sábado, 30 de enero de 2021

Concentrándote en entregar el corazón a Dios y evitando oraciones rutinarias


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Estudio acerca de la oración: Concentrándote en entregar el corazón a Dios y evitando oraciones rutinarias

A medida que se acelera el ritmo de la vida moderna, siempre estamos ocupados con trabajos, aprendizajes y relaciones sociales, tenemos cada vez menos tiempo para acercarnos de Dios. Muchas veces sólo nos importa el número de veces de oración, y si las palabras que oramos sean espirituales y bonitas o no. Por lo que nuestra oración se ha convertido gradualmente en un ritual y norma, repetimos las mismas palabras todos los días, y sólo tenemos oración verbal no actos prácticos, al final nuestras oraciones se vuelven cada más monótonas, y nos lleva cada vez más y más lejos de Dios. El Señor Jesús dijo: “Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está muy lejos de mí. Mas en vano me rinden culto, enseñando como doctrinas preceptos de hombres” (Marcos 7:6-7). De aquí, podemos ver que si solo nos satisface con oración verbal y no estamos dispuestos a acercarnos de Dios desde el fondo de nuestro corazón, entonces, tales oraciones no son más que oraciones rutinarias.

Las palabras de Dios dicen: “La oración no es un proceso de pasar por las formalidades, de seguir un procedimiento o de recitar las palabras de Dios, es decir, la oración no implica repetir palabras como un perico y copiarles a los demás. En la oración, le debes dar tu corazón a Dios, compartiendo con Dios las palabras que están en tu corazón para que Él te pueda tocar”.

“Si las personas viven con normas, con el corazón vertido en la práctica, entonces el Espíritu Santo no tiene forma de obrar, porque el corazón de las personas está ocupado por ellas y por los conceptos humanos; por tanto, Dios no tiene manera de obrar; las personas vivirán siempre bajo el control de la ley, y este tipo de persona no será nunca capaz de recibir el elogio de Dios”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

La Palabra de Dios nos dice que cuando oremos a Él, debemos calmarnos ante Él hablándole con sinceridad y llevando una conversación con el corazón en la mano con Él, sólo así, tendremos oportunidad de ser conmovidos y el Espíritu Santo podrá obrar en nosotros.

Recomendación: 4 pasos para orar

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

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