón. Cuando regrese el Señor, ¿cómo es posible que lo haga como mujer?”. Mi madre respondió: “Dios es Espíritu en esencia. Dios no tiene género. Sólo eligió un género diferente porque Él se ha hecho carne para llevar a cabo la obra de la salvación…”. Sin embargo, puesto que el punto de vista que me había inculcado mi pastor era la primera impresión y la más fuerte, independientemente de lo que dijera mi madre, yo no lo creía.

Joven esta leyendo la Biblia

Unos días después, mi madre quería llevarme a asistir a una congregación con ella. Aunque yo no quería ir, fui con mi madre porque la respetaba. Recuerdo que allí había una hermana del noreste de China que dijo: “Los últimos días ya han llegado. El Señor Jesús ya ha vuelto en la carne y vive entre nosotros. Él está llevando a cabo la obra de la Era del Reino. En la actualidad las iglesias de la Era de la Gracia ya no tienen la obra del Espíritu Santo y están completamente desoladas…”. Sin embargo, como mi corazón estaba ya cerrado, todavía sostenía que el Señor Jesús es varón y que cuando regresara seguramente volvería como varón. Esa era la razón básica por la que no creía en lo que decía aquella señora. Durante el resto de mi estancia en China seguí muy desconcertado: ¿Por qué iba a volver el Señor Jesús como una mujer? Me preocupaba que mi madre estuviera caminando por la senda equivocada. Lo único que podía hacer era orar por mi madre: “¡Señor Jesús! Por favor, guarda a mi madre y asegúrate de que no camine por la senda equivocada. Guíala de vuelta a tu abrazo…”.

Tras volver a Estados Unidos seguí asistiendo a la adoración en mi iglesia. Sin embargo, descubrí poco a poco que la mayoría de lo que decía mi pastor era anticuado y repetitivo. Además trataba específicamente sobre donar a la iglesia. Como creyentes, no nos era posible obtener una auténtica guía. Muchas personas se quedaban dormidas durante las congregaciones y el número de asistentes disminuyó gradualmente. En 2014 la iglesia donde iba se topó con una desgracia significativa. El pastor había utilizado dinero público para comprarse una casa en otro estado y a consecuencia de ello nuestra iglesia cayó en la quiebra. Al ver todo aquello me sentí muy decepcionado. Entonces mis compañeros de clase me llevaron a su iglesia a participar en la adoración. Ésta era mucho más grande que la iglesia donde yo iba antes. Cada domingo, cuando el pastor daba su sermón, me sentaba en la fila superior a escuchar. Sin embargo, de nuevo, noté que muchas personas se quedaban dormidas. A veces, incluso yo empezaba a quedarme dormido. A menudo el pastor alzaba la voz deliberadamente en un intento por despertar a los hermanos y hermanas. Pero sus intentos de hacer que escucháramos sus sermones fracasaron. Recordé la iglesia anterior a la que asistía, donde el pastor había desviado el dinero de la iglesia para comprarse una casa. Sus sermones no podían satisfacer las necesidades de la vida espiritual de los hermanos y hermanas. En cambio, ¡básicamente iban a la iglesia a dormir! La iglesia a la que acudía en aquel momento también era así. Me pregunté: “¿Es posible que todas las iglesias estén desoladas?”. De repente recordé mi regreso a China en 2012 y las cosas que habían dicho mi madre y esa señora del noreste de China. Me habían dicho: “Dios ha empezado la obra de la Era del Reino. La Era de la Gracia ha concluido. Dios ya no obra en las iglesias que pertenecen a la Era de la Gracia. Sólo siguiendo la obra de Dios en la Era del Reino puede uno obtener la obra del Espíritu Santo”. Esa fue la primera vez que me pregunté: “¿Es posible que el Señor Jesús haya regresado realmente?”.

En un abrir y cerrar de ojos, ya era finales de 2015. Recibí la noticia de que mi madre había viajado a San Francisco para visitar a mi hermano mayor. Compré un billete de avión para poder ir a verla. Una vez más, mi madre mencionó el Relámpago Oriental, el segundo advenimiento del Señor Jesús. También me hizo ver muchos videos del evangelio de la Iglesia de Dios Todopoderoso, así como leer muchas de las palabras de Dios Todopoderoso. Esta vez no me resistí como antes porque en los últimos dos años había visto muchas escenas de desolación en las iglesias a las que iba. Eso me confirmó lo que me decían de la desolación en las iglesias. ¡En efecto, es verdad! Empecé a calmar mi corazón y a escuchar lo que decía mi madre para poder abrir los grilletes que había en mi corazón. En ese momento mi madre se enfocó en mis nociones. Me leyó las palabras de Dios acerca del aspecto del género de Dios. Aquello me impresionó profundamente. También explicaba la confusión que yo tenía desde el principio con respecto al género del Señor que ha regresado. Dios todopoderoso dice: “Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene un sentido real. Cuando Jesús llegó, era varón, y en este momento es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera llegado y aparecido como una mujer, en otras palabras, si una niña recién nacida, no un niño, habría de ser concebido por el Espíritu Santo, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Igualmente, si un varón tuviera que completar esta etapa de la obra, la misma se completaría también. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos obras se repite ni ellas entran en conflicto entre sí […]. Si Él no se hubiera hecho carne en esta etapa para realizar personalmente una obra de la que el hombre fuera testigo, este tendría siempre la noción de que Dios es sólo varón, no mujer” (‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne”). “La sabiduría, lo maravilloso, la justicia, y la majestad de Dios nunca cambiarán. Su esencia y lo que Él tiene y es nunca cambiarán. Sin embargo, Su obra siempre está progresando hacia adelante, profundizando, porque Dios siempre es nuevo y nunca viejo […]. Si Dios sólo se encarnó como varón, las personas lo definirían como tal, como el Dios de los hombres, y nunca creerían que es el Dios de las mujeres. Entonces, los hombres creerían que Dios es del mismo género que los hombres, que Él es la cabeza de los hombres; ¿y qué hay de las mujeres? Esto es injusto; ¿no es un trato preferencial? Si fuera el caso, todos aquellos a quienes Dios salvó serían hombres como Él, y no habría salvación para las mujeres. Cuando Dios creó a la humanidad, creó a Adán y a Eva. No sólo creó a Adán, sino que hizo tanto al varón como a la mujer a Su imagen. Dios no es sólo el Dios de los hombres, también lo es de las mujeres” (‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”). Después de terminar de leer las palabras de Dios el asunto que me reconcomía desapareció casi al instante. Sentí en mi corazón que aquellas palabras eran correctas. Al principio Dios creó a Adán y Eva. En el origen, hombres y mujeres eran iguales. Siendo ese el caso, ¿¡por qué no puede volver Dios como mujer!? La esencia de Dios es Espíritu. Por supuesto, Él puede asumir una identidad de cualquier género cuando viene entre nosotros para llevar a cabo Su obra. Independientemente de si Dios se encarna como varón o mujer, es elección de Dios. Él tiene derecho a elegir con qué género encarnarse porque Dios es el gobernador de todas las cosas y Él es el Creador. ¿La obra de Dios está limitada por las personas? ¿Qué es el hombre comparado con Dios? ¿Acaso el hombre no es sólo polvo? ¿Cómo puede el hombre comprender la sabiduría de Dios? Antes yo creía que Dios sólo podía ser varón. Verdaderamente definí a Dios y eso revela que no tenía ningún conocimiento de Dios. Era demasiado arrogante y tonto.

Después de leer más de las palabras de Dios, se extinguieron completamente mis nociones acerca de Dios encarnándose esta vez como una mujer para llevar a cabo la obra. También pude aceptar que Dios ya ha regresado para llevar a cabo una nueva obra. Sin embargo, todavía no estaba cien por cien seguro de la obra de Dios Todopoderoso porque había leído propaganda negativa en Internet sobre resistirse y condenar a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Como consecuencia tenía todavía un poco de aprensión en mi corazón. Pensé que tal vez debería analizarlo detenidamente y ver si la Iglesia del Dios Todopoderoso era así. A consecuencia de ello, a partir de febrero de 2016, con una mirada objetiva, tuve oficialmente reuniones en Internet con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. También oré a Dios que me guiara y me llevara a distinguir qué es verdadero y qué es falso respecto a la propaganda negativa.

Después de un período de investigación, descubrí que cada vez que teníamos una congregación los hermanos y hermanas leían la palabra de Dios, comunicaban la verdad y hablaban sobre las intenciones de Dios. Además, las palabras de Dios Todopoderoso requieren que las personas vivan una humanidad normal y se conviertan en personas honestas. El contenido de las palabras de Dios Todopoderoso también incluye cómo conocer el carácter de Dios, cómo perseguir la verdad para alcanzar la salvación de Dios, etc. Todo esto es necesario cuando se trata de nuestras necesidades de vida espiritual y es beneficioso para que nosotros vivamos auténticamente como seres humanos. Por lo que decían los hermanos y hermanas, pude ver que realmente muestran cuidado y preocupación y se ayudan mutuamente en la vida espiritual. Las intenciones de la conducta de un individuo son evidentes por lo que dice y por los puntos de vista que expresa. A partir de mis interacciones con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso, pude sentir que simplemente no son como aseguraban las informaciones en Internet. En cambio, son muy bondadosos y sinceros. Tienen un corazón que reverencia a Dios en todo lo que dicen y lo que hacen. Además, sentí que la obra del Espíritu Santo está ahí. Estos hermanos y hermanas buscan la verdad con pasión. En su comunicación de las palabras de Dios en las congregaciones y en sus experiencias y conocimiento individuales, ciertamente estaban presentes el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo. Cada vez que teníamos una congregación me era posible obtener un cierto entendimiento de la verdad y ganar algo. Aquello era algo que no había experimentado en las iglesias a las que asistí en el pasado. La verdad triunfa sobre la mera retórica y los rumores se ponen en duda frente a los hechos.

En una reunión posterior le hablé a la hermana sobre los rumores inventados por el gobierno del PCCh y por los pastores y ancianos del mundo religioso. Yo no lo entendía: la Iglesia de Dios Todopoderoso tiene la obra del Espíritu Santo y es la iglesia que ha hecho Dios tras aparecer para llevar a cabo Su obra en los últimos días. ¿Por qué se enfrenta a la oposición y a la condena frenéticas del gobierno del PCCh y de los pastores y ancianos del mundo religioso? La hermana habló conmigo sobre la verdad de ese tema: “Debemos comprender los rumores que circulan por Internet. ¡No es extraño que el gobierno del PCCh y los pastores y ancianos del mundo religioso ataquen y juzguen la obra de Dios de los últimos días y condenen a la Iglesia de Dios Todopoderoso porque desde tiempos antiguos el verdadero camino ha sido perseguido! Satanás siempre ha sido enemigo de Dios. Inventa y difunde todo tipo de rumores para engañarnos y perturbarnos para que nos abandonemos y traicionemos a Dios. Su objetivo es controlarnos y poseernos. Esto es parecido al principio, cuando Satanás usó rumores para engañar a Eva para que negara la palabra de Dios y lo traicionara. Cuando el Señor Jesús vino a hacer su obra, los sumos sacerdotes, los escribas y los fariseos también se apoyaron en todo tipo de rumores para engañar al pueblo llano judío. Denigraron al Señor Jesús por ser hijo de un carpintero. Blasfemaron que el Señor Jesús se apoyaba en el gobernador de los demonios para expulsar a los demonios e incluso conspiraron con el gobierno romano para crucificar al Señor Jesús. Después de la resurrección del Señor Jesús, incluso sobornaron a los soldados para que mintieran y dijeran que el Señor Jesús no había resucitado y así impedir que el pueblo llano judío regresara al Señor. En los últimos días Dios se ha encarnado una vez más para llevar a cabo una etapa de obra de juicio para limpiar y salvar al hombre completamente. El evangelio del reino de Dios ya es conocido en la China continental. En la actualidad la obra de Dios Todopoderoso está en proceso de ser difundida a todos los rincones del mundo. Bajo la guía de las palabras de Dios cada vez más personas pueden distinguir las fuerzas malignas que se originan en Satanás. También ven claramente la esencia satánica y demoníaca de los líderes del mundo religioso y del régimen político ateo del Partido Comunista chino. Los rechazan completamente y han empezado a regresar a Dios, a buscar la verdad y a caminar por la senda correcta de la vida. ¿Acaso Satanás va a quedarse de brazos cruzados mientras Dios viene a llevar a cabo la obra de salvar al hombre y de ayudarlo a escapar de la oscura influencia de Satanás? No está dispuesto a ser derrotado. Luchará hasta el final contra Dios por el pueblo elegido de Dios. El mundo religioso y el régimen satánico del PCCh se han unido y, mediante Internet y los medios de comunicación, difunden rumores acerca de la Iglesia de Dios Todopoderoso y calumnian su nombre sin control para engañar a quienes no tienen la verdad ni pueden distinguir. Están intentando obtener el control sobre la raza humana para siempre. Su malvado objetivo es corromper y devorar a la humanidad. Es exactamente como dice la Biblia: “… todo el mundo yace bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19). El Señor Jesús dijo: “Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas” (Juan 3:19-20). En términos de cómo comprender los ardides malignos de Satanás y para no ser engañados por él, Dios Todopoderoso nos exhorta diciendo: “Cuando hayas sufrido experiencias, serás capaz de diferenciar muchas cosas, serás capaz de distinguir entre el bien y el mal, entre la rectitud y la maldad, entre lo que es de carne y hueso y lo que es de la verdad. Tú debes ser capaz de distinguir entre todas estas cosas, y al hacerlo, sin importar las circunstancias, nunca te perderás. Sólo esto es tu verdadera estatura. El conocimiento de la obra de Dios no es una cuestión simple: Debes tener estándares y un objetivo de tu búsqueda, debes saber cómo se busca el camino verdadero, cómo medir si es o no es el camino verdadero, y si es o no es la obra de Dios” (‘Sólo los que conocen a Dios y Su obra pueden satisfacer a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”). Cuando pensamos en el trasfondo de la obra del Señor Jesús y basándonos en la verdad, sopesamos la obra de salvación de Dios en los últimos días y los rumores y mentiras que difunde Satanás para impedir que el hombre regrese a Dios, no es difícil ver las intenciones siniestras de Satanás. Tampoco es difícil comprender las razones por las que el gobierno del PCCh y el mundo religioso se resisten, condenan, reprimen y persiguen a la Iglesia de Dios Todopoderoso”.

Después de escuchar la comunicación de la hermana, gané un poco de discernimiento sobre los ardides de Satanás. También adquirí cierto conocimiento sobre la esencia de Satanás de resistirse a Dios. Además entendí que uno simplemente tiene que analizar y entender prácticamente la obra de Dios para distinguir todos estos rumores y separar la verdad de las mentiras. Si sólo crees ciegamente en la historia parcial y no buscas la verdad ni investigas los hechos, serás engañado por los rumores del Partido Comunista chino y los pastores y ancianos del mundo religioso. Si este es el caso te habrás perdido la salvación de Dios en los últimos días. En aquel momento, mi corazón se sintió agradecido a Dios Todopoderoso por guiarme para entender estas verdades y por ayudarme a estar completamente seguro de que Dios Todopoderoso es el segundo advenimiento del Señor Jesús, para poder seguir los pasos de Dios y dar la bienvenida al regreso del Señor. ¡Gracias a Dios! ¡Amén!

Recomendación: La venida del Señor Jesús

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Mensajes Bíblicos: ¿Se ha enterado alguien de la venida de Cristo?


Mensajes Bíblicos: ¿Se ha enterado alguien de la venida de Cristo?

Introducción: Jesucristo profetizó: “Pero de aquel día y hora nadie sabe, [...]” (Mateo 24:36). Y sin embargo, ahora algunas personas están siendo testigos de que Jesucristo ha vuelto. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Es que nadie se ha enterado de la venida de Cristo? Pero entonces, ¿cómo hemos de entender este versículo?

Durante un estudio de la Biblia, hablé acerca de una cuestión que me tenía confuso desde hacía mucho tiempo: “Hermanos y hermanas, Jesucristo dice ‘Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre’ (Mateo 24:36). En este pasaje vemos que nadie sabrá cuándo va a regresar el Señor, así que, ¿cómo es que tanta gente dice poder dar testimonio de que Jesucristo ha vuelto? ¿Qué significa?” Cuando terminé, algunos se sumergieron en la reflexión y otros dijeron: “Ahora que lo dices, será mejor que lo discutamos”.

Entonces, el predicador Zhao Xun asintió con la cabeza y dijo: “Muy bien, esta cuestión vale la pena discutirla. El Señor dijo que Su llegada pasaría desapercibida a todos. Estos días he estado pensando en ello, y parece que nuestro entendimiento no es puro, y un razonamiento así no tiene sentido. Pensemos en ello: Si el Señor no deja que la gente se entere de Su llegada, ¿cómo podrá la gente seguirle y creer en Él? ¿Cómo puede Dios cumplir Su obra de salvar a la gente? Si nos aferramos a esas palabras, ¿no nos perderemos la llegada del Señor?” Al oír estas palabras, algunas hermanas y algunos hermanos quedaron perplejos, unos inclinaron la cabeza y empezaron a meditar, y otros dijeron: “Tiene toda la razón; ¡Tiene sentido!” Zhao Xun continuó: “Pero entonces, ¿cómo podemos lograr un entendimiento puro de este pasaje? Volvamos a leer este versículo junto con los versículos anteriores: Mateo 24:32-36 dice, ‘Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que El está cerca, a las puertas. En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre’. Estos versículos hablan de las señales del regreso del Señor. De estas palabras yo concluyo que el Señor, tal vez, regrese en carne y hueso, al igual que Jesucristo, pero ni sabemos cuándo, qué día, ni en qué momento Él entrará por la puerta. Es decir, ‘Pero de aquel día y hora nadie sabe, […]’ (Mateo 24:36). lo que significa que nadie conoce el momento en el que Cristo regresará. Es decir, nadie conoce ni el día ni el momento en el que el Señor descenderá, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, tan sólo el Padre (el Espíritu). Sin embargo, después de que Cristo haya vuelto, seguramente Él se lo hará saber a los hombres, porque el propósito de que Dios se reencarne y venga al mundo es para salvar a los hombres. Si viene, pero no se lo comunica a los hombres, ¿cómo podremos recibir Su salvación? Jesucristo dijo: ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo”.’ (Mateo 25:6). ‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo’ (Apocalipsis 3:20). En estos dos versículos vemos que después de la llegada del Señor, alguna gente lo sabrá, y serán ellos quienes divulguen Su evangelio entre aquellos que aún no lo han aceptado. La escritura dice aquí que cuando alguien grite que el novio, que Jesucristo ya ha llegado, tendremos que salir a Su encuentro para darle la bienvenida. Y Él cenará con aquellos que escuchen Su voz y le abran la puerta. Por ello creo que es totalmente erróneo interpretar las palabras: ‘Pero de aquel día y hora nadie sabe, [...]’ (Mateo 24:36).

Tras oír las palabras del hermano Zhao, me sentí iluminado, y entendí de alguna manera el verdadero significado de este pasaje. Sin embargo, al pensar en ello más detenidamente, seguía habiendo algunos aspectos que no me habían quedado muy claros. Así que pregunté: “Hermano Zhao, acaba de decir que cuando Jesucristo vuelva como el Hijo del Hombre, nadie lo sabrá, pero cuando el Señor obre, lo más seguro es que se lo haga saber a los hombres. ¿Cómo lo sabrán los que vayan a divulgar la venida de Jesucristo?”. Al oír aquello, las hermanas y los hermanos estuvieron de acuerdo conmigo. “Muy bien, ¿cómo lo sabrán?” Zhao Xun se puso a pensar en ello durante un rato y luego dijo: “Hermanos y hermanas, antes de contestar a esta pregunta, veamos primero cómo aquellos seguidores de Jesucristo supieron en su momento que Jesucristo era el Mesías. Vemos en la Biblia a Pedro, Felipe, Jacobo, Juan, Mateo y a los demás; cuando el Señor los llamó, ellos no sabían que Jesús era el Mesías, pero siguieron al Señor y escucharon Sus sermones sin dudarlo. Hay muchos versículos en la Biblia que nos dicen que mucha gente siguió al Señor y obedeció Sus enseñanzas después de haber oído hablar de Él. Estos ejemplos nos muestran que antes de nada tenemos que tener una corazón sediento si queremos ganarnos el verdadero camino. Cuando oigamos el mensaje que anuncia la llegada del Señor, o cuando Dios nos envíe a alguien para que nos llame, deberíamos escuchar ese mensaje y buscar la verificación; así tendremos la oportunidad de recibir la inspiración de Dios y reconocer que el Señor es el Mesías. Como dicen las escrituras: ‘Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo’ (Romanos 10:17). Es decir, creer en el camino se basa en oír hablar del camino. Aquellos que siguieron a Jesucristo, vieron las obras de Jesucristo al escuchar Sus palabras, y supieron reconocer que Jesucristo era el Mesías que tenía que llegar. Por ejemplo, cuando Pedro siguió a Jesucristo, recibió la inspiración y la iluminación del Espíritu Santo, y supo inmediatamente que Jesús era Cristo, el Hijo del Dios viviente, porque recibió y pensó detenidamente en las palabras de Dios. Por lo tanto, dijo: ‘Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios’ (Juan 6:68-69). También la mujer de Samaria supo reconocer que Jesús era el Mesías, de quien se había profetizado que vendría, porque supo que sólo Dios examina lo más profundo del corazón del hombre, sólo Dios tiene un conocimiento completo del hombre. También Natanael fue una oveja de Dios, al reconocer la voz de Dios. Natanael sintió que tan sólo Dios podía conocer su identidad antes de verle, porque solamente Dios es omnipotente y omnisciente, y sólo Dios observa lo más profundo del corazón de los hombres. Aparte de reconocer a Dios a través de Sus palabras, también podemos reconocer a Dios a través de Su obra. Por ejemplo, incluso más gente sabía que Jesús era “de Dios” porque habían visto cómo Jesús era capaz de hacer ver a los ciegos, caminar a los lisiados, curar a los leprosos y resucitar a los muertos. Tal como dice la Biblia: ‘Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía’ (Juan 2:23). ‘Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él’ (Juan 3:2). Podemos ver que cuando Jesús vino a la tierra e hizo su obra, supieron que Jesús era el Mesías que iba a llegar porque escucharon los sermones de Jesús y vieron Su obra. Y después de la resurrección de Jesús, Él le encargó a Sus discípulos que pregonasen el Evangelio de la Cruz en todas las naciones. Como dice la Biblia: ‘Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’ (Mateo 28:18-20). ‘pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra’ (Hechos 1:8). Y así vemos cómo el evangelio de Jesucristo fue transmitido por aquellos que fueron los primeros en reconocer que Jesús era el Mesías. De este modo el Evangelio del Señor de la Cruz fue pasando de generación en generación hasta nuestros días. La gente cree en el Señor al escuchar a otros divulgar el evangelio de Jesús. Y del mismo modo, aquellos que testifican que el Señor ha venido, tienen que haber escuchado el sermón de la segunda llegada de Jesucristo y así se enteraron. Es así como hemos creído en el Señor a lo largo de los tiempos: escuchando a otros que divulgaban el Evangelio de la Cruz, y coincide completamente con las palabras ‘Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo’(Romanos 10:17)”.

Cuando Zhao Xun acabó de hablar, los hermanos y hermanas se pusieron inmediatamente a discutir. Yo me puse a pensar en lo que el hermano Zhao Xun había dicho, y experimenté una epifanía. Pensé: “Pero de aquel día y hora nadie sabe, […]” (Mateo 24:36), este versículo significa que nadie conoce el momento en el que Cristo va a venir. Sin embargo, después de que Cristo venga a llevar a cabo Su obra, si quiero saber si el Señor ha venido o no, tendré que escuchar las palabras sobre la llegada del Señor y verificar si se trata de la voz de Dios. En caso contrario, probablemente me pierda la oportunidad de ser arrebatado por el regreso del Señor. Así que debo escuchar las palabras del Señor que predican otros….

(Traducido del original en inglés al español por Eva Trillo)


Recomendación: Estudio bíblico de la venida de Cristo

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domingo, 27 de septiembre de 2020

Palabra de Dios para hoy | Fragmento 55 | "Declaraciones de Cristo en el principio: Capítulo 35"



Palabra de Dios para hoy | Fragmento 55 | "Declaraciones de Cristo en el principio: Capítulo 35"


¡Siete truenos salen del trono, hacen temblar el universo, vuelcan el cielo y la tierra y resuenan por los cielos! El sonido penetra los oídos y las personas no pueden escapar de él ni esconderse de él. Estallan truenos y relámpagos y, en un instante, el cielo y la tierra se transforman, y las personas están al borde de la muerte. ¡Luego, a la velocidad de la luz, el cosmos entero queda envuelto en una violenta tormenta que cae del cielo! En los rincones más alejados de la tierra, como un abundante chubasco, no permite que quede una sola mancha, pues lo lava todo de la cabeza a los pies; nada puede esconderse de ella y nadie se puede resguardar de ella. ¡El repiquetear de los truenos, como destellos de relámpago, brillan con un frío resplandor y hacen que los hombres tiemblen de miedo! La espada de doble filo derriba a los hijos de la rebeldía y el enemigo enfrenta la catástrofe sin un lugar donde esconderse; quedan aturdidos por la ráfaga de viento y lluvia, y, tambaleándose por el golpe, caen muertos de inmediato en las aguas que fluyen y son arrastrados. Solo hay muerte y no hay manera de que sobrevivan. Los siete truenos emanan de Mí y dan a conocer Mi intención, que es derribar a los hijos mayores de Egipto, castigar a los malvados y limpiar Mis iglesias, para que todos puedan tener afinidad entre sí, ser leales a sí mismos y estar unidos a Mi corazón, y, así, todas las iglesias en el cosmos se puedan edificar en una sola. Este es Mi propósito.

El trueno resuena, y el sonido de los lamentos retumba a su paso. Algunos son despertados de su letargo y, sumamente alarmados, buscan en lo profundo de su alma y vuelven de prisa al trono. Cesan sus desenfrenados engaños y sus actos atroces; no es demasiado tarde para que esas personas sean despertadas. Yo observo desde el trono. Observo las profundidades del corazón de los hombres. Salvo a quienes me desean sincera y ardientemente y me apiado de ellos. Salvaré por toda la eternidad a los que me aman en su corazón más que a todo lo demás, a los que entienden Mi voluntad y que me siguen hasta el final del camino. Mi mano los mantendrá seguros para que no enfrenten esta escena y no sufran ningún daño. Algunos, cuando ven esta visión de relámpagos centelleantes, tienen una tristeza inefable en su corazón y se lamentan en extremo. Si persisten en comportarse de esta manera, será demasiado tarde para ellos. ¡Oh, todos y todo! Todo se hará. Este también es uno de Mis medios de salvación. Salvo a los que me aman y derribo a los malvados. Hago que Mi reino sea firme y estable en la tierra y hago saber a todas las naciones y a todos los pueblos, a todos en el universo y en los confines de la tierra, que Yo soy majestad, que Yo soy fuego furioso, que Yo soy el Dios que escudriña en los rincones más profundos del corazón de cada hombre. De este momento en adelante, el juicio del gran trono blanco se revela abiertamente a las masas y a todos los pueblos; ¡se anuncia que el juicio ha comenzado! No cabe duda de que todos aquellos cuyas palabras no son sinceras, aquellos que dudan y no se atreven a estar seguros, aquellos que pierden el tiempo y que comprenden Mis deseos, pero no están dispuestos a ponerlos en práctica, todos ellos deben ser juzgados. Vosotros debéis examinar cuidadosamente vuestras propias intenciones y asumir vuestro lugar apropiado; practicad Mis palabras con sinceridad, valorad vuestra experiencia de vida y no actuéis con un entusiasmo superficial, sino haced que vuestra vida crezca, madure, sea estable y experimentada; sólo entonces seréis conforme a Mi corazón.

Negad a los lacayos de Satanás y a los malos malévolos que perturban y destruyen lo que estoy construyendo, la oportunidad de explotar las cosas para su beneficio. Deben ser severamente limitados y restringidos; sólo pueden ser tratados por medio de una espada afilada. Los peores deben ser arrancados de raíz de inmediato para evitar problemas futuros. Y la iglesia será perfeccionada, libre de toda deformidad, y será saludable, llena de vitalidad y energía. Después del relámpago centelleante, los truenos resuenan. No debéis ser negligentes y no debéis rendiros, sino hacer todo lo que podáis para poneros al día y, con toda seguridad, podréis ver lo que hace Mi mano, lo que tengo la intención de ganar, lo que tengo la intención de descartar y lo que tengo la intención de perfeccionar; lo que tengo la intención de arrancar de raíz, lo que tengo la intención de derribar; todo esto se desarrollará ante vuestros ojos y os permitirá ver claramente Mi omnipotencia.

Desde el trono hasta el universo y los confines de la tierra, los siete truenos resuenan. Un gran grupo de personas serán salvadas y se someterán ante Mi trono. Después de esta luz de vida, las personas buscan una forma de sobrevivir y no pueden evitar venir a Mí, arrodillarse en adoración, y, con su boca, clamar el nombre del verdadero Dios todopoderoso y dar voz a sus súplicas. Sin embargo, en el caso de aquellos que se resisten a Mí, de aquellos que endurecen su corazón, el trueno resuena en sus oídos y, sin duda, deben perecer. Este es, simplemente, el resultado que les espera. Mis hijos amados que salen triunfantes se quedarán en Sion y todos los pueblos verán lo que obtendrán, y una inmensa gloria aparecerá delante de vosotros. Esta es, en verdad, una gran bendición, y es una dulzura difícil de expresar con palabras.

La manifestación del estruendo de los siete truenos es la salvación de aquellos que me aman, que me desean con un corazón sincero. Todos los que me pertenecen y a quienes he predestinado y escogido, pueden venir bajo Mi nombre. Pueden oír Mi voz, que es Dios llamándolos. Que los que están en los confines de la tierra vean que Yo soy justo, que Yo soy fiel, que Yo soy bondad, que Yo soy compasión, que Yo soy majestad, que yo soy fuego furioso y, finalmente, que soy juicio despiadado.`

Que todos en el mundo vean que Yo soy el Dios verdadero y completo. Todos los hombres están plenamente convencidos y ninguno se atreve a resistirse a Mí otra vez, ni a juzgarme o difamarme nuevamente. De lo contrario, de inmediato vendrán sobre ellos maldiciones y el desastre les sobrevendrá. Sólo pueden llorar y crujir los dientes, habiendo traído su propia destrucción.

Que todos los pueblos lo sepan, y que se sepa por todo el universo y los confines de la tierra; en cada hogar y que lo sepan todas las personas: Dios Todopoderoso es el único Dios verdadero. Todos, uno tras otro, caerán al suelo de rodillas y me adorarán; incluso los niños que acaban de aprender a hablar clamarán ¡“Dios Todopoderoso”! Esos funcionarios que ejercen el poder verán también con sus propios ojos al Dios verdadero que aparece delante de ellos, y también se postrarán en adoración, implorando misericordia y perdón, pero, ciertamente, es demasiado tarde, pues el tiempo de su muerte ha llegado. Solo pueden ser exterminados y sentenciados al abismo insondable. Pondré fin a toda la era y fortaleceré Mi reino aún más. ¡Todas las naciones y pueblos se someterán ante Mí por toda la eternidad!

Los desastres son más y más graves, las señales antes de fin han aparecido. ¿Por qué todavía no hemos sido arrebatados antes de los desastres? ¿A qué se refiere hacer un grupo de los vencedores antes de los desastres? ¿Quiere saber más? ¡Únase a nosotros!

Testimonios cristianos de fe: Debido la fe en Dios, la grave enfermedad de mi hija ha sido curada maravillosamente bajo Su protección



Testimonios cristianos de fe: Debido la fe en Dios, la grave enfermedad de mi hija ha sido curada maravillosamente bajo Su protección

—Mamá, quiero hacerme la operación este año.

—Sí, ya es hora. Lo hemos postergado muchísimos años. Hagámoslo cuando vayas a casa.
—Sí, mamá, resolvamos todo entonces y luego regresemos a casa. Hablamos pronto.

Una tormenta de pensamientos cruzó por la mente de Wenjie mientras colgaba el teléfono. Pensó en el 2010, cuando un chequeo en el hospital confirmó que su hija tenía un quiste pancreático. El médico dijo que la cirugía que necesitaba era de otro tipo. Si no se hacía bien, podría causar una fuga del líquido pancreático que corroería sus otros órganos internos. Teniendo en cuenta el riesgo, su hija optó por un tratamiento conservador de la medicina tradicional china, pero en los últimos tres años, en lugar de desaparecer, el quiste había duplicado su tamaño, pasando de seis a doce centímetros. Sin más tiempo que perder, la cirugía debía realizarse ahora para prevenir lo impensable.

El sufrimiento indecible de Wenjie ante una enfermedad letal

Ese mediodía, Wenjie quería saber el pronóstico para la cirugía de su hija lo antes posible, por lo que fue al hospital para una consulta. El médico le dijo: “La condición de su hija es muy grave. Nuestro hospital no sólo no tiene la capacidad técnica para esta operación, sino que tampoco las encontrará en ningún lugar de la ciudad. La tasa de éxito es solo del veinte por ciento. El ochenta por ciento de quienes sobreviven a esta cirugía no viven más de un año ...” Wenjie se quedó atónita ante las palabras del médico. No esperaba que la cirugía fuera tan difícil, o que el riesgo sería tan grande.

Cuando salió del hospital, Wenjie se sintió mareada y oprimida: ¿Cómo podría ser esto? ¿Qué podemos hacer ahora? Después de posponer la operación de su hija durante tres años, si no le hacían la cirugía, la vida de su hija seguiría en peligro. Por otra parte, la cirugía era arriesgada, y era difícil saber si su hija sobreviviría. Wenjie quería llorar, pero no tenía lágrimas. Todo lo que podía sentir era el terror.

Después de que su hija regresó, la familia se apresuró al hospital del centro. El médico tomó el diagrama de anatomía y explicó: “Esta es una cirugía muy riesgosa. Tendremos que extraer el estómago, el duodeno, la vesícula biliar y el páncreas, y todo el tejido conectado a la vesícula biliar debe extraerse ...”. Wenjie sintió que su garganta se contraía. ¿Podría sobrevivir su hija con tantos órganos extraídos? Si el cirujano cometía un error con sus manos, las consecuencias podrían ser inimaginables. Mientras más pensaba Wenjie al respecto, más pánico sentía. El médico dijo: “El tratamiento de su hija ya se ha retrasado tres años. Si realmente hacemos la operación, su cuerpo puede reaccionar de manera impredecible. Realmente no podemos estar seguros de que la operación será exitosa. Las dificultades son muy grandes ...”. La mente de Wenjie se quedó en blanco al escuchar las palabras del doctor. Se sentía como si estuviera al borde del colapso mental.

Las palabras de Dios son la luz brillante que la guía a través de la noche oscura

Mientras miraba el rostro pálido y enfermizo de su hija, Wenjie supo que no podía llorar, porque su hija debía estar sufriendo incluso más que ella misma y​​ necesitaba consuelo. Wenjie recordó que era cristiana, y que en todas las cosas debía confiar en Dios y orarle a Él, y dejar que fuera su apoyo. Solo Dios podría darle confianza y fortaleza, y ella necesitaba seguir experimentando esta situación.
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Entonces, Wenjie le gritó una y otra vez a Dios desde el fondo de su corazón: “¡Dios! La condición de mi hija es muy grave y no sé qué hacer. Tengo mucho miedo, pero no hay nada que pueda hacer al respecto. Dios, por favor guíame ...” Después de la oración, Wenjie recordó súbitamente que Dios dijo: “[...] sabe que Yo soy Dios Todopoderoso que gobierna todas las cosas en el universo! Para Mí no existen problemas que no puedan resolverse, ni mucho menos hay nada que no pueda cumplirse [...]”. La iluminación que encontró en las palabras de Dios fortaleció mucho el corazón débil de Wenjie. Ella sabía que, con Dios como su apoyo, podía sentirse segura. También comprendió que Dios creó todas las cosas en la tierra y en el cielo, que Dios preside los destinos de todos los seres en el universo y que todas las cosas hacen parte de las orquestaciones de Dios. El Señor Jesús devolvió a la vida a Lázaro, hizo caminar al cojo, ver al ciego y sanó a los leprosos. ¿No son todas estas cosas manifestaciones de la omnipotencia de Dios? Los médicos sólo pueden tratar a las personas, pero no tienen dominio sobre la vida humana. Las vidas y muertes de las personas están presididas por Dios. Dios es la única esperanza y ayuda para la humanidad. Gracias a la iluminación de las palabras de Dios, el pánico de Wenjie se apaciguó gradualmente, y ella se sintió muy consolada. Sabía que su hija y su yerno también creían en Dios, por lo que debería hablar más con ellos sobre la palabra de Dios. Pensó que una vez que todos entendieran la autoridad de Dios, tendrían el coraje de enfrentarla.

Cuando llegó a casa, oró y leyó la palabra de Dios con su hija y su yerno. Ellos entendieron que la vida del hombre es concedida por Dios, y que todo está en Sus manos. Como dice la palabra de Dios, “De todo lo que acontece en el universo, no hay nada en lo que Yo no tenga la última palabra. ¿Qué existe que no esté en Mis manos?” A partir de las palabras de Dios, entendieron que la autoridad y el poder de Dios son insondables para el hombre, y que el destino de cada alma en el universo está presidido por Dios. El sol que sale por el este y se pone en el oeste, las elevadas cordilleras, el mar sin límites, los arroyos que fluyen en las montañas, las aves que vuelan en el aire, los peces que nadan en el agua, etc., todas las cosas del mundo proceden en movimiento ordenado bajo el dominio de Dios. Las familias, el estudio, el trabajo, los matrimonios, las bendiciones y la salud que disfrutan las personas en sus vidas, sus futuros y destinos, su nacimiento, envejecimiento, enfermedad, muerte y otras cosas más, son todas cosas que ninguna persona puede controlar o cambiar. Solo Dios puede ser el autor de estas cosas. Todas ellas están predeterminadas y dispuestas por Dios. La enfermedad de su hija, la vida, la muerte y la supervivencia de su hija no dependían de ella ni de su yerno, ni tampoco del doctor. ¡Estaban totalmente en manos de Dios! La enfermedad de su hija estaba en las manos de Dios. Entonces, sin importar cuál fuera el resultado, Wenjie y su familia estaban dispuestas a obedecer las orquestaciones y las disposiciones de Dios, y estaban dispuestos a imitar la actitud de Job con respecto a las orquestaciones y las disposiciones de Dios, creyendo que la vida de su hija había sido concedida por Dios y podría ser tomada de nuevo por Dios. Querían tener una fe sincera en Dios y no querían culparlo, por lo que la familia estaba dispuesta a confiar la vida de su hija a Dios y obedecer Sus orquestaciones.

Después de entender la voluntad de Dios, esta familia, conformada por tres miembros, tuvo la confianza para enfrentar la enfermedad de la hija de Wenjie. Ella dijo valientemente: “Mamá, antes tenía miedo, pero ahora que he leído gran parte de la palabra de Dios, comprendo la autoridad de Dios y reconozco que mi vida está en manos de Dios”. Tengo a Dios, así que no tengo miedo de nada, y estoy lista para obedecer las orquestaciones y las disposiciones de Dios”. El coraje de su hija le dio a Wenjie un gran consuelo y la hizo sentir especialmente segura y tranquila.

Un milagro producido en la fe

El día de la operación, una vez que el médico terminó todos los preparativos, aún no estaba seguro de que la operación pudiera ser exitosa debido a la gravedad de la enfermedad de su hija, por lo que dio un paso sin precedentes y permitió que la familia de Wenjie la viera por última vez. Pero Wenjie estaba muy tranquila en ese momento, porque creía que la vida de su hija estaba en manos de Dios, y deseaba confiarle su hija a Dios. Y la hija le dijo a su esposo: “Dios me concedió mi vida, así que si muero hoy, no culpes a Dios, tenemos que obedecer las orquestaciones y los arreglos de Dios ...” Su esposo asintió. Cuando la enfermera llevó a su hija a la sala de operaciones, Wenjie vio una sonrisa en su rostro, y no un rastro de pánico, lo que hizo que se sintiera mucho más segura. La paz y la calma de la familia sorprendieron a todos los que los vieron en ese momento ...

La operación requirió diez horas. Wenjie esperó ansiosamente en una silla del hospital. Después de cuatro horas, la enfermera llamó con urgencia a Wenjie. El corazón latía con fuerza en su pecho, “¿Me están llamando antes de que termine la operación? ¿Ha ocurrido un accidente?” Sus piernas inmediatamente se debilitaron tanto que no podía permanecer de pie, pero rápidamente oró a Dios desde el fondo de su corazón: “¡Dios! ¡Por favor guíame y dame la fuerza para enfrentar todo aquello por lo que pueda pasar!” Después de orar, sus piernas recuperaron la fuerza de inmediato, y ella se puso de pie y siguió a la enfermera a la puerta de la sala de operaciones. Se sorprendió por completo cuando el médico le dijo: “¡La operación fue un éxito! ¡La operación fue un éxito! Tu hija está fuera de peligro. Nunca pensé que la operación realmente tendría éxito ...” Cuando vio la emoción del médico, se sintió eufórica de inmediato. No pudo dejar de agradecer y de alabar a Dios. ¡Él era verdaderamente omnipotente! Wenjie pensó en las palabras de Dios: “A través de Sus palabras, el Creador no sólo fue capaz de obtener todo lo establecido para ser obtenido, y de conseguir todo lo establecido para ser conseguido, sino que también pudo controlar con Sus manos todo lo que Él había creado, y gobernar todas las cosas que Él había hecho bajo Su autoridad; además, todo fue sistemático y regular”. Ella entendía: Sí, Dios usó Sus palabras para crear el mundo y definir reglas para el mundo, y Él usa Sus palabras para gestionar el mundo entero y liderar a la humanidad. Que nosotros entendiéramos la autoridad de Dios, y que toda la familia tuviera la confianza de afrontar la operación y experimentar con valentía este entorno, todo ello fue el resultado de las palabras de Dios. Wenjie estaba profundamente impresionada por el hecho de que las palabras de Dios son la única luz que guía a la humanidad en tiempos difíciles, y que Dios era en quien ella podía confiar por encima de todo.

Cuando finalmente las incisiones fueron cerradas, ya eran las seis de la tarde. Lo primero que dijo su hija tras salir de la sala de operaciones fue: “Mamá, Dios me protegió. No te preocupes, estoy bien ...” Y luego se quedó dormida. Ver la fuerza de su hija le dio a Wenjie un gran consuelo. Ella supo en ese momento que su hija viviría, porque la fuerza vital de Dios la estaba apoyando. Wenjie no pudo dejar de pensar en las palabras de Dios: “Cuando las aguas se tragan totalmente al hombre, Yo lo salvo de las aguas estancadas y le doy una oportunidad de tener una nueva vida. Cuando los hombres pierden su confianza para vivir, Yo tiro de ellos desde el filo de la muerte, concediéndoles la valentía para vivir, para que me tomen como el fundamento de su existencia”. Es cierto, pensó ella. Dios siempre extiende Su mano para rescatarnos cuando estamos al borde del peligro y nos permite escapar, y solo Él puede trabajar hasta tal punto. Que su hija pudiera salir ilesa de esta operación se debió enteramente al cuidado y a la protección de Dios. Pensó de nuevo en su propia desdicha y desesperanza, y en cómo la palabra de Dios le había dado tanto consuelo y la había hecho lo suficientemente valiente para enfrentar la cirugía de su hija. En el momento en que la vida de su hija estaba en juego, fue la fuerza vital de Dios la que llevó a su hija a salir adelante, le permitió enfrentar la muerte con dignidad y escapar de las limitaciones de la muerte. Mientras pensaba en estas cosas, Wenjie agradeció nuevamente a Dios y lo alabó en su corazón...

Su hija se recuperó rápidamente, y al tercer día después de la operación, pudo levantarse de la cama, caminar y lavarse. Dos semanas después, ya era completamente autosuficiente, lo que sorprendió a sus enfermeras y a otros pacientes. Todos la elogiaron por su rápida recuperación, o simplemente dijeron que era un milagro. Wenjie había pensado que después de una operación tan delicada, su hija no podría cuidar de sí misma por el resto de su vida. Aunque estaba sorprendida por la recuperación total de su hija, sabía que esto no era algo que los humanos pudieran lograr. ¡Era la poderosa fuerza vital de Dios que la apoyaba, el milagro de Dios creando vida!

Después de salir del hospital, la salud de su hija mejoró día a día y Wenjie finalmente dejó de preocuparse.

Su hija se recupera mediante la guía de Dios

Cuarenta y cuatro días después de la operación, su hija le dijo de repente: “En los últimos días, las aberturas del drenaje pancreático han tenido un olor extraño”. Wenjie pensó que podría tratarse de una infección, y llevó a su hija al hospital para que le desinfectaran las heridas. A la mañana siguiente, Wenjie estaba aterrorizada cuando vio que el líquido en las bolsas de drenaje ya no era transparente como de costumbre, sino que ahora era de un color marrón fangoso. Wenjie había escuchado que la causa más común de muerte en este tipo de operación era que las heridas no se curaban, lo que permitía que el líquido pancreático se filtrara y corroyera los otros órganos. Cuando esto sucedía, los pacientes generalmente no sobrevivían más de un año. Wenjie no pudo dejar de sentir pánico de nuevo. El corazón retumbaba en su pecho, y sintió un miedo profundo. Pero de repente, recordó la letra de un himno que había cantado en la iglesia: “Dios es mi apoyo, ¿qué hay que temer?” Sí, con Dios como su apoyo poderoso, ¿qué tenía ella que temer? Desde el momento en que su hija se enfermó, Dios las había estado guiando, y la vida de su hija estaba en manos de Dios. El pánico en el corazón de Wenjie se calmó de repente. Sin importar lo que pasara, ella estaba dispuesta a enfrentarlo con valor.

Cuando llegaron al hospital, el médico le dijo después de verificar la situación: “No se preocupe por esto. ¡Se trata de algo bueno! Significa que las incisiones pancreáticas están sanando. Por lo general, se necesitan de tres a seis meses para que sanen por completo. ¡Me sorprende que las incisiones de su hija estén sanando tan rápido! ¡Es realmente un milagro! No tendrá que preocuparse por los efectos secundarios de la cirugía. La enfermedad de su hija ha sanado básicamente. Vuelvan simplemente para un chequeo cada seis meses”. El nerviosismo de Wenjie desapareció después de escuchar las palabras del doctor. Una y otra vez, ella agradeció a Dios en su corazón. Poco después de la operación, su hija volvió a trabajar. Al ver todo esto, el corazón de Wenjie se llenó de gratitud.

Han pasado varios años desde entonces, y la hija de Wenjie sigue sana y su cuerpo es saludable. Cuando Wenjie recuerda el viaje de su hija de la enfermedad a la recuperación, y cómo Dios las protegió en todo momento, siente que la fuerza vital de Dios es extraordinario y poderosa, y que puede llevarlas a escapar del miedo a la muerte, superar las limitaciones de esta, y guiar a su hija del peligro a la seguridad. ¡Gracias a Dios! ¡Toda la gloria le pertenece a Dios!