lunes, 24 de mayo de 2021

¿Por qué aunque a menudo confesamos y nos arrepentimos al hacer oraciones, somos incapaces de desechar de la esclavitud del pecado?

Últimamente, un predicador de México nos envió un mensaje, diciendo: “Estoy muy angustiado por vivir en el pecado, quiero despojarme del pecado, no obstante, soy incapaz de alcanzarlo, y a veces me siento indigno de ser predicador…”. ¿Por qué pecamos involuntariamente? Leamos lo que dice la Palabra de Dios sobre esta pregunta.

Dios Todopoderoso dice: “Por todo lo que el hombre pueda haber sido redimido y perdonado de sus pecados, sólo puede considerarse que Dios no recuerda sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre, que vive en un cuerpo de carne, no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando, revelando, interminablemente, su carácter satánico corrupto. Esta es la vida que el hombre lleva, un ciclo sin fin de pecado y perdón. La mayor parte de la humanidad peca durante el día y se confiesa por la noche. Así, aunque la ofrenda por el pecado siempre sea efectiva para el hombre, no podrá salvarlo del pecado. Sólo se ha completado la mitad de la obra de salvación, porque el hombre sigue teniendo un carácter corrupto”.

“Antes de que el hombre fuera redimido, muchos de los venenos de Satanás ya habían sido plantados en su interior, y, después de miles de años de ser corrompido por Satanás, el hombre ya tiene dentro de sí una naturaleza establecida que se resiste a Dios. Por tanto, cuando el hombre ha sido redimido, no se trata más que de un caso de redención en el que se le ha comprado por un alto precio, pero la naturaleza venenosa que existe en su interior no se ha eliminado. El hombre que está tan contaminado debe pasar por un cambio antes de volverse digno de servir a Dios”.

Las palabras de Dios nos dicen que el Señor Jesús nos redimió y perdonó nuestros pecados por medio de la crucifixión, pero nuestra naturaleza pecaminosa aún no ha sido eliminada, los caracteres corruptos como la arrogancia y la astucia están profundamente arraigados en nosotros, y somos incapaces de superar el pecado, así que por mucho que oremos y nos contengamos, todavía no podemos evitar pecar y resistirnos a Dios. Entonces, ¿cómo podemos deshacernos de la esclavitud del pecado? La clave es aceptar la obra de eliminar el pecado que hace el Señor en los últimos días, sólo así podremos encontrar remedios y tener la oportunidad de ser purificados y de entrar en el reino de los cielos.



Testimonio cristiano en español  | El camino a la purificación


Allie era predicadora de una iglesia con más de 20 años de fe en el Señor y que viajaba por todas partes dando sermones. Sin embargo, con el tiempo perdió la sensación de que el Señor la guiaba y sus sermones carecían de nueva luz. No hacía más que pecar y confesar y no era capaz de cumplir las enseñanzas del Señor, lo que la frustraba enormemente. La lectura del versículo de la Biblia “La santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14) la dejó preocupada, ya que, como vivía en pecado y no había alcanzado la santidad, no podría entrar en el reino de los cielos cuando llegara el Señor. Por ello, empezó a esforzarse más en la lectura de la Biblia, en el ayuno y la oración, pero todo fue en vano. Un día, por casualidad, Allie descubre un sitio web en el que lee las palabras de Dios Todopoderoso. Queda prendada inmediatamente y su espíritu sediento recibe riego. Con la búsqueda y el estudio, acaba conociendo la principal causa de por qué vive en pecado, del que no puede liberarse, y encuentra la senda que la llevará a purificarse de su corrupción.

Recomendación: Estudio acerca de la oración





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