jueves, 17 de diciembre de 2020

La naturaleza del problema de no aceptar el nuevo nombre de Dios

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 La naturaleza del problema de no aceptar el nuevo nombre de Dios


Las palabras relevantes de Dios:

Ya que el hombre cree en Dios, debe seguir muy de cerca los pasos de Dios, paso a paso, debe “seguir al Cordero dondequiera que vaya”. Solo estas son personas que buscan el camino verdadero, solo ellas son las que conocen la obra del Espíritu Santo. Las personas que de un modo servil siguen las letras y las doctrinas son las que la obra del Espíritu Santo ha eliminado. En cada periodo de tiempo, Dios comenzará una nueva obra y, en cada periodo, habrá un nuevo comienzo entre los hombres. Si el hombre sólo acata las verdades de que “Jehová es Dios” y “Jesús es Cristo”, que son verdades que solo se aplican a sus respectivas eras, entonces el hombre nunca estará al día de la obra del Espíritu Santo y nunca podrá obtener la obra del Espíritu Santo. Independientemente de cómo obra Dios, el hombre lo sigue sin la más mínima duda y lo sigue de cerca. De esta manera, ¿cómo puede el hombre ser eliminado por el Espíritu Santo? Independientemente de lo que haga Dios, en tanto que el hombre esté seguro de que es la obra del Espíritu Santo, coopere con la obra del Espíritu Santo sin recelo y trate de cumplir con las exigencias de Dios, entonces, ¿cómo podría ser castigado? La obra de Dios nunca ha cesado, Sus pasos nunca se han detenido y, antes del término de Su obra de gestión, siempre está ocupado y nunca para. Pero el hombre es diferente: al haber obtenido sólo un mínimo de la obra del Espíritu Santo, la trata como si nunca fuera a cambiar; al haber obtenido un poco de conocimiento, no avanza para seguir los pasos de la obra más nueva de Dios; al haber visto sólo un poco de la obra de Dios, de inmediato prescribe a Dios como una figura de madera en particular y cree que Dios siempre permanecerá en esta forma que ve delante de él, que fue así en el pasado y que siempre será así en el futuro; al haber obtenido sólo un conocimiento superficial, el hombre está tan orgulloso que se olvida de sí mismo y comienza a proclamar desenfrenadamente un carácter y un ser de Dios que simplemente no existen; y al tener la certeza de una etapa de la obra del Espíritu Santo, sin importar qué clase de persona sea la que proclame la nueva obra de Dios, el hombre no la acepta. Estas son personas que no pueden aceptar la nueva obra del Espíritu Santo; son demasiado conservadoras e incapaces de aceptar cosas nuevas. Esas personas son las que creen en Dios pero que también lo rechazan. El hombre cree que los israelitas estaban equivocados por “solo creer en Jehová pero no creer en Jesús”, pero la mayoría de las personas desempeñan un papel en el que “solo creen en Jehová y rechazan a Jesús”, y “anhelan el regreso del Mesías pero se oponen al Mesías que se llama Jesús”. No es de extrañar, entonces, que las personas sigan viviendo bajo el campo de acción de Satanás después de aceptar una etapa de la obra del Espíritu Santo y todavía sigan sin recibir las bendiciones de Dios. ¿No es esto el resultado de la rebelión del hombre? […] Solo los que siguen las pisadas del Cordero hasta el final pueden obtener la bendición final, mientras que esas “personas listas”, que no son capaces de seguir hasta el final pero creen que han ganado todo, no pueden ser testigos de la aparición de Dios. Todos creen que son la persona más lista en la tierra e interrumpen el desarrollo continuo de la obra de Dios sin ninguna razón en absoluto, y parecen creer con absoluta certeza que Dios los llevará al cielo a ellos, que “tienen la mayor lealtad a Dios, que siguen a Dios y acatan las palabras de Dios”. Aunque tengan la “mayor lealtad” hacia las palabras que Dios habla, sus palabras y acciones siguen siendo tan repugnantes porque se oponen a la obra del Espíritu Santo y andan con astucia y cometen el mal. Los que no siguen hasta el final, que no siguen el ritmo de la obra del Espíritu Santo, y que únicamente se aferran a la antigua obra, no solo han fallado en lograr la lealtad a Dios sino que, por el contrario, se han convertido en los que se oponen a Dios, se han convertido en los que la nueva era rechaza y que serán castigados. ¿Hay alguien más digno de compasión que ellos?

Extracto de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si el hombre siempre me llama Jesucristo, pero no sabe que he comenzado una nueva era durante los últimos días y que me he embarcado en una nueva obra, y si el hombre continúa obsesivamente a la espera de la llegada de Jesús el Salvador, entonces llamaré a las personas como estas las que no creen en Mí; son personas que no me conocen y su creencia en Mí es falsa. ¿Podrían tales personas ser testigos de la llegada de Jesús el Salvador desde el cielo? Lo que esperan no es Mi llegada sino la llegada del Rey de los judíos. No anhelan que Yo aniquile este viejo mundo impuro, sino que anhelan la segunda venida de Jesús en la cual serán redimidos. Esperan que Jesús redima una vez más a toda la humanidad de esta tierra inmunda e injusta. ¿Cómo pueden tales personas convertirse en quienes completen Mi obra en los últimos días? Los deseos del hombre son incapaces de cumplir Mis deseos o de completar Mi obra, porque el hombre simplemente admira o aprecia el recuerdo de la obra que he hecho antes y no tiene idea de que Yo soy el Dios mismo que siempre es nuevo y nunca viejo. El hombre solo sabe que Yo soy Jehová y Jesús, y no tiene ni idea de que Yo soy el Último, Aquel que pondrá fin a la humanidad. Todo lo que el hombre anhela y conoce proviene de sus propias nociones y es simplemente lo que puede ver con sus propios ojos. No está en consonancia con la obra que Yo hago sino en discordancia con ella.

Extracto de ‘El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si usáis vuestras propias nociones para medir y delimitar a Dios, como si Dios fuera una estatua de barro inmutable, y si delimitáis completamente a Dios dentro de los parámetros de la Biblia y lo encerráis dentro de un limitado ámbito dónde obrar, entonces esto prueba que habéis condenado a Dios. Porque los judíos de la era del Antiguo Testamento tomaron a Dios como un ídolo de forma fija que tenían en sus corazones, como si a Dios solo se le pudiera llamar Mesías y solo aquel que fuera llamado el Mesías pudiera ser Dios, y porque la humanidad sirvió y adoró a Dios como si Él fuera una estatua de barro sin vida, clavaron al Jesús de ese tiempo en la cruz, sentenciándolo a muerte; el Jesús inocente fue así condenado a muerte. Dios era inocente de cualquier ofensa; sin embargo, el hombre rehusó perdonar a Dios e insistió en sentenciarlo a muerte, y así Jesús fue crucificado. El hombre siempre cree que Dios es inmutable y lo define de acuerdo con un único libro, la Biblia, como si el hombre tuviera un perfecto entendimiento de la gestión de Dios, como si todo lo que Dios hace estuviera en la palma de la mano del hombre. Las personas son absurdas hasta el extremo, de una arrogancia extrema y todas tienen un don para la hipérbole. No importa lo grande que sea el conocimiento que tienes de Dios, todavía digo que no conoces a Dios, que te opones a Dios al máximo y que lo has condenado porque eres totalmente incapaz de obedecer la obra de Dios y caminar la senda de ser perfeccionado por Dios. ¿Por qué Dios nunca está satisfecho con las acciones del hombre? Porque el hombre no conoce a Dios, porque tiene demasiadas nociones y porque su conocimiento de Dios no concuerda en absoluto con la realidad, sino que repite monótonamente el mismo tema sin variación y usa el mismo enfoque para toda situación. Y entonces, habiendo venido a la tierra en la actualidad, una vez más el hombre ha clavado a Dios en la cruz.

Extracto de ‘Los malvados deben ser castigados’ en “La Palabra manifestada en carne”

¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que Él vendría, pero no buscaban la verdad-vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendían al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de aferrarse en vano al nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios posibles. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios era: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No son estas opiniones absurdas y ridículas? Os pregunto de nuevo: ¿No es extremadamente fácil para vosotros cometer los errores de los antiguos fariseos, dado que no tenéis el más mínimo entendimiento de Jesús? ¿Eres capaz de discernir el camino de la verdad? ¿Puedes garantizar realmente que no te opondrás a Cristo? ¿Eres capaz de seguir la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si te opondrás o no a Cristo, entonces Yo digo que ya estás viviendo al filo de la muerte. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de rechazarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto? Lo que afrontáis será blasfemia contra el Espíritu Santo, la ruina de Sus palabras a las iglesias y el rechazo de todo lo expresado por Jesús. ¿Qué podéis obtener de Él si estáis tan confundidos? ¿Cómo podéis entender la obra de Jesús cuando Él vuelva a la carne sobre una nube blanca, si os negáis obstinadamente a ser conscientes de vuestros errores? Os digo esto: las personas que no reciben la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo y pertenecen a la categoría que será destruida. Deseáis simplemente la gracia de Jesús, y sólo queréis disfrutar el gozoso reino del cielo, pero nunca habéis obedecido Sus palabras ni habéis recibido la verdad expresada por Él cuando vuelva a la carne. ¿Qué ofreceréis a cambio de la realidad del regreso de Jesús sobre una nube blanca? ¿La sinceridad con la que cometéis repetidamente pecados, y después los hacéis vuestras confesiones una y otra vez? ¿Qué ofreceréis en sacrificio a Jesús, quien vuelve sobre una nube blanca? ¿Los años de trabajo con los que os exaltáis a vosotros mismos? ¿Qué ofreceréis para hacer que el Jesús retornado confíe en vosotros? ¿Vuestra naturaleza arrogante, que no obedece ninguna verdad?

Extracto de ‘En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”

Recomendación: Reflexión del evangelio de hoy

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