miércoles, 4 de noviembre de 2020

Al recibir el retorno del Señor, se debe escuchar la voz de Dios en vez de confiar en los ojos


Respecto al recibimiento al Señor, mucha gente piensa que ver al Señor Jesús descender sobre nubes en Su cuerpo espiritual significa ver la aparición de Dios. Sin embargo, ahora las profecías de la venida del Señor se han cumplido básicamente, aunque no hemos visto al Señor venir en una nube, escuchamos a alguien testificar que Él ha regresado. A través de buscar e investigar, muchas personas han reconocido la voz de Dios y han acogido al Señor con éxito. Entonces, al recibir el regreso del Señor, ¿debemos confiar en la vista o escuchar la voz de Dios? De hecho, la manera para recibir el regreso del Señor es principalmente escuchar la voz de Dios y confiar en la confirmación de nuestro corazón. Tal como Job dijo una vez: “He sabido de ti solo de oídas, pero ahora mis ojos te ven” (Job 42:5). ¿Vio Job a Jehová Dios con sus propios ojos? No, escuchó a Dios hablar con él en el torbellino, y confirmó de corazón que era Su voz, como si lo hubiera visto a Él. La mujer samaritana reconoció al Señor Jesús como el Mesías, ¿lo reconoció mediante sus ojos? No, tras escuchar al Señor Jesús exponer sus secretos ocultos, creyó que Sus palabras eran la voz de Dios, la verdad, y luego reconoció Su verdadera identidad. Lo mismo es cierto para nosotros, ¿seguimos al Señor Jesús por haber visto a Él? No, es porque escuchamos que Sus palabras son la verdad, la voz de Dios, por lo que determinamos que Él es nuestro único Salvador. No obstante, si bien los fariseos vieron al Señor Jesús con sus propios ojos, no consideraron que Él fuera el Mesías, e incluso lo condenaron y lo clavaron en la cruz, al final, fueron castigados por Él. Se puede ver que al dar la bienvenida al retorno del Señor, no podemos depender de la vista, y los ojos humanos no pueden hacer que conozcamos a Dios. Por lo tanto, si queremos acoger la aparición del Señor, debemos fijarnos en escuchar la voz de Dios.

La Palabra de Dios también nos dice: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Recomendación: Reflexión del evangelio de hoy

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

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