El medio de la reaparición del Señor Jesús será inimaginable para el 90% de la gente

El regreso del Señor Jesús es un asunto más importante para todos los cristianos, pero de qué manera es la pregunta que más necesitamos reflexionar. El Señor Jesús dijo: “Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis” (Lucas 12:40). Aquí menciona “el Hijo del Hombre vendrá”, al decir esto, podemos saber que se refiere a uno que sea nacido de los seres humanos y tenga una humanidad normal. Así como cuando el Señor Jesús vino a llevar a cabo la obra y hablar a nosotros, lo hizo en una humanidad normal de la carne. Es decir, solo Dios encarnado puede ser llamado “el Hijo del hombre”. A partir de esto, podemos ver que el Señor se nos aparecerá encarnado en el "Hijo del hombre" cuando vuelva. Entonces, ¿cómo debemos prepararnos y buscar para recibir Su regreso?

Dios dice: “Así, ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida”.

“Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su esencia, y aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su expresión. Haciéndose carne, Dios traerá la obra que debe hacer, y haciéndose carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida, y de mostrarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios seguramente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Para investigar si es la carne encarnada de Dios, el hombre debe determinarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, si es o no la carne encarnada de Dios, y si es o no el camino verdadero, debe discernirse a partir de Su esencia. Y así, para determinar si es o no la carne de Dios encarnado, la clave está en prestar atención a Su esencia (Su obra, Sus palabras, Su carácter, y mucho más), en lugar de fijarse en Su apariencia exterior”.

“El camino de la vida no es algo que cualquiera pueda tener ni tampoco todos lo pueden conseguir con facilidad. Esto se debe a que la vida sólo puede proceder de Dios, es decir, sólo Dios mismo posee la esencia de la vida; no hay camino de vida sin Dios mismo y por eso sólo Dios es la fuente de la vida y el manantial del agua viva de la vida que siempre fluye”.

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