lunes, 30 de noviembre de 2020

Cómo reconocer la voz de Dios: Con dar importancia a la voz de Dios, podrán seguir las huellas del Cordero

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Cómo reconocer la voz de Dios: Con dar importancia a la voz de Dios, podrán seguir las huellas del Cordero

Hoy en día, varios desastres ocurren con frecuencia, y los desastres profetizados en la Biblia han aparecido en los últimos días, lo que implica que el Señor debería haber regresado. Frente al regreso del Señor, ¿cómo podemos recibir al Señor y seguir los pasos del Cordero?El Apocalipsis profetiza: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). De estas Escrituras, se puede ver que el Señor vendrá a expresar palabras a las iglesias. Con que escuchemos la voz de Dios y luego aceptemos y sigamos a Él, tendremos la oportunidad de dar la bienvenida a Su regreso. Tal como la Palabra de Dios dice: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”.

Hoy en día, muchas personas en las plataformas sociales están dando testimonio de que el Señor ha retornado, y también ha expresado muchas palabras y ha hecho la obra nueva de purificar y salvar al hombre. Si queremos acoger el regreso del Señor, tenemos que buscar e investigar activamente y enfocarnos en escuchar la voz de Dios, sólo así, tendremos la oportunidad de ver la aparición de Dios y seguir los pasos del Cordero.

Si desea conocer más la verdad sobre el recibimiento de la aparición del Señor, haga clic en Messenger debajo de la publicación, nos comunicaremos y discutiremos con usted juntos.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.


La fe en Dios —¿Creer que hay un Dios es tener la verdadera fe en Él?

Después de ver este título, algunas personas podrían decir: “¿No significa ‘la fe en Dios’ creer en Él en nuestro corazón y reconocer Su existencia con nuestra boca? ¿No consiste en leer la Biblia, orar, asistir a reuniones y predicar el evangelio?”. ¿Es correcto este punto de vista? ¿Qué es exactamente la sincera fe en Dios? Vamos a leer lo que dice la Palabra de Dios.Dios dice: “‘La creencia en Dios’ significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple respecto a creer en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa lo siguiente: en base a la creencia de que Dios tiene la soberanía sobre todas las cosas, uno experimenta Sus palabras y Su obra, purga el propio carácter corrupto, satisface la voluntad de Dios, y llega a conocerlo. Sólo un paso de esta clase puede llamarse ‘fe en Dios’”.

Las palabras de Dios nos dicen que creer en la existencia de Dios es solamente una creencia muy simple. ¿Por qué se dice esto? Porque aunque creemos que existe Dios, y podemos leer la Biblia, hacer oraciones y difundir el Evangelio para testificar a Él, cuando nos encontramos con asuntos que no concuerdan con nuestras ideas, todavía culpamos y malinterpretamos a Dios e incluso a menudo pecamos y nos resistimos a Él. Con estos comportamientos, aún no somos personas que sinceramente creen en Dios. Cuando nos sucede algo, podemos obedecer y experimentar la obra de Dios, practicando de acuerdo con Sus palabras para despojarnos gradualmente de carácter corrupto, teniendo conocimiento de Él y dejando de pecar y resistirnos a Él. Esta es la verdadera fe en Dios. Solo actuando así, podemos ser elogiados por Dios.

Recomendamos a todos ver la película cristiana “La fe en Dios”. Al haber visto esta película muchas personas han tenido una mejor comprensión de lo que es la verdadera fe en Dios. 



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domingo, 29 de noviembre de 2020

Estudio bíblico sobre la segunda venida de Cristo—— ¿Cómo recibir la aparición del Señor?

En los últimos años, ha habido más y más desastres como terremotos, hambrunas y plagas, etc. Las profecías sobre el regreso del Señor en la Biblia básicamente se han cumplido. Muchos hermanos y hermanas que esperan la aparición del Señor han percibido que el Señor puede haber regresado. Pero ¿por qué todavía no hemos recibido el regreso del Señor? ¿Dónde está el Señor? ¿Cómo deberíamos buscar la aparición del Señor? Al hablar de este tema, hay algunas personas que piensan que el Señor no ha regresado, no hay necesidad de buscar, porque la Biblia dice: “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). El Señor descenderá sobre una nube, a una escala gigante. Ahora esta escena aún no ha aparecido, lo que demuestra que el Señor no ha regresado.Ahora existe dos puntos de vista diferentes. Entonces ¿ya ha regresado el Señor? ¿Cómo se aparecerá el Señor a la gente cuando regrese? ¿Podremos ver con seguridad la aparición de Dios y recibir al Señor si sólo estamos esperando que Él descienda sobre una nube? Hablaremos sobre estas preguntas.

¿Podemos ver realmente la aparición de Dios, esperando el descenso del Señor sobre una nube ?

Muchos hermanos y hermanas, según la escritura: “[...] Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11), creen que el Señor Jesús cuando resucitó y ascendió al cielo, se fue sobre una nube blanca, y cuando el Señor regrese otra vez también será con el cuerpo espiritual resucitado volviendo sobre una nube blanca. Si tan solo no ven la escena del Señor descendiendo sobre una nube, ya significa que el Señor todavía no ha regresado. ¿Pero nos atrevemos a garantizar que tal recepción es completamente acorde a la voluntad de Dios? Jehová Dios dice: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos […] Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8-9). La sabiduría de Dios es más alta que los cielos, ¿cómo podemos los seres humanos sondear la obra de Dios? Es imposible para nosotros definir cómo se aparecerá el Señor para obrar en los últimos días, así como la Biblia predijo que vendría el Mesía, pero vino el Señor Jesús, ¿esto nos lo hubiéramos podido imaginar? Los fariseos originales se convirtieron en personas que se resistieron a Dios porque eran demasiados arrogantes y mantenían sus propias nociones e imaginaciones. No importa cuán autoritario y poderoso sean las palabras y la obra del Señor Jesús, ellos todavía estipulan la obra de Dios de acuerdo con sus propias nociones e imaginaciones, pensando que el Mesía asumirá el poder, y seguramente deberá haber nacido en un palacio real con una apariencia majestuosa, así que vieron que el Señor Jesús era un judío ordinario, que Su nombre no era Mesía, y que tampoco nació en un palacio real, se negaron a aceptar la obra del Señor. Incluso se unieron al gobierno romano para crucificar al Señor Jesús en la cruz, finalmente fueron castigados por Dios. Pero no importa cómo los fariseos condenaron y resistieron al Señor, la aparición del Señor Jesús para realizar la obra es un hecho, y completó la obra de redención para toda la humanidad, por lo que si es o no la aparición de Dios para realizar la obra, no se basa en si el hombre acepta o no, sino más bien según el hecho de la obra de Dios. Ahora, los desastres ocurren con frecuencia, el regreso de Israel, y apareció la cuarta luna de sangre, lo que está cumpliendo la profecía del regreso del Señor, y todavía estamos esperando pasivamente que el Señor descienda sobre una nube, ¿también es fácil repetir el error de los fariseos de resistir al Señor? Como Dios dijo: “Os pregunto de nuevo: ¿No es extremadamente fácil para vosotros cometer los errores de los antiguos fariseos, dado que no tenéis el más mínimo entendimiento de Jesús? ¿Eres capaz de discernir el camino de la verdad? ¿Puedes garantizar realmente que no te opondrás a Cristo? ¿Eres capaz de seguir la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si te opondrás o no a Cristo, entonces Yo digo que ya estás viviendo al filo de la muerte. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de negarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto?

En realidad, en cuanto a cómo regresa el Señor en los últimos días. Además de las profecías del descenso sobre una nube, también están las profecías secretas del descenso, como “Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo»” (Mateo 25:6). “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti” (Apocalipsis 3:3). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). En estas escrituras mencionan “Pero a medianoche se oyó un clamor” “como ladrón”, mostrando que el Señor regresará silenciosamente, descendiendo en secreto entre las personas, usando sus palabras para llamar a nuestras puertas. Si el Señor en los últimos días se nos aparece descendiendo sobre una nube, entonces, ¿cómo se cumplirán las profecías? Si el Señor descendiera sobre una nube, ¿seguiría tocando la puerta? Si el Señor aparece sobre una nube ante todos los que creen en Él, ninguna persona se atrevería a oponerse, y todos se postraran delante del Señor. Entonces la Biblia predijo que el Señor vendría nuevamente para realizar la obra de distinguir entre la cizaña y el trigo, las cabras y las ovejas, las vírgenes insensatas y las vírgenes prudentes. ¿Cómo lo logrará? Por lo tanto, no podemos guiarnos a partir de una o dos profecías, y definir que Dios regresará nuevamente a nosotros sobre una nube blanca en Su aparición. Así es fácil malentender la voluntad de Dios

Cómo encontrar la aparición de Dios

Antes dijimos, de acuerdo con las profecías de la Biblia, hay otra manera del regreso del Señor de forma secreta. Entonces ¿cómo podemos encontrar la aparición de Dios? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). Y también en Apocalipsis se ha profetizado muchas veces: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2-3). A partir de las palabras del Señor y las profecías del Apocalipsis podemos ver que no podemos buscar pasivamente la aparición del Señor esperando a que el Señor descienda sobre una nube, debemos aprender a escuchar la voz de Dios y encontrar las palabras del Espíritu Santo a las iglesias. Leamos lo que dice la Palabra de Dios: “¿En dónde se aparece Dios? ¿Dónde están las huellas de Dios? ¿Habéis obtenido las respuestas? La respuesta de muchas personas sería esta: Dios se aparece entre los que lo siguen, y Sus huellas están entre nosotros; ¡así de sencillo! Cualquiera puede ofrecer una respuesta formulista, pero, ¿entendéis vosotros qué es la aparición de Dios, y cuáles son las huellas de Dios? La aparición de Dios se refiere a Su llegada personal a la tierra para hacer Su obra. Con Su propia identidad y carácter, y con Su método inherente, Él desciende entre los hombres para llevar a cabo la obra de comenzar una época y terminar otra. Esta clase de aparición no es una especie de ceremonia. No es una señal, un cuadro, un milagro o una gran visión y mucho menos una clase de proceso religioso. Es un hecho real y verdadero que se puede tocar y contemplar. Esta clase de aparición no es en aras de seguir un proceso o en aras de un trabajo a corto plazo; es, para ser más precisos, en aras de una etapa en la obra de Su plan de gestión”..
“Así, ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por órdenes del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas”.

En las palabras de Dios podemos entender que si queremos ver la aparición de Dios, hay que encontrar los pasos de Dios, y sobre todo debemos buscar la voz de Dios. En el pasado, pensábamos que ver la aparición de Dios significaba ver al Espíritu del Señor apareciendo repentinamente sobre una nube blanca hacia nosotros. De hecho, la aparición de Dios hacia nosotros no es una señal, ni tampoco aparece brevemente a las personas, sino descenderá Él mismo entre las personas para realizar la obra de salvación de la humanidad, para poner fin a la vieja era, concediendo la verdad a las personas y conduciendo a la gente a la nueva era. Por lo tanto, si encontramos las nuevas palabras y declaraciones de Dios, significa haber escuchado la voz de Dios, y haber visto la aparición de Dios. Al igual que cuando el Señor Jesús apareció para realizar la obra, puso fin a la Era de la Ley, abrió una nueva era, publicó las palabras del arrepentimiento, enseñó a las personas a confesar sus pecados y arrepentirse, a tolerar y a amar al enemigo, etc., y también reveló los misterios del reino de los cielos, las condiciones para entrar al reino de los cielos, etc., como: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Todas estas palabras se refieren a cómo debemos entrar en el reino de los cielos. Al escucharlo, es particularmente esotérico, tiene autoridad y poder, no puede ser hablado por un ser humano, sino que ha sido publicado por Dios encarnado en la tierra. Aquellos que escucharon la predicación del Señor Jesús y reconocieron la voz de Dios y aceptaron la obra del Señor Jesús vieron la aparición de Dios y siguieron los pasos de Dios. Y aquellos que obstinadamente guardan la ley y solo esperan que venga el Mesías, escucharon las palabras del Señor Jesús y vieron los milagros del Señor Jesús, no admitieron que era la aparición de Dios. En cambio, juzgaron y condenaron al Señor Jesús, diciendo que habló las palabras arrogantes y que expulsó a los demonios por el poder de Belcebú. Estas personas no reconocieron la voz de Dios, como unas vírgenes insensatas, serán eliminadas por Dios. Por lo tanto, cuando recibimos la aparición del Señor, lo más importante es escuchar con atención la voz de Dios. El Señor Jesús había predicho hace mucho tiempo que anunciaría la verdad cuando regresara. como: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). Y Juan 17:17 dice: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”. Y también 1 Pedro 4:17 dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios […]”. De estas escrituras, podemos ver que el Señor regresará nuevamente para publicar más verdades que la Era de la Gracia según nuestras necesidades, es decir publicará “[…] lo que el Espíritu dice a las iglesias” y hará la obra del juicio empezando por la casa de Dios, usando la verdad que publicará para purificar nuestras corrupciones, liberarnos de la esclavitud del pecado y llegar a la purificación para entrar al reino de Dios. Por lo tanto, tenemos que recibir la aparición del Señor, y debemos de buscar las palabras de la iglesia indicada por el Espíritu Santo.

Dios ha aparecido para obrar, ¿habéis reconocido la voz de Dios?

Entonces, ¿dónde podemos buscar las palabras del Espíritu Santo a las iglesias? De hecho, el Señor ya ha regresado, pues es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, y se hecho carne como el Hijo del hombre en China para realizar la obra, ha publicado todas las verdades para la purificación y la salvación de la humanidad, ha llevado a cabo la obra del juicio a partir de la casa de Dios, terminó la Era de la Gracia, y abrió la Era del Reino. Ahora el evangelio del Reino de Dios ya se ha extendido al Occidente, la Palabra de Dios ya se ha traducido a más de veinte idiomas y se ha publicado en Internet para que toda la humanidad lo busque y lo investige, lo que significa que realmente se ha cumplido la profecía de la Biblia. “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27). En los últimos días, Dios Todopoderoso reveló los misterios de los seis mil años de obra de Dios, nos expuso las raíces que pecamos contra Dios y también nos señaló el camino hacia la purificación y la salvación, estas verdades son luz verdadera, que brilla directamente del este al oeste. Leamos algunos párrafos de las palabras del Dios Todopoderoso y escuchemos si estas palabras son realmente la verdad, si son realmente la voz de Dios.

Dios Todopoderoso dice: “Durante los muchos años de Mi obra, el hombre ha recibido mucho y ha renunciado a mucho, pero insisto en que el hombre no cree verdaderamente en Mí. Esto se debe a que el hombre reconoce que soy Dios solamente con sus labios, pero no está de acuerdo con la verdad que Yo hablo, y practica aún menos la verdad que le exijo. Es decir, el hombre sólo reconoce la existencia de Dios, pero no la de la verdad; el hombre sólo reconoce la existencia de Dios, pero no la de la vida; el hombre sólo reconoce el nombre de Dios, pero no Su esencia. Debido a su fervor, el hombre se ha convertido en un ser abominable para Mí. El hombre sólo usa palabras agradables al oído para engañarme, pero nadie me adora con un corazón sincero. Vuestras palabras contienen la tentación de la serpiente; y aún peor, son extremadamente soberbias, una verdadera proclamación del arcángel. Es más, vuestras acciones están desgastadas y harapientas hasta un grado deplorable; vuestros deseos desmesurados e intenciones codiciosas son ofensivas para los oídos. Todos os habéis convertido en polillas en Mi casa, objetos aborrecidos de los que hay que deshacerse. Porque ninguno de vosotros sois amantes de la verdad, sino que todos anheláis recibir las bendiciones, ascender al cielo y presenciar la magnífica imagen de Cristo ejerciendo Su poder en la tierra. Pero ¿os habéis puesto a pensar cómo alguien como vosotros, tan profundamente corrupto, y que no sabe en absoluto quién es Dios, podría ser digno de seguir a Dios? ¿Cómo podría ascender al cielo? ¿Cómo podría ser digno de contemplar la magnificencia, cuyo esplendor no tiene precedente?

El propósito de vuestra fe en Dios es usar a Dios para satisfacer vuestros objetivos. ¿Acaso no es esta otra evidencia más de vuestra ofensa contra el carácter de Dios? Creéis en la existencia del Dios en el cielo, pero negáis la del Dios en la tierra. Sin embargo, Yo no apruebo vuestras opiniones. Elogio sólo a los hombres que mantienen los pies sobre la tierra y sirven al Dios en la tierra, pero nunca a aquellos que jamás reconocen al Cristo que está en la tierra. No importa cuán leales sean estas personas al Dios en el cielo; al final, no escaparán de Mi mano que castiga a los malvados. Estos hombres son malvados; son los perversos que se oponen a Dios y que nunca obedecieron a Cristo con alegría. Por supuesto, entre ellos se encuentran todos los que no conocen a Cristo ni mucho menos lo reconocen”.

Os digo, aquellos que creen en Dios por las señales son sin duda la categoría que sufrirá la destrucción. Los que son incapaces de aceptar las palabras de Jesús, que ha vuelto a la carne, son sin duda la progenie del infierno, los descendientes del arcángel, la categoría que será sometida a la destrucción eterna. Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que ‘El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo’ se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados?

Después de leer las palabras de Dios Todopoderoso que juzga y expone al hombre, creo que todos los que tengan un corazón y un espíritu podrán sentir la autoridad en Sus palabras, y ver la manifestación del carácter justo de Dios. La palabra de Dios Todopoderoso revela nuestro odio hacia la verdad, nuestra codicia, deshonestidad, arrogancia y demás caracteres corruptos, y nuestro erróneo punto de vista de creer en Dios. En el pasado, creíamos que sólo con trabajar duro, renunciar todo y sufrir o pagar un precio, era amar a Dios. Al recibir el juicio de la palabra de Dios, nos hemos dado cuenta de que nuestro carácter es demasiado arrogante, cuando la aparición y la obra de Dios no están en absoluto en sintonía con nuestras ideas, definimos la obra de Dios con imaginaciones y nociones de las personas. También podemos ver, que nuestra creencia en Dios está adulterada, creemos en Dios no para obtener la verdad, y devolver el amor a Dios, sino para ser bendecido, evitar los desastres y entrar al reino de los cielos. Aunque estemos dispuestos a ofrecernos a Dios, no le obedecemos, ni le amamos de verdad, cuando nos bendice, estamos dispuestos a ofrecernos, pero cuando nos llega la tribulación y nos pone a prueba, involuntariamente nos quejamos y culpamos a Dios, incluso dudamos de Dios, negamos a Dios. Sin este juicio por la palabra, no tenemos ni un poco de auto conocimiento, hasta elogiamos a nosotros mismos, pensamos que ya somos amantes de Dios, que ya obedecemos a Dios, y que cuando el Señor regrese podremos ser arrebatados directamente al reino de los cielos. Pero al aceptar el juicio de la palabra de Dios, hemos sentido que Dios es demasiado santo, demasiado justo, creer en Dios no para obtener la verdad y deshacerse de los pecados sino para la bendición y gracia, esto es utilizar a Dios, es ofender el carácter de Dios, nunca más presumiremos de que obedecemos a Dios, sino que somos demasiado corruptos y que debemos apresurarnos a buscar la verdad, rebelarnos contra la carne, y librarnos del carácter corrupto. Al mismo tiempo hemos entendido la buena intención de Cristo de los últimos días en declarar la verdad y juzgar al hombre, aunque las palabras de la obra del juicio son muy severas, pero todo es para que reflexionemos de nosotros mismos, hasta lograr un verdadero remordimiento, dentro del carácter justo de Dios engloba la misericordia de Dios al hombre. Si no experimentamos el juicio de Dios nunca entenderemos lo profundo que Satanás nos ha corrompido, nunca conoceremos que el juicio de Dios y Su majestuosidad no se pueden ofender, ni tampoco tendremos corazón de temer a Dios, nunca escaparemos de la esclavitud del pecado, ni tampoco ser hombres que obedezcan verdaderamente a Dios. Si no fuera por la publicación de la palabra de Dios encarnado, ¿quién puede mostrar el carácter santo, limpio y justo que no se puede ofender de Dios? ¿Quién puede hablar y juzgar para revelar nuestra esencia corrupta? Todas las verdades emitidas por Dios Todopoderoso en los últimos días del juicio para purificar al hombre, revelando completamente la identidad y el estatus de Dios, lo que para el hombre es juicio, condenación, purificación y salvación. En los últimos días, Dios buscará a las personas que anhelan Su aparición con la palabra antes del desastre. Al igual que en la era de Noé, Dios también le ordenó a Noé que predicara el evangelio para salvar a las personas antes del desastre. La familia de Noé, de ocho miembros, obedeció y entró al arca y finalmente sobrevivieron, y aquellos que no lo creyeron sin ver los hechos fueron destruidos por el diluvio. Y en los últimos días, aquellos que sean juzgados por las palabras de Cristo en los últimos días tendrán un cambio purificado, y serán convertidos por Dios en vencedores antes del desastre y serán llevados a la próxima era por Dios con las bendiciones de Dios. Después de que Dios haya hecho un grupo de vencedores, Dios derribará el gran desastre para recompensar el bien y castigar el mal, se aparecerá en una nube abiertamente a las personas. Aquellos que solo esperan que el Señor descienda sobre una nube, y niegan a aceptar la obra secreta de Dios serán castigados en el desastre, llorarán y rechinarán los dientes. Esto cumple la profecía de la biblia “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).

Entonces ¿cómo deberíamos de tratar la obra de Dios en los últimos días para armonizar con la voluntad de Dios? Dios Todopoderoso dice: “El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestro propio camino y no blasfemar contra el Espíritu Santo ni rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, que anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis. Os aconsejo que andéis con cuidado por el camino de la creencia en Dios. No saquéis conclusiones apresuradas; más aún, no seáis despreocupados y descuidados en vuestra creencia en Dios. Deberíais saber que, como mínimo, los que creen en Dios deben ser humildes y reverenciales. Los que han oído la verdad pero la miran con desdén son insensatos e ignorantes. Los que han oído la verdad, pero sacan conclusiones precipitadas o la condenan a la ligera, están asediados por la arrogancia. Nadie que crea en Jesús es apto para maldecir o condenar a otros. Deberíais ser todos racionales y aceptar la verdad. Quizás, habiendo oído el camino de la verdad y leído la palabra de vida, creas que sólo una de cada 10.000 de estas palabras está en sintonía con tus convicciones y con la Biblia, y entonces deberías seguir buscando en esa diezmilésima parte de esas palabras. Sigo aconsejándote que seas humilde, no te confíes demasiado y no te exaltes mucho. Con esta exigua reverencia por Dios en tu corazón, obtendrás mayor luz. Si examinas detenidamente y contemplas repetidamente estas palabras, entenderás si son o no la verdad, y si son o no la vida”. La palabra de Dios Todopoderoso está llena de las expectativas de Dios a nosotros, Dios espera que cuando enfrentemos a la obra de Dios en los últimos días, primero no debemos de definir en nuestras nociones e imaginaciones, sino ser un humilde buscador de la verdad. Escuchar la palabra de Dios, buscar si es o no la voz de Dios, solo de esta manera podemos recibir la aparición del Señor, sino lamentaremos y perderemos la oportunidad de recibir al Señor después de tantos años de creer en Dios.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Palabra de Dios para hoy | Fragmento 151 | "Dios mismo, el único V"


Palabra de Dios para hoy | Fragmento 151 | "Dios mismo, el único V"


Cómo usa Satanás las tendencias sociales para corromper al hombre

¿Son las tendencias sociales un nuevo fenómeno? (No). ¿Cuándo comenzaron entonces? ¿Podría uno decir que lo hicieron cuando Satanás empezó a corromper a la gente? (Sí). ¿Qué incluyen las tendencias sociales? (La forma de vestir y el maquillaje). Esto es algo con lo que las personas entran a menudo en contacto. Estilo de vestir, moda y tendencias, este es un pequeño aspecto. ¿Hay algo más? ¿Cuentan también los dichos populares de los que hablan frecuentemente las personas? ¿Cuentan los estilos de vida que estas desean? ¿Cuentan las estrellas musicales, las celebridades, las revistas y las novelas que les gustan? (Sí). En vuestras mentes, ¿qué aspecto de estas tendencias puede corromper al hombre? ¿Cuál de estas tendencias os seduce más? Algunas personas dicen: “Todos hemos alcanzado una cierta edad, estamos en nuestros cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta u ochenta años y no podemos encajar con estas tendencias ni estas atraen ya nuestra atención”. ¿Es esto correcto? (No). Otros dicen: “No seguimos a celebridades, eso es algo que los jóvenes hacen en la adolescencia y con veinte años; tampoco vestimos ropa de moda; esto es algo que hacen las personas preocupadas por su imagen”. Así pues, ¿cuáles de estas cosas pueden corromperos? (Los dichos populares). ¿Pueden corromper a las personas estos dichos? Aquí tenéis uno, y podéis ver si lo hace o no: “Por dinero baila el perro”; ¿es esto una tendencia? ¿Acaso no es mucho peor en comparación con las tendencias de moda o culinarias que mencionasteis? (Sí). “Por dinero baila el perro” es la filosofía de Satanás y prevalece en toda sociedad humana. Podríais decir que es una tendencia, porque se ha impartido a todos y está ahora adherida a su corazón. Las personas pasaron de no aceptar este dicho a estar cada vez más acostumbradas a él, de manera que cuando entraron en contacto con la vida real, recibieron gradualmente una aprobación tácita, reconocieron su existencia y, al final, le dieron su propio sello de aprobación. ¿Es correcto? (Sí). ¿Acaso no es este proceso el de la corrupción del hombre por parte de Satanás? Quizás los que estáis sentados aquí no entendáis este dicho en el mismo grado, sino que cada uno tiene diferentes grados de interpretación y reconocimiento de este dicho con base en cosas que han acontecido alrededor de ellos y de sus propias experiencias personales, ¿verdad? Independientemente de cuánta experiencia tenga alguien con este dicho, ¿cuál es el efecto negativo que puede producir en el corazón de alguien? (Las personas pensarían que el dinero puede conseguirlo todo, y lo amarían). El carácter humano de las personas en este mundo, incluidos vosotros los que estáis aquí sentados, revela algo. ¿Cómo se interpreta esto? Es la adoración al dinero. ¿Es difícil sacar esto del corazón de alguien? ¡Es muy difícil! ¡Parece que la corrupción del hombre por parte de Satanás es realmente profunda! ¿Podemos decir esto? (Sí). Por tanto, después de que Satanás use esta tendencia para corromper a las personas, ¿cómo se manifiesta en ellas? ¿No sentís que no podríais sobrevivir un solo día sin dinero en este mundo, que ni siquiera sería posible conseguirlo un solo día? (Sí). El estatus de las personas y su respetabilidad se basan en el dinero que tienen. Las espaldas de los pobres se encorvan por la vergüenza, mientras que los ricos disfrutan de su elevada posición. Se alzan llenos de soberbia, hablando en voz alta y viviendo con arrogancia. ¿Qué aportan a las personas este dicho y esta tendencia? ¿No consideran muchos que conseguir dinero merece la pena a cualquier precio? ¿No sacrifican muchos su dignidad y su integridad en la búsqueda de más dinero? ¿No pierden muchas más personas la oportunidad de cumplir con su obligación y seguir a Dios por culpa del dinero? ¿No es esto una pérdida para las personas? (Sí). ¿No es Satanás siniestro al usar este método y este dicho para corromper al hombre hasta ese punto? ¿No es una artimaña maliciosa? Conforme pasas de la objeción a este dicho popular a aceptarlo finalmente como verdad, tu corazón cae por completo en las garras de Satanás y, por tanto, sin quererlo llegas a vivir por él. ¿En qué grado te ha afectado este dicho? Podrías conocer el camino verdadero, podrías conocer la verdad, pero no tienes poder para buscarla. Podrías conocer claramente la palabra de Dios, pero no estás dispuesto a pagar el precio, a sufrir para hacerlo. En su lugar, sacrificarías tu propio futuro y destino para ir en contra de Dios hasta el final. Por mucho que Dios diga, por mucho que haga, por mucho que te des cuenta de que Su amor por ti es profundo y grande, mantendrás tozudamente el rumbo y pagarás el precio para este dicho. Esto significa que el dicho controla ya tu conducta y tus pensamientos, y que preferirías que controlara tu destino antes que renunciar a él. Las personas actúan así, están controladas y manipuladas por este dicho. ¿No es este el efecto de la corrupción del hombre por Satanás? ¿No son estos la filosofía y el carácter corrupto de Satanás arraigándose en tu corazón? Si te comportas así, ¿no habrá conseguido Satanás su objetivo? (Sí). ¿Ves cómo ha corrompido Satanás así al hombre? (No). No lo ves. ¿Puedes sentirlo? (No). No puedes sentirlo. ¿Ves aquí la maldad de Satanás? (Sí). Satanás corrompe al hombre en todo tiempo y lugar. Imposibilita que el hombre se defienda de su corrupción, y lo deja desamparado ante ella. Hace que aceptes sus pensamientos, sus puntos de vista y las cosas malas que provienen de él en situaciones en las que no eres consciente y no reconoces lo que te está pasando. Las personas aceptan por completo estas cosas y no hacen excepciones. Las valoran y las consideran un tesoro, dejan que las manipulen y jueguen con ellas y, por ello, la corrupción del hombre por Satanás se vuelve más y más profunda.

El Señor Jesús dijo: “Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37). Hoy en día, el Señor ya ha descendido en secreto y comenzado la obra de purificación y salvación al hombre. Si creemos en el regreso del Señor y comenzamos a buscar las huellas de Dios solo al ver las señales grandes y la caída de todos los desastres, será demasiado tarde en ese momento y solo podremos caer en el desastre y ser castigados. Entonces ¿cómo damos la bienvenida al Señor? Haga clic en el siguiente botón para discutir y comunicarse con nosotros en línea.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Nueva película cristiana en español | He dejado de presumir (Español Latino)


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Mowen es diácono de evangelización en la iglesia. Como sabe ayudar a sus hermanos y hermanas a resolver problemas en el deber y logra cosas en su trabajo, llega a creerse mejor que nadie. Hace alarde de sus dones y habilidades en todo lo que dice y hace y presume de lo que sufre por su deber. Con los consejos y la reprensión de sus hermanos y hermanas, además del juicio y las revelaciones de las palabras de Dios, se percata de que no se centra en hablar de la verdad ni en dar testimonio de Dios en el deber, sino que siempre procura que los demás lo admiren e idolatren, lo que hace que sus corazones se distancien de Dios; se da cuenta de que va por la senda de los anticristos, opuestos a Dios. Lleno de remordimiento, se presenta ante Dios a orar y arrepentirse. ¿Qué transformación experimenta, qué consigue entender y qué aprende? Ve este vídeo para averiguarlo.

Recomendación: Qué es el arrepentimiento

sábado, 28 de noviembre de 2020

Mensajes Bíblicos: ¿Cómo reconocen que Jesucristo es Dios mismo?

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Mensajes Bíblicos: ¿Cómo reconocen que Jesucristo es Dios mismo?

Versículos bíblicos como referencia:

“Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es el que hace las obras. Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas” (Juan 14:8-11).

Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30).

Las palabras relevantes de Dios:

El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente a cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y hueso, sino que es la personificación del Espíritu. Tiene tanto una humanidad normal como una divinidad completa. Su divinidad no la posee ningún hombre. Su humanidad normal sustenta todas Sus actividades normales en la carne mientras que Su divinidad lleva a cabo la obra de Dios mismo. Sea Su humanidad o Su divinidad, ambas se someten a la voluntad del Padre celestial. La esencia de Cristo es el Espíritu, es decir, la divinidad. Por lo tanto, Su esencia es la de Dios mismo; esta esencia no interrumpirá Su propia obra y Él no podría hacer nada que destruyera Su propia obra ni tampoco pronunciaría ninguna palabra que fuera en contra de Su propia voluntad. Por lo tanto, el Dios encarnado nunca haría alguna obra que interrumpiera Su propia gestión. Esto es lo que todos los hombres deben entender. La esencia de la obra del Espíritu Santo es salvar al hombre y es por el bien de la propia gestión de Dios. De manera similar, la obra de Cristo es salvar a los hombres, y lo es por causa de la voluntad de Dios. Dado que Dios se hace carne, Él realiza Su esencia dentro de Su carne de tal manera que Su carne es suficiente para emprender Su obra. Por lo tanto, toda la obra del Espíritu de Dios la reemplaza la obra de Cristo durante el tiempo de la encarnación, y en el corazón de toda la obra a través del tiempo de la encarnación está la obra de Cristo. No se puede mezclar con la obra de ninguna otra era. Y ya que Dios se hace carne, obra en la identidad de Su carne; ya que viene en la carne, entonces termina en la carne la obra que debía hacer. Ya sea el Espíritu de Dios o Cristo, ambos son Dios mismo y Él hace la obra que debe hacer y desempeña el ministerio que debe desempeñar.

El Hijo del hombre encarnado expresaba la divinidad de Dios a través de Su humanidad y le transmitía Su voluntad a la humanidad. A través de la expresión de la voluntad y del carácter de Dios, también le reveló al Dios que no puede verse ni tocarse en la esfera espiritual. Lo que las personas vieron era Dios mismo, tangible y de carne y hueso. Así, el Hijo del Hombre encarnado concretizó y humanizó cosas como la identidad, el estatus, la imagen, el carácter de Dios, y lo que Él tiene y es. Aunque Su aspecto externo tenía algunas limitaciones respecto a la imagen de Dios, Su esencia y lo que Él tiene y es, eran totalmente capaces de representar Su propia identidad y estatus; sencillamente existían algunas diferencias en la forma de expresión. Independientemente de que sea la humanidad del Hijo del Hombre o de Su divinidad, no podemos negar que Él representaba la propia identidad y estatus de Dios. Sin embargo, durante este tiempo, Dios obró a través de la carne, habló desde esa perspectiva, y se presentó ante la humanidad con la identidad y el estatus del Hijo del Hombre, y esto les proporcionó a las personas la oportunidad de encontrar y experimentar las palabras y la obra prácticas de Dios en medio de la humanidad. También les permitió tener una percepción de Su divinidad y de Su grandeza en medio de la humildad, así como obtener un entendimiento y una definición preliminares de la autenticidad y la realidad de Dios. Aunque la obra realizada por el Señor Jesús, Sus formas de obrar, y la perspectiva desde la que habló diferían de la persona real de Dios en la esfera espiritual, todo lo relativo a Él representaba realmente al Dios mismo que los humanos nunca habían visto antes; ¡esto es innegable! Es decir, no importa en qué forma aparezca Dios ni desde qué perspectiva hable, o en qué imagen se presente ante la humanidad, Dios no representa nada que no sea Él mismo. No puede representar a ningún ser humano; no puede representar a ningún humano corrupto. Dios es Dios mismo, y esto no se puede negar.

Cuando Jesús llamaba a Dios en el cielo por el nombre de Padre al orar, sólo lo hacía desde la perspectiva de un hombre creado, sólo porque el Espíritu de Dios se había vestido como un hombre ordinario y normal y tenía el envoltorio exterior de un ser creado. Incluso si dentro de Él estaba el Espíritu de Dios, Su apariencia externa seguía siendo la de un hombre ordinario; en otras palabras, había pasado a ser el “Hijo del Hombre” del que todos los hombres, incluido el propio Jesús, hablaban. Dado que es llamado el Hijo del Hombre, Él es una persona (sea hombre o mujer, en cualquier caso una con el caparazón exterior de un ser humano) nacida en una familia normal de personas ordinarias. Por tanto, que Jesús llamara a Dios en el cielo por el nombre de Padre era lo mismo que cuando vosotros lo llamasteis Padre al principio; Él lo hizo desde la perspectiva de un hombre de la creación. ¿Recordáis todavía la oración del Señor que Jesús os enseñó para memorizar? “Padre nuestro que estás en los cielos…”. Él pidió a todos los hombres que llamaran a Dios en el cielo por el nombre de Padre. Y como Él también lo llamaba Padre, lo hacía desde la perspectiva de uno que está en igualdad de condiciones con todos vosotros. Como llamasteis a Dios en el cielo por el nombre de Padre, esto muestra que Jesús se consideraba estar en igualdad de condiciones con todos vosotros, como un hombre escogido por Dios (es decir, el Hijo de Dios) sobre la tierra. Si llamáis a Dios “Padre”, ¿no es porque sois un ser creado? Por muy grande que fuera la autoridad de Jesús en la tierra, antes de la crucifixión, Él era simplemente un Hijo del hombre, dominado por el Espíritu Santo (es decir, Dios), y uno de los seres creados de la tierra, porque aún tenía que completar Su obra. Así pues, que llamara Padre a Dios en el cielo, era únicamente por Su humildad y obediencia. Que se dirigiera a Dios (es decir, al Espíritu en el cielo) de esa manera no demuestra, sin embargo, que Él sea el Hijo del Espíritu de Dios en el cielo. Más bien, Su perspectiva es sencillamente diferente y no es que Él sea una persona distinta. ¡La existencia de personas diferentes es una falacia! Antes de Su crucifixión, Jesús era un Hijo del Hombre sujeto a las limitaciones de la carne, y Él no poseía la plena autoridad del Espíritu. Por esta razón, Él sólo podía buscar la voluntad de Dios Padre desde la perspectiva de un ser creado. Es como cuando oró tres veces en Getsemaní: “No sea Mi voluntad, sino la tuya”. Antes de que lo pusieran en la cruz, Él no era más que el Rey de los judíos; Él era Cristo, el Hijo del Hombre, y no un cuerpo de gloria. Esa es la razón por la que, desde el punto de vista de un ser creado, llamaba Padre a Dios.

Todavía están los que dicen: “¿No declaró Dios expresamente que Jesús era Su Hijo amado?”. Jesús es el Hijo amado de Dios, en quién Él se regocija grandemente; esto ciertamente fue dicho por Dios mismo. Eso fue Dios dando testimonio de sí mismo, pero simplemente desde una perspectiva diferente, la del Espíritu en el cielo dando testimonio de Su propia encarnación. Jesús es Su encarnación, no Su Hijo en el cielo. ¿Entiendes? ¿No indican las palabras de Jesús, “Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Mí” que Ellos son un Espíritu? ¿Y acaso no se debe a la encarnación que Ellos fueran separados entre el cielo y la tierra? En realidad, siguen siendo uno; sin importar lo que digan, es simplemente Dios dando testimonio de sí mismo. Debido al cambio en las eras, a los requisitos de la obra y a las diferentes etapas de Su plan de gestión, el nombre por el que el hombre llama a Dios también difiere. Cuando Él vino a llevar a cabo la primera etapa de la obra, sólo se le podía llamar Jehová, pastor de los israelitas. En la segunda etapa, el Dios encarnado sólo podía ser llamado Señor y Cristo. Pero en esos tiempos, el Espíritu en el cielo sólo declaró que Él era el Hijo amado de Dios, y no mencionó que fuese el único Hijo de Dios. Esto simplemente no ocurrió. ¿Cómo podría Dios tener un único hijo? Entonces ¿no se habría hecho hombre Dios? Como Él era la encarnación, se le llamó el Hijo amado de Dios y, a partir de esto, llegó la relación entre Padre e Hijo. Se debió sencillamente a la separación entre el cielo y la tierra. Jesús oró desde la perspectiva de la carne. Como se había revestido de una carne de humanidad normal, fue desde la perspectiva de la carne desde donde Él dijo: “Mi caparazón exterior es el de un ser creado. Como me revestí de carne para venir a la tierra, ahora estoy lejos, muy lejos del cielo”. Por esta razón, Él sólo podía orar a Dios Padre desde la perspectiva de la carne. Este era Su deber y aquello con lo que el Espíritu encarnado de Dios debía estar equipado. No puede decirse que Él no es Dios simplemente porque oraba al Padre desde la perspectiva de la carne. Aunque se le llama el Hijo amado de Dios, sigue siendo Dios mismo, porque Él no es sino la encarnación del Espíritu y Su esencia sigue siendo el Espíritu.

Si alguien entre vosotros dice que la Trinidad en verdad existe, entonces explica qué es exactamente este Dios único en tres personas. ¿Qué es el Padre Santo? ¿Qué es el Hijo? ¿Qué es el Espíritu Santo? ¿Es Jehová el Padre Santo? ¿Es Jesús el Hijo? ¿Qué es entonces el Espíritu Santo? ¿No es el Padre un Espíritu? ¿No es la esencia del Hijo también un Espíritu? ¿No fue la obra de Jesús la obra del Espíritu Santo? ¿No fue en ese tiempo la obra de Jehová llevada a cabo por un Espíritu igual que el de Jesús? ¿Cuántos Espíritus puede tener Dios? Según tu explicación, las tres personas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una; de ser así, hay tres Espíritus, pero tener tres Espíritus significa que hay tres Dioses. Esto significa que no hay un único Dios verdadero; ¿cómo puede esta clase de Dios seguir teniendo la esencia inherente de Dios? Si aceptas que sólo hay un Dios, entonces ¿cómo puede Él tener un hijo y ser un padre? ¿No son todas estas simplemente tus nociones? Sólo hay un Dios, sólo hay una persona en este Dios y sólo un Espíritu de Dios, así como está escrito en la Biblia que “sólo hay un único Espíritu Santo y un único Dios”. Independientemente de que el Padre y el Hijo de los que hablas existan, sólo hay un Dios después de todo y la esencia del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en los que creéis es la del Espíritu Santo. En otras palabras, Dios es un Espíritu, pero es capaz de hacerse carne y vivir entre los hombres, así como estar sobre todas las cosas. Su Espíritu lo incluye todo y es omnipresente. Él puede estar simultáneamente en la carne y por todo el universo. Como todas las personas dicen que Dios es el único Dios verdadero, entonces, ¡sólo hay un Dios y nadie lo puede dividir a voluntad! Dios es sólo un Espíritu y sólo una persona; y ese es el Espíritu de Dios. Si es como tú dices, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, ¿no son, pues, tres Dioses? El Espíritu Santo es una cuestión, el Hijo otra y el Padre otra. Son personas distintas de esencias diferentes, ¿cómo puede ser cada uno parte de un solo Dios? El Espíritu Santo es un Espíritu; esto es fácil de entender para el hombre. De ser así, entonces el Padre es aún más un Espíritu. Él nunca ha descendido a la tierra y nunca se ha hecho carne; Él es Jehová Dios en el corazón del hombre y, sin duda, también es un Espíritu. ¿Cuál es entonces la relación entre Él y el Espíritu Santo? ¿Es la relación entre el Padre y el Hijo? ¿O es la relación entre el Espíritu Santo y el Espíritu del Padre? ¿Es la esencia de cada Espíritu la misma? ¿O es el Espíritu Santo un instrumento del Padre? ¿Cómo puede explicarse esto? ¿Y cuál es entonces la relación entre el Hijo y el Espíritu Santo? ¿Es una relación entre dos Espíritus o entre un hombre y un Espíritu? ¡Todos estos son asuntos que no pueden tener explicación! Si son todos un Espíritu, entonces no puede hablarse de tres personas, porque Ellos poseen un solo Espíritu. Si fueran personas distintas, Sus Espíritus variarían en fuerza y simplemente no podrían ser un solo Espíritu. ¡Este concepto del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es de lo más absurdo! Esto segmenta a Dios y lo divide en tres personas, cada una de ellas con un estatus y un Espíritu; ¿cómo puede entonces seguir siendo un Espíritu y un Dios? Dime, ¿quién creó los cielos y la tierra y todas las cosas, el Padre, el Hijo o el Espíritu Santo? Algunos dicen que ellos lo crearon juntos. ¿Quién redimió entonces a la humanidad? ¿Fue el Espíritu Santo, el Hijo o el Padre? Algunos dicen que fue el Hijo quien redimió a la humanidad. ¿Quién es entonces el Hijo en esencia? ¿Acaso no es Él la encarnación del Espíritu de Dios? La encarnación llama a Dios en el cielo por el nombre de Padre, desde la perspectiva de un hombre creado. ¿No eres consciente de que Jesús nació de la concepción por medio del Espíritu Santo? Dentro de Él está el Espíritu Santo; digas lo que digas, Él sigue siendo uno con Dios en el cielo, porque Él es la encarnación del Espíritu de Dios. Esta idea del Hijo es simplemente falsa. Es un Espíritu el que lleva a cabo toda la obra; sólo Dios mismo, es decir, el Espíritu de Dios, realiza Su obra. ¿Quién es el Espíritu de Dios? ¿No es el Espíritu Santo? ¿Acaso no es el Espíritu Santo que obra en Jesús? Si la obra no hubiera sido realizada por el Espíritu Santo (es decir, el Espíritu de Dios), ¿podría representar, entonces, Su obra a Dios mismo?

Lo que el hombre vio primero fue el Espíritu Santo descendiendo como una paloma sobre Jesús; no fue el Espíritu exclusivo de Jesús, sino más bien el Espíritu Santo. ¿Puede separarse entonces el Espíritu de Jesús del Espíritu Santo? Si Jesús es Jesús, el Hijo, y el Espíritu Santo es el Espíritu Santo, entonces ¿cómo podían ser uno? De ser así, la obra no se hubiese podido llevar a cabo. El Espíritu en Jesús, el Espíritu en el cielo y el Espíritu de Jehová son todos uno. Se le puede llamar el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, el Espíritu intensificado siete veces y el Espíritu que todo lo incluye. El Espíritu de Dios puede llevar a cabo tanta obra. Él es capaz de crear el mundo y destruirlo inundando la tierra; puede redimir a toda la humanidad y, además, conquistarla y destruirla. Dios mismo lleva a cabo esta obra y ninguna otra de Sus personas puede hacerlo en Su lugar. Su Espíritu puede llamarse por el nombre de Jehová y Jesús, así como el Todopoderoso. Él es el Señor y Cristo. También puede convertirse en el Hijo del Hombre. Él está en los cielos y también en la tierra; Él está en lo alto sobre los universos y entre la multitud. ¡Él es el único Señor de los cielos y la tierra! Desde la época de la creación hasta ahora, el Espíritu de Dios mismo ha llevado a cabo esta obra. Sea la obra en los cielos o en la carne, todo lo realiza Su propio Espíritu. Todas las criaturas, tanto en el cielo como en la tierra, están en la palma de Su mano todopoderosa; todo esto es la obra de Dios mismo y nadie más puede realizarla en Su lugar. En los cielos, Él es el Espíritu pero también es Dios mismo; entre los hombres, Él es carne pero sigue siendo Dios mismo. Aunque se le pueda llamar por cientos de miles de nombres, Él sigue siendo Él mismo, y es la expresión directa de Su Espíritu. La redención de toda la humanidad a través de Su crucifixión fue la obra directa de Su Espíritu y también lo es la proclamación a todas las naciones y tierras durante los últimos días. En todas las épocas, sólo se puede llamar a Dios el único Dios verdadero y todopoderoso, el Dios mismo que todo lo incluye. Las distintas personas no existen, mucho menos esta idea del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Sólo hay un Dios en el cielo y en la tierra!

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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Sentimos que todas las palabras de Dios están en la Biblia y que cualquier cosa fuera de ella no contiene las revelaciones o las palabras de Dios. ¿Por qué es erróneo este tipo de declaración?


Versículos bíblicos como referencia:

Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría contener los libros que se escribirían (Juan 21:25).

Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel poderoso que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos? Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirar su contenido. Y yo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido. Entonces uno de los ancianos me dijo: No llores; mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos (Apocalipsis 5:1-5).

Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir, cuando oí una voz del cielo que decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho y no las escribas (Apocalipsis 10:4).

La respuesta de la palabra de Dios:

Todo lo que se registra en la Biblia es limitado e incapaz de representar toda la obra de Dios. Los Cuatro Evangelios tienen en total menos de cien capítulos, con un número limitado de sucesos como la maldición que Jesús hizo de la higuera, las tres negaciones de Pedro respecto al Señor, la aparición de Jesús a los discípulos después de Su crucifixión y resurrección, enseñanza sobre el ayuno, la oración, el divorcio, el nacimiento y la genealogía de Jesús, la elección de los discípulos por Jesús, etc. Estos son sólo unos pocos escritos, pero el hombre los valora como tesoros, verificando incluso la obra actual frente a ellos. Creen incluso que Jesús sólo hizo eso en el tiempo posterior a Su nacimiento. Es como si creyeran que Dios sólo puede hacer eso, que no puede haber más obra adicional. ¿No es esto absurdo?

de ‘El misterio de la encarnación (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”

La obra de Dios en cada era tiene límites claros; Él sólo realiza la obra de la era presente y nunca la de la siguiente etapa de antemano. Sólo de esta forma puede Su obra representativa de cada era ponerse de manifiesto. Jesús sólo había hablado de las señales de los últimos días, de cómo ser paciente y cómo ser salvo, de cómo arrepentirse y confesar, y de cómo cargar la cruz y soportar el sufrimiento; Él nunca habló de a qué el hombre debería entrar en los últimos días o de cómo buscar satisfacer la voluntad de Dios. Por tanto, ¿no sería un acto absurdo buscar en la Biblia la obra de Dios de los últimos días? ¿Qué puedes discernir simplemente sosteniendo la Biblia en tus manos? Ya sea un intérprete de la misma o un predicador, ¿quién puede conocer de antemano la obra de hoy?

de ‘¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si deseas ver la obra de la Era de la Ley, y cómo siguieron los israelitas el camino de Jehová, debes leer el Antiguo Testamento; si deseas entender la obra de la Era de la Gracia, debes leer el Nuevo Testamento. ¿Pero cómo ves la obra de los últimos días? Debes aceptar el liderazgo del Dios de hoy, y entrar en la obra de hoy, porque esta es la nueva obra, y nadie la ha registrado anteriormente en la Biblia. Hoy, Dios se ha hecho carne y ha seleccionado a otros escogidos en China. Él obra en estas personas, continúa Su obra en la tierra, continúa la obra de la Era de la Gracia. La obra de hoy es una senda por la que el hombre nunca ha caminado, y que nadie ha visto nunca. Es una obra que nunca se ha hecho antes: es la obra más reciente de Dios en la tierra. Así pues, la obra que nunca se ha hecho antes no es historia, porque ahora es ahora, y aún no se ha convertido en pasado. Las personas no saben que Dios ha hecho una obra mayor y más nueva en la tierra, y fuera de Israel, que ya ha ido más allá del ámbito de este, así como de las predicciones de los profetas, que es una obra nueva y maravillosa fuera de las profecías, y una obra más nueva más allá de Israel, que las personas no pueden percibir ni imaginar. ¿Cómo podría contener la Biblia registros explícitos de tal obra? ¿Quién podría haber registrado cada pedazo de la obra de hoy, sin omisión, de antemano?

de ‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”

Ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por orden del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas. Este es el carácter de Dios y, además, todos lo deben reconocer.

de ‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’ en “La Palabra manifestada en carne”

Recomendación: Estudios bíblicos cristianos


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viernes, 27 de noviembre de 2020

¿Cómo purifica y salva a la humanidad la obra de juicio de Dios durante los últimos días?


3. ¿Cómo purifica y salva a la humanidad la obra de juicio de Dios durante los últimos días?

Versículos bíblicos como referencia:

“Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48).

Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13).

Las palabras relevantes de Dios:

Cuando Dios se hace carne esta vez, Su obra es expresar Su carácter, principalmente por medio del castigo y el juicio. Usando esto como el fundamento, trae más verdad al hombre, muestra más formas de práctica, y por tanto logra Su objetivo de conquistar al hombre y salvarlo de su carácter corrupto. Esto es lo que hay detrás de la obra de Dios en la Era del Reino.

Extracto de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”

En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra de juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra de juicio realizada por Dios.

Extracto de ‘Cristo hace la obra de juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”

La obra llevada a cabo por Dios durante esta era es principalmente la provisión de las palabras para la vida del hombre, la revelación de la esencia de la naturaleza del hombre y el carácter corrupto de este, la eliminación de los conceptos religiosos, del pensamiento feudal, del pensamiento obsoleto, así como del conocimiento y la cultura del hombre. Todo esto debe ponerse en evidencia y purificarse por medio de las palabras de Dios. En los últimos días, Él usa palabras, y no señales y maravillas, para perfeccionar al hombre. Usa Sus palabras para descubrir, juzgar, castigar y perfeccionar al hombre, de forma que en las mismas este llegue a ver la sabiduría y la belleza de Dios, y a entender Su carácter, y así, a través de las palabras de Dios, el hombre vea Sus hechos.

Extracto de ‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”

Toda la obra realizada este día es con el fin de que el hombre pueda ser purificado y cambiado; por medio del juicio y el castigo por la palabra, así como del refinamiento, el hombre puede desechar su corrupción y ser hecho puro. En lugar de considerar que esta etapa de la obra es la de la salvación, sería más apropiado decir que es la obra de purificación. En verdad, esta etapa es la de conquista así como la segunda etapa de la salvación. Dios gana al hombre por medio del juicio y el castigo por la palabra; por medio del uso de la palabra para refinar, juzgar y revelar, todas las impurezas, las nociones, los motivos y las esperanzas individuales dentro del corazón del hombre se revelan completamente.

Extracto de ‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿A través de qué se alcanza la perfección que Dios tiene para el hombre? A través de Su justo carácter. El carácter de Dios consiste principalmente de la justicia, la ira, la majestad, el juicio y la maldición y Su perfección para el hombre es principalmente por medio del juicio. Algunas personas no entienden y preguntan por qué es que Dios sólo puede perfeccionar al hombre por medio del juicio y la maldición. Dicen: “Si Dios maldijera al hombre, ¿no moriría el hombre? Si Dios juzgara al hombre, ¿el hombre no sería condenado? Entonces, ¿cómo puede todavía ser perfeccionado?”. Esas son las palabras de la gente que no conoce la obra de Dios. Lo que Dios maldice es la desobediencia del hombre y lo que Él juzga son los pecados del hombre. Aunque Él habla severamente y sin la menor sensibilidad, Él revela todo lo que hay dentro del hombre y a través de estas palabras severas revela lo que es esencial dentro del hombre pero a través de ese juicio le da al hombre un conocimiento profundo de la esencia de la carne y, por lo tanto, el hombre se somete a la obediencia frente a Dios. La carne del hombre es de pecado y de Satanás, es desobediente y el objeto del castigo de Dios, en consecuencia, para permitirle al hombre que se conozca, las palabras del juicio de Dios le deben suceder y todo tipo de refinamiento se debe emplear; sólo entonces puede ser efectiva la obra de Dios.

Extracto de ‘Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿A qué estado interno de las personas van dirigidas estas pruebas? Apuntan al carácter rebelde en los seres humanos que es incapaz de satisfacer a Dios. Hay mucha impureza dentro de las personas, y mucha hipocresía; por tanto, Dios las somete a pruebas con el fin de purificarlas. […]

Si no conoces el carácter de Dios, caerás inevitablemente durante las pruebas, porque no sabes cómo perfecciona Él a las personas ni por qué medios lo hace; y cuando Sus pruebas te sobrevengan y no concuerden con tus conceptos, serás incapaz de mantenerte firme. El amor verdadero de Dios es todo Su carácter, y cuando este se te muestra, ¿qué proporciona esto a tu carne? Cuando se te muestre el carácter justo de Dios, tu carne sufrirá inevitablemente mucho dolor. Si no lo padeces, Dios no puede perfeccionarte ni serás capaz de dedicarle amor sincero. Si Dios te perfecciona, te mostrará sin duda todo Su carácter. Desde el momento de la creación hasta hoy, Él nunca ha mostrado todo Su carácter al hombre; sin embargo, durante los últimos días se lo revelará a este grupo de personas a las que ha predestinado y seleccionado. Perfeccionando a las personas deja al descubierto Su carácter, por medio de esto completa a un grupo de personas. Ese es el amor verdadero de Dios por las personas. Experimentar el verdadero amor de Dios por ellas requiere que los seres humanos soporten un dolor extremo, y paguen un alto precio. Sólo después de esto las ganará Dios y serán capaces de devolverle su amor sincero; sólo entonces quedará satisfecho el corazón de Dios. Si las personas desean que Dios las perfeccione, hacer Su voluntad y darle todo su amor sincero, deben experimentar mucho sufrimiento y muchos tormentos a partir de las circunstancias, sufrir un dolor peor que la muerte y, en última instancia, se verán obligados a devolverle a Dios su corazón sincero. Durante las dificultades y el refinamiento se revela si alguien ama a Dios con sinceridad o no. Dios purifica el amor de las personas, y esto también se logra en medio de los sufrimientos y el refinamiento.

Extracto de ‘Solo amar a Dios es realmente creer en Él’ en “La Palabra manifestada en carne”

Dios tiene muchos medios para perfeccionar al hombre. Emplea toda clase de ambientes para tratar con el carácter corrupto del hombre y usa varias cosas para poner al hombre al descubierto; en un sentido trata con el hombre, en otro pone al hombre al descubierto y en otro revela al hombre, escarbando y revelando los “misterios” en las profundidades del corazón del hombre, y mostrándole al hombre su naturaleza revelando muchos de sus estados. Dios perfecciona al hombre a través de muchos métodos —por medio de la revelación, por medio del trato, por medio del refinamiento y el castigo— para que el hombre pueda saber que Dios es práctico.

Extracto de ‘Sólo los que se enfocan en la práctica pueden ser perfeccionados’ en “La Palabra manifestada en carne”

Ser conquistado por Dios es como una lucha de artes marciales.

Cada una de las palabras de Dios golpea nuestro punto mortal y nos deja doloridos y temerosos. Él revela nuestras nociones, revela nuestras imaginaciones, y revela nuestro carácter corrupto. Sus palabras revelan nuestra naturaleza y esencia por medio de todo lo que decimos y hacemos, y por cada uno de nuestros pensamientos e ideas, dejándonos humillados y temblando de miedo. Nos dice todas nuestras acciones, nuestras metas e intenciones, y hasta el carácter corrupto que nunca hemos descubierto, haciéndonos sentir que estamos completamente expuestos, e incluso haciéndonos sentir completamente convencidos. Nos juzga por nuestra oposición a Él, nos castiga porque blasfemamos contra Él y porque lo condenamos, y nos hace sentir que a Sus ojos somos inútiles, y que somos el Satanás viviente. Nuestras esperanzas se truncan; ya no nos atrevemos a hacerle ninguna demanda o intento irrazonable, y hasta nuestros sueños se desvanecen de la noche a la mañana. Este es un hecho que ninguno de nosotros se puede imaginar y que ninguno de nosotros puede aceptar. Por un momento, nuestras mentes se desequilibran y no sabemos cómo continuar en el camino que está por delante; no sabemos cómo continuar en nuestras creencias. Parece como si nuestra fe volviera a empezar desde cero, y como si nunca hubiéramos conocido al Señor Jesús y nunca nos hubiéramos familiarizado con Él. Todo lo que está delante de nuestros ojos nos deja perplejos y nos hace sentir como si estuviéramos a la deriva. Estamos consternados, estamos desilusionados, y en lo profundo de nuestros corazones hay una ira y una vergüenza que no pueden ser suprimidas. Tratamos de desahogarnos, tratamos de encontrar una salida; es más, intentamos seguir esperando a nuestro Salvador Jesús y le derramamos nuestros corazones. Aunque hay veces en las que ni somos altivos ni humildes por fuera, en nuestros corazones nos aflige un sentimiento de pérdida como nunca antes. Aunque a veces podamos parecer inusualmente calmados por fuera, por dentro soportamos mares atronadores de tormento. Su juicio y Su castigo nos han despojado de todas nuestras esperanzas y sueños, nos han dejado sin nuestros deseos extravagantes, y reacios a creer que Él es nuestro Salvador y capaz de salvarnos. Su juicio y Su castigo han abierto un abismo profundo entre nosotros y Él, y nadie ni siquiera está dispuesto a cruzarlo. Su juicio y Su castigo son la primera vez que sufrimos un gran revés y una gran humillación. Su juicio y Su castigo nos han permitido apreciar realmente el honor de Dios y la intolerancia de la ofensa del hombre, comparado a lo cual somos demasiado viles e impuros. Su juicio y Su castigo nos han hecho darnos cuenta por primera vez qué arrogantes y pretenciosos somos, y cómo el hombre nunca será igual a Dios o estará a la par de Dios. Su juicio y Su castigo nos han hecho añorar no vivir más en semejante carácter corrupto, y nos han hecho anhelar deshacernos de semejante naturaleza y esencia tan pronto como sea posible, y que Él ya no nos deteste ni le parezcamos repugnantes. Su juicio y Su castigo nos han hecho sentir felices de obedecer Sus palabras y dejar de estar dispuestos a rebelarnos contra Sus órdenes y disposiciones. Su juicio y Su castigo nos han dado una vez más el deseo de sobrevivir, y nos hicieron sentir felices de aceptarlo como nuestro Salvador… Hemos abandonado el trabajo de conquista, nos hemos salido del infierno, nos hemos salido del valle de sombra y de muerte… ¡Dios Todopoderoso nos ha ganado, a este grupo de personas! ¡Ha triunfado sobre Satanás y ha derrotado a todos Sus enemigos!

Extracto de ‘Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si quiere saber más, haga clic : El juicio ante el gran trono blanco

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