Ayer hemos explorado los misterios de los nombres de Dios, pero algunos hermanos y hermanas nos escribieron diciendo que en el Antiguo Testamento se registra que Jehová es el nombre de Dios para siempre, pero en el Nuevo Testamento se registra que Jesús es el nombre de Dios para siempre, entonces ¿a qué se refiere “para siempre”?En realidad, “para siempre” se refiere a la obra de Dios en esa era, desde su principio hasta su fin. En otras palabras, “para siempre” no significa que Su nombre de una era determinada va a durar por un plazo ilimitado.
Dios dice: “Están aquellos que dicen que Dios es inmutable. Eso es correcto, pero se refiere a la inmutabilidad del carácter y la esencia de Dios. Los cambios en Su nombre y obra no demuestran que Su esencia se haya alterado; en otras palabras, Dios siempre será Dios, y esto nunca cambiará. Si dices que la obra de Dios siempre permanece igual, ¿sería entonces capaz de terminar Su plan de gestión de seis mil años? Sólo sabes que Dios es eternamente inmutable, ¿pero sabes que Él es siempre nuevo y nunca viejo? Si la obra de Dios nunca cambió, ¿podría haber traído a la humanidad hasta hoy? Si Dios es inmutable, ¿por qué ha hecho ya la obra de dos eras? [...] las palabras ‘Dios es siempre nuevo y nunca viejo’ hacen referencia a Su obra, y las palabras ‘Dios es inmutable’ tienen relación con lo que Dios tiene y es inherentemente. En cualquier caso, no puedes definir la obra de seis mil años en un punto, o representarla con simples palabras estáticas. Así es la estupidez del hombre. Dios no es tan simple como el hombre imagina, y Su obra no puede detenerse en una era. Jehová, por ejemplo, no puede representar siempre el nombre de Dios; Él también puede hacer Su obra bajo el nombre de Jesús, que es un símbolo de cómo la obra de Dios siempre progresa hacia adelante”.
A partir de las palabras de Dios, podemos ver que Dios es inmutable, esto se refiere al carácter y la esencia de Dios, no a los nombres de Dios. Aunque Dios llevó a cabo diferentes obras en distintas eras, y también tomó diferentes nombres en el proceso de salvar al hombre, nunca va a cambiar Su esencia, Dios siempre es Dios. En otras palabras, fuera Su nombre Jehová o Jesús, Su esencia no va a cambiar; siempre fue Dios mismo quien realizó la obra. Si negamos Su obra debido al cambio de los nombres de Dios, entonces ¡somos demasiados absurdos e ignorantes! Porque el nombre que Dios adoptó en cada era fue muy significativo, fue una gran salvación para el hombre.
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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.
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