jueves, 15 de abril de 2021

La Biblia dice: “[…] Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada” (Jonás 3:4).

 Todos conocemos la historia de la ciudad de Nínive en la Biblia, donde la gente que vivía allí no adoraba al verdadero Dios y se volvió cada vez más corrupta y malvada, de modo que sus acciones malvadas llegaron ante Dios, y Dios decidió destruir Nínive. Pero antes de que Dios destruyera esta ciudad, le mandó a Jonás que fuera a allí a declarar: “[…] Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada” (Jonás 3:4). Cuando los ninivitas se enteraron de la voluntad de Dios transmitida por Jonás, desde el rey hasta los ciudadanos se vistieron de cilicio y ceniza, no comieron ni bebieron para arrepentirse ansiosamente ante Dios. Por fin, Jehová Dios retiró Su ira y no les envió desastre a ellos, y se reescribió su destino de la inminente destrucción. Es obvio que la intención de Dios no es destruir a la gente, sino esperar que la gente pueda arrepentirse de verdad y apartarse del mal.


La gente de hoy es igualmente corrupta y degenerada, y muchos no adoran a Dios. Incluso los creyentes siguen la tendencia del mundo, buscando el dinero, la fama y la fortuna, codificando placeres carnales y viviendo en el pecado, sin ser capaces de escapar de él. Al oír a alguien testificar que el Señor ha regresado, no solo no buscan ni investigan, sino que también se resisten y condenan. Hoy en día, los desastres ocurren con frecuencia en todo el mundo, lo cual es la advertencia y el recordatorio de Dios para nosotros, para despertar nuestro corazón entumecido y hacer que nos apresuremos a buscar Su aparición. Si todos podemos postrarnos ante Dios y arrepentirnos verdaderamente, también podemos obtener Su misericordia y protección.


Si quiere saber más, haga clic aquí: Devocionales cristianos escritos


Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

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