viernes, 2 de abril de 2021

¿Sabe usted? Solo orar y confesar ante Dios no es el verdadero arrepentimiento

¿Le sorprende ver este título y le confunde al mismo tiempo? ¿Por qué se dice que solo orar y confesarse ante Dios no es el verdadero arrepentimiento? ¡No se preocupe! Siga leyendo para entenderlo.

Dios dice: “[…] seréis, pues, santos porque yo soy santo” (Levítico 11:45). El Apocalipsis profetiza: “Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad” (Apocalipsis 22:14) Dios es santo y odia el pecado del hombre, así que el verdadero arrepentimiento significa que el hombre ya deja de pecar y resistirse a Él y es purificado y cambiado en su naturaleza corrupta de egoísmo, engaño, arrogancia y maldad, despojándose completamente de la atadura y control del pecado, obedeciendo y amando a Dios y nunca rebelándose y oponiendo Sus palabras. Solo los que tienen estas manifestaciones se han arrepentido de verdad y están calificados para entrar en el reino de los cielos. Aunque podemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante el Señor y tenemos algunos buenos comportamientos superficiales, aún vivimos a menudo en el ciclo constante de pecar y confesar y somos incapaces de poner en práctica Sus palabras. ¿Puede ser alguien como nosotros una persona que se arrepiente verdaderamente? Entonces, ¿cómo podemos liberarnos de la esclavitud del pecado y alcanzar el sincero arrepentimiento?


El Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad […]” (Juan 16:12-13). “[…] porque no he venido á juzgar al mundo, sino á salvar al mundo. El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:47-48).

Dios Todopoderoso dice: “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre; no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió que Jesús se convirtiera en la ofrenda por el pecado y cargara con los pecados del hombre, sino también que Dios realizara una obra incluso mayor para librar completamente al hombre de su carácter corrompido por Satanás. Y así, ahora que el hombre ha sido perdonado de sus pecados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio. Esta obra llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Ahora que el Señor Jesús ha regresado, Él es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso ha hecho una etapa de la obra de juicio que comienza por la casa de Dios basándose en la obra redentora del Señor Jesús, y ha expresado todas las verdades que nos purifican y nos salvan. Solo aceptando la obra de juicio y purificación de Dios en los últimos días y obteniendo la verdad para deshacernos de la corrupción y dejar de cometer pecados, podemos lograr el verdadero arrepentimiento y estar calificados para entrar en el reino de los cielos.


Unas citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.


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