sábado, 31 de octubre de 2020

¿Podemos ser elevados al reino celestial reconociendo al Señor con la boca y creyendo en Él con el corazón?

Hoy en día, los terremotos, incendios, inundaciones, plagas de insectos, epidemias y otros desastres son cada vez más grandes y solo en las últimas semanas el nuevo coronavirus se ha extendido por todo el mundo. Ante estos desastres, muchos creyentes piensan que, habiendo aceptado la salvación de la cruz del Señor Jesús, mientras reconozcan al Señor con sus bocas y crean en Él en sus corazones, entonces serán salvados. Creen que mientras oren y lean la Biblia y tengan fe en el Señor, entonces el Señor los protegerá de los desastres y serán inmediatamente levantados al reino de los cielos cuando Él regrese, porque como dice la biblia: “Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:10). ¿Pero es esta creencia realmente correcta? ¿Concuerda con la voluntad del Señor? Exploremos esto juntos.

¿Podemos ser elevados al reino celestial a través de la justificación por la fe?

Había una historia de fondo del Señor Jesús realizando Su obra de redención. En la Era de la Ley, Jehová Dios estableció las leyes y los mandamientos para el hombre y guió a la naciente humanidad en sus vidas en la tierra. Pero el hombre se volvió cada vez más incapaz de cumplir las leyes y corría el peligro de ser condenado a muerte por las leyes. La gente de esa época oró a Dios y le suplicó deseando que llegara una ofrenda eterna por el pecado. Para salvar a la humanidad, por lo tanto Dios se encarnó en la forma del Señor Jesús y fue crucificado para redimirnos a nosotros los pecadores. Lo hizo para que, debido a nuestra fe en el Señor Jesús, ya no fuéramos condenados por las leyes y pudiéramos orar directamente a Dios y disfrutar de la abundante gracia que Dios nos otorga. Esto es lo que significa ser salvado, ser justificado por la fe.

Sin embargo, la obra de redención que el Señor Jesús hizo en aquel entonces se basó en las necesidades de la gente de ese tiempo, y lo que fue perdonado fueron nuestros pecados de ir en contra de las leyes y los mandamientos; lo que no fue perdonado fueron nuestras naturalezas pecaminosas. Es decir, nuestras naturalezas satánicas como la arrogancia, el egoísmo y el engaño permanecieron profundamente arraigadas en nosotros. Bajo el control de nuestra naturaleza pecaminosa, por lo tanto, con frecuencia no podemos evitar pecar y resistir a Dios. Tomemos como ejemplo la honestidad. En algunos pequeños asuntos podemos evitar decir mentiras, pero en el momento en que algo infringe nuestros intereses vitales, somos incapaces de poner en práctica el ser una persona honesta, e incluso podemos distorsionar los hechos en nuestro discurso; en nuestras interacciones con los demás, aunque podamos parecer humildes y nos llevemos bien con los demás, tan pronto como nuestros intereses se ven amenazados, podemos llegar a ser celosos y rechazar a los demás, e incluso podemos guardar rencor; cuando nos gastamos por el Señor y podemos recibir las bendiciones de Dios, podemos gastarnos enérgicamente, pero tan pronto como no nos sentimos bendecidos, nos volvemos negativos y débiles, ya no nos gastamos por el Señor tan vigorosamente y podemos incluso culpar a Dios y discutir con Él en nuestros corazones. Estos son sólo algunos ejemplos de cómo podemos pecar y resistir a Dios bajo el control de nuestra naturaleza pecaminosa. El Señor Jesús ha dicho muy claramente: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). Está registrado en 1 Pedro 1:15-16: “Sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo”. Y las palabras de Dios dicen: “Debes saber qué tipo de personas deseo; los impuros no tienen permitido entrar en el reino, no pueden mancillar el suelo santo. Aunque puedes haber realizado muchas obras y has obrado durante muchos años, si al final sigues siendo deplorablemente inmundo, ¡es intolerable para la ley del Cielo que desees entrar en Mi reino! Desde la fundación del mundo hasta hoy, nunca he ofrecido acceso fácil a Mi reino a cualquiera que se congracia conmigo. Esta es una norma celestial ¡y nadie puede quebrantarla!”. “Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios, ¿puedes ser conforme al corazón de Dios? Para ti, que aún eres del viejo ser, es cierto que Jesús te salvó y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios, pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro. ¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado? En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable, pero sigues deseando descender con Jesús; ¡tendrías que tener tanta suerte! Te has saltado un paso en tu creencia en Dios: simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado. Para que seas conforme al corazón de Dios, Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte; si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad. De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios, porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre, que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento. Y así, tú, un pecador que acaba de ser redimido, no puedes heredar directamente la herencia de Dios”.

Podemos ver por estas palabras que Dios es santo, por lo que primero debemos ser purificados antes de entrar en el reino de los cielos. Los que cometen pecados son los sirvientes del pecado y ningún esclavo puede entrar en el reino de Dios. Es decir, porque los que sólo aceptan la redención del Señor Jesús, que se salvan por ser justificados por su fe y que reconocen al Señor con su boca no han sido purificados en sus caracteres corruptos, siguen sin ser aptos para entrar en el reino de los cielos; esto está determinado por el justo carácter de Dios. Si a las personas que aún son capaces de pecar y resistir a Dios se les permitiera entrar en el reino de los cielos, ¿cuáles serían las consecuencias? ¿No haría Satanás acusaciones? ¿No se opondrían tales personas en el reino de los cielos a Dios como lo hizo el arcángel en el principio? ¿Cómo podría Dios permitir que sucedieran tales cosas? Por lo tanto, necesitamos que el Señor venga de nuevo para realizar una nueva obra para limpiarnos de nuestros pecados, ya que sólo entonces seremos aptos para entrar en el reino de Dios.

El camino para ser alabado por Dios y entrar en el reino de los cielos

Hay antiguas profecías en la Biblia sobre el camino para dejar de pecar y entrar en el reino de Dios. Echemos un vistazo y veamos qué dice la Biblia: “Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan” (Hebreos 9:28). “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, […] y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre” (Juan 5:22-27). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). Y 1 Pedro 4:17 dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]”. Y también Juan 17:17 dice: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”.

Podemos ver en estos versículos que cuando el Señor regrese en los últimos días, se hará carne de nuevo para expresar la verdad y realizar la obra del juicio comenzando por la casa de Dios. Con la verdad, Él juzgará y purificará a todos los que se presenten ante Él de una vez por todas, y purificará a estas personas de sus pecados y los hará aptos para entrar en el reino de Dios: esta es la salvación en los últimos días que Dios ha preparado para nosotros. Solo aceptando la salvación de Dios en los últimos días y sometiendonos a Su juicio podemos ser salvados para siempre y ser purificados por Dios.

En los últimos años, de todas las grandes plataformas online, sólo la Iglesia de Dios Todopoderoso ha testificado constantemente que el Señor Jesús ha vuelto como el Dios Todopoderoso encarnado. Dios Todopoderoso ha expresado todas las verdades que pueden permitirnos alcanzar la salvación y entrar en el reino de los cielos, y está llevando a cabo la obra de juicio comenzando por la casa de Dios para purificarnos y salvarnos. Este es el cumplimiento preciso de las profecías citadas anteriormente que mencionan al Hijo del hombre viniendo a hacer la obra del juicio y usando la palabra de los últimos días para juzgar al hombre. Leyendo las palabras de Dios Todopoderoso, aprendemos cómo el Señor realizará la obra del juicio que nos permitirá alcanzar la salvación y entrar en el reino de los cielos cuando regrese. Dios Todopoderoso dice: “En los últimos días Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la esencia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tal como: el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como también la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras son dirigidas a la esencia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra de juicio, Dios no deja simplemente en claro la naturaleza del hombre con sólo unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda, no pueden ser sustituidos con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo los métodos de este tipo se consideran juicio; sólo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios”. “Por medio de esta obra de juicio y castigo, el hombre llegará a conocer plenamente la esencia inmunda y corrupta de su interior, y podrá cambiar completamente y ser purificado. Sólo de esta forma puede ser el hombre digno de regresar delante del trono de Dios. Toda la obra realizada este día es con el fin de que el hombre pueda ser purificado y cambiado; por medio del juicio y el castigo por la palabra, así como del refinamiento, el hombre puede desechar su corrupción y ser hecho puro”.

Podemos ver de estas palabras que la obra de juicio que Dios Todopoderoso hace para purificar y salvar al hombre en los últimos días se logra principalmente a través de la expresión de varios aspectos de la verdad. En los últimos días, Dios expresa verdades dirigidas a nuestros estados corruptos y a las formas en que nos comportamos mientras vivimos en pecado. Yendo directo al corazón del asunto, Él expone nuestra sustancia corrupta y nuestras naturalezas satánicas opuestas a Dios, naturalezas como la arrogancia, el engreimiento, el egoísmo, la ignorancia, la torpeza, el engaño, el estar hartos de la verdad y el traicionar a Dios, etc. Al hacerlo, nos permite entender todos los comportamientos pecaminosos que manifestamos mientras estamos bajo el control de nuestras naturalezas satánicas, y ver que todavía somos capaces de resistir involuntariamente a Dios y que no estamos viviendo ninguna semejanza de un ser humano. Al mismo tiempo, Dios arreglará todo tipo de situaciones para tratar de refinarnos, para tratar con nosotros y podarnos. Por ejemplo, cuando somos arrogantes y engreídos, cuando nos aferramos a nuestras propias opiniones y nos negamos a escuchar las sugerencias de los demás, e incluso perdemos los estribos cuando otras personas no hacen lo que queremos, Dios inspirará a los hermanos y hermanas a tratar con nosotros y podarnos y utilizar las palabras de Dios para revelar nuestras corrupciones, para que podamos entender cosas como lo que sucederá si seguimos así, y para que podamos reflexionar y llegar a conocernos a nosotros mismos. Si aún no enmendamos nuestros caminos, Dios arreglará algunas situaciones para bloquear nuestro camino y hacer que nuestros espíritus se vuelvan oscuros. En momentos como estos, nos presentamos ante Dios para orar y buscar y entonces somos capaces de entender que estamos viviendo por nuestra naturaleza arrogante y engreída, que estamos tomando lo que nosotros mismos pensamos que es la verdad, y que estamos haciendo que los demás nos obedezcan y se sometan a nosotros. Llegamos a entender que esta es la naturaleza del arcángel y que si no cambiamos ciertamente seremos eliminados por Dios. Cuando llegamos a este entendimiento, sentimos que estamos siendo refinados en nuestro interior y percibimos profundamente que el carácter de Dios no tolera ninguna ofensa. Entonces empezamos a postrarnos en el suelo, orando y arrepintiéndonos ante Dios, sintiéndonos indignos de vivir ante Dios, odiándonos a nosotros mismos, y resolviendo abandonar nuestros caracteres corruptos. Cuando queremos practicar la verdad e ir en busca del camino del cambio, Dios nos ilumina y nos guía para entender de Sus palabras lo que requiere, y nos muestra el camino de la práctica. También nos hace entender que Él organiza las situaciones para nosotros con el fin de purificarnos y cambiarnos y detrás de todo esto está la buena voluntad de Dios. Esto nos permite sentir Su amor y belleza, y tenemos más confianza para buscar la verdad, buscar el cambio en nuestros caracteres, librarnos de la corrupción, vivir una semejanza humana y consolar el corazón de Dios. Al pasar por muchas situaciones en las que fallamos y caemos, en las que somos podados y tratados, probados y refinados, cuando hemos leído muchas de las palabras de juicio de Dios y cuando hemos comprendido mucho más acerca de los requerimientos de Dios, nuestros caracteres corruptos pueden entonces, ser gradualmente reemplazados por la verdad, un corazón temeroso de Dios se levanta dentro de nosotros en nuestros deberes y comenzamos a buscar los principios de la verdad. Cuando nos encontramos con problemas, somos capaces de discutirlos con los hermanos y hermanas y no nos apresuramos a tomar decisiones con cosas que no entendemos. En su lugar, nos presentamos ante Dios para orar y buscar muchas veces, hacemos nuestro mejor esfuerzo para cumplir con nuestros deberes de acuerdo con la voluntad y los requerimientos de Dios y lentamente comenzamos a vivir una semejanza humana. Estos son los efectos logrados en nosotros por la obra de juicio de Dios en los últimos días. Aunque esta forma de trabajar puede ser severa y puede causar angustia a las personas, puede permitirnos ver nuestra esencia corrupta y despreciable y apreciar la salvación y la misericordia de Dios. De este modo se estimula nuestra resolución de buscar la verdad y sólo experimentando la obra de juicio de Dios de esta manera podremos desechar nuestros caracteres corruptos, vivir una verdadera semejanza humana, convertirnos en personas que verdaderamente reverencien y obedezcan a Dios, hagan la voluntad de Dios y alcancen la salvación de Dios de una vez por todas. Tales resultados no pueden lograrse simplemente confiando en nosotros mismos. Sólo experimentando la obra del juicio de Dios en los últimos días podemos ser limpiados y convertirnos en personas que hacen la voluntad de Dios; éste es el único camino hacia el reino de los cielos.

Si no experimentamos la obra de juicio de Dios en los últimos días, entonces no importa cuánto leamos la Biblia, ejerzamos autocontrol, suframos o paguemos un precio, nunca podremos librarnos de nuestros pecados. Seguiremos siendo siervos del pecado, personas que se resiste al Señor y sólo terminaremos siendo arrastrados por los desastres y castigados por Dios. Cuando llegue ese momento, estas profecías de la Biblia se cumplirán: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén” (Apocalipsis 1:7). “Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).

Alguien que ha esperado que el Señor venga con las nubes debería estar alegre, entonces, ¿por qué se lamentarán? Será porque durante el período en el que Dios se hace carne en secreto y realiza Su obra de juicio, nos aferramos a nuestras diversas nociones e imaginaciones y nos negamos a aceptar la obra de purificación y salvación traída por el Cristo de los últimos días, y porque algunos de nosotros incluso blasfemamos, condenamos y resistimos al Cristo de los últimos días. Después de que Dios haya formado un grupo de vencedores, Él cerrará Su obra secreta de purificación y salvación del hombre y se mostrará abiertamente al hombre. Cuando eso suceda, todos los que se negaron a aceptar la obra del juicio en los últimos días habrán perdido la oportunidad de que sus pecados sean limpiados. No sólo no se convertirán en vencedores antes de la gran tribulación, sino que estarán completamente llenos de pecado, serán los que se resistan al Señor y al final encontrarán su fin con mucho llanto y crujir de dientes. Como dicen las palabras de Dios Todopoderoso: “El Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida y nunca podrán obtener el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años en vez del agua de vida que fluye desde el trono. Aquellos que no reciben el agua de la vida siempre seguirán siendo cadáveres, juguetes de Satanás e hijos del infierno”.

Ahora que nos enfrentamos al evangelio del regreso del Señor, ¿cómo debemos abordarlo? Las palabras del Señor dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3). Las palabras del Señor nos dicen que solo los pobres de espíritu tendrán la oportunidad de entrar en el reino de los cielos. Por lo tanto, cuando oímos que Dios Todopoderoso ha venido a realizar la obra del juicio en los últimos días, debemos buscar e investigar tanto como podamos y escuchar la voz del Novio. Confío en que mientras seamos capaces de buscar con un corazón abierto, entonces Dios nos guiará para saludar el regreso del Señor y al hacer esto, tendremos la oportunidad de ser convertidos por Dios en personas que hagan Su voluntad y que puedan entrar en el reino de los cielos .

Lea más "La gran tribulación versículos". Si todavía tienes preguntas o confusiones sobre cómo sobrevivir en el desastre, puede hacer clic en medios de contacto abajo para discutir y comunicarse con nosotros.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Dramas Cristianos | Dichosos los que creen sin haber visto (Diálogo cómico)


Dramas Cristianos | Dichosos los que creen sin haber visto (Diálogo cómico)

Desde que el Señor Jesús dijera “Yo vengo pronto” (Apocalipsis 22:7). hace dos mil años, los creyentes han esperado a que descienda en una nube y los eleve al reino de los cielos. Pero ahora, ante la pandemia, con los grandes desastres que se nos avecinan y las profecías de la venida del Señor cumplidas en su totalidad, todavía no lo hemos visto llegar en una nube. Por el contrario, algunas personas están dando testimonio de que el Señor se ha hecho carne y ha venido en secreto. Dicen que está realizando la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios. Las vírgenes prudentes han oído Su voz, han recibido al Señor y han comenzado a asistir al banquete del Cordero. Entonces, ¿cuál es la voluntad de Dios respecto al recibimiento al Señor? El Señor Jesús le dijo una vez a Tomás: “¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron” (Juan 20:29). ¿Qué advierte esto a aquellos que aguardan al Señor en los últimos días? Aquí podrás hallar la respuesta.

Fuente: Estudiar la Biblia

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Historias Bíblicas : Noé y el arca


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Historias Bíblicas : Noé y el arca

Versículos de la Biblia:

La maldad del hombres (Génesis 6:5-7)

Y vió Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho.

El favor de Noé con Dios (Génesis 6:8-12)

Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: á Sem, á Châm, y á Japhet. Y corrompióse la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.

Noé construye el arca (Génesis 6:13-22)

Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia á causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la embetunarás con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Una ventana harás al arca, y la acabarás á un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca á su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos y tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que hayan vida. Y toma contigo de toda vianda que se come, y allégala á ti; servirá de alimento para ti y para ellos. E hízolo así Noé; hizo conforme á todo lo que Dios le mandó.

Entrando al Arca (Génesis 7:1-5)

Y JEHOVA dijo á Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca porque á ti he visto justo delante de mí en esta generación. De todo animal limpio te tomarás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra. También de las aves de los cielos de siete en siete, macho y hembra; para guardar en vida la casta sobre la faz de toda la tierra. Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra. E hizo Noé conforme á todo lo que le mandó Jehová.

Las aguas de inundación llegan (Génesis 7:6-16)

Y siendo Noé de seiscientos años, el diluvio de las aguas fué sobre la tierra. Y vino Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él al arca, por las aguas del diluvio. De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que anda arrastrando sobre la tierra, De dos en dos entraron á Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios á Noé. Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra. El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo á diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas; Y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.

En este mismo día entró Noé, y Sem, y Châm y Japhet, hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos con él en el arca; Ellos y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales mansos según sus especies, y todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, todo pájaro, toda especie de volátil. Y vinieron á Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida. Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios: y Jehová le cerró la puerta

La duración del diluvio (Génesis 7:17-24)

Y fué el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. Y prevalecieron las aguas, y crecieron en gran manera sobre la tierra; y andaba el arca sobre la faz de las aguas. Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos en alto prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes. Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganados, y de bestias, y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, y todo hombre: Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió. Así fué destruída toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca. Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento y cincuenta días.

El Arca descansa en Ararat (Génesis 8:1-5)

Y ACORDOSE Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; é hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. Y se cerraron las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fué detenida. Y tornáronse las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y decrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días. Y reposó el arca en el mes séptimo, á dicisiete días del mes, sobre los montes de Armenia. Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo: en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.

Noah envía un cuervo y una paloma (Génesis 8:6-12)

Y sucedió que, al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana del arca que había hecho, Y envió al cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra. Envió también de sí á la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra; Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvióse á él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra: entonces él extendió su mano y cogiéndola, hízola entrar consigo en el arca. Y esperó aún otros siete días, y volvió á enviar la paloma fuera del arca. Y la paloma volvió á él á la hora de la tarde: y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su pico: y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra. Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más á él.

Saliendo del arca (Génesis 8:13-19)

Y sucedió que en el año seiscientos y uno de Noé, en el mes primero, al primero del mes, las aguas se enjugaron de sobre la tierra y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba enjuta. Y en el mes segundo, á los veintisiete días del mes, se secó la tierra. Y habló Dios á Noé diciendo: Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo. Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y multiplíquense sobre la tierra. Entonces salió Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él. Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.

Recomendación: Cómo estudiar la Biblia

viernes, 30 de octubre de 2020

Canciones cristianas | Dios Todopoderoso, el más hermoso (A Capela)


Canciones cristianas | Dios Todopoderoso, el más hermoso (A Capela)

I

¡Dios Todopoderoso, el Dios práctico, el más hermoso!

Has venido del cielo a la tierra, hecho carne.

Vives entre los hombres y jamás nadie te ha conocido.

Humilde y escondido, pronuncias Tus palabras,

que llevan al camino de la vida eterna.

Sufres penurias y humillaciones, todo por la salvación del hombre.

Derramas Tu vida en el hombre y vemos cuán hermoso eres.

¡Dios Todopoderoso, el más hermoso!

En la tierra Tú eres el más hermoso; te amaremos por siempre.

II

¡Dios Todopoderoso, el Dios práctico, el más hermoso!

Tu corazón y Tu amor trascienden al mundo.

Juzgas y castigas al hombre, lo pones a prueba y lo refinas de muchas maneras.

Tu obra y Tus palabras sirven para purificar y salvar al hombre.

Tú nos concedes toda la verdad y derramas en nosotros todo Tu amor.

Tu juicio y Tu amor han conquistado por completo nuestros corazones.

¡Dios Todopoderoso, el más hermoso!

En la tierra Tú eres el más hermoso, te amaremos por siempre.

¡Dios Todopoderoso, el más hermoso!

¡Dios Todopoderoso, el más hermoso!

III

¡Dios Todopoderoso, el Dios práctico, el más hermoso!

A través de Tu juicio se purifica nuestra corrupción.

Apreciamos Tu sabiduría y omnipotencia,

y conocemos Tu justicia y santidad.

Experimentamos Tu amor y es muy auténtico y real.

Pagas un precio muy caro por salvarnos.

Eres hermoso de muchas maneras, ¿cómo no detestar separarnos de Ti?

¡Dios Todopoderoso, el más hermoso!

En la tierra Tú eres el más hermoso; te amaremos por siempre.

¡Dios Todopoderoso, el más hermoso!

En la tierra Tú eres el más hermoso; te amaremos por siempre.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Fuente: Estudiar la Biblia

Al recibir al Señor en los últimos días, ¿la senda por la que caminas es la del éxito o la del fracaso?


La pandemia actual todavía es muy grave, la cifra de infecciones y muertes sigue en aumento, además, las calamidades como inundaciones, sequías, hambrunas, terremotos, etc., también ocurren una tras otra. Las profecías de la venida del Señor se han cumplido básicamente, es evidente que ha llegado el día de la venida del Señor. Lo más crítico en este momento es dar la bienvenida al Señor cuanto antes. ¿Pero sabes que hay senda por la que se recibe al Señor con éxito, y senda por la que se recibe al Señor con fracaso? Las dos sendas determinan si podemos acoger al Señor o no, es decir, lograrán dos diferentes finales. Entonces, ¿la senda por la que caminas es la del éxito o la del fracaso?Primero veamos qué es el camino del fracaso. Cuando el Señor Jesús vino a obrar, los fariseos también estaban esperando recibir al Mesías, pero se aferraron a las doctrinas de la Biblia, y cuando vieron que el nombre del Señor Jesús no se ajustaba a las profecías bíblicas y que el Señor Jesús no se ajustaba a la imagen del Mesías en su imaginación, no creían que Él fuera el Mesías venidero, e incluso frenéticamente se resistieron y condenaron a Él, al final, no solo no lo recibieron con éxito, sino que también lo clavaron en la cruz, acabaron siendo maldecidos por Dios.
¿Qué es el camino del fracaso? También en la época en que el Señor Jesús llevó a cabo obra, Pedro, la mujer samaritana y Natanael, etc., no se ciñeron a las doctrinas de la Biblia, ni a Su apariencia exterior, sino que se enfocaron en escuchar Sus palabras, y después de haber visto que Sus palabras tenían autoridad y poder y eran capaces de revelar los pensamientos del hombre, reconocieron que Él era el Mesías venidero, y finalmente lo recibieron como deseaban y obtuvieron Su gracia y bendición. Esto también cumplió precisamente las palabras del Señor Jesús: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27).
De esto se puede ver que solo aquellos que no se aferran a las doctrinas de la Biblia y a sus propios conceptos e imaginación, sino que se concentran en escuchar la voz de Dios, y en cuanto reconocen la voz de Dios, aceptan y obedecen activamente, serán capaces de dar la bienvenida al Señor con éxito.
Tal como dicen las palabras de Dios: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”
¿Usted, que también anhela dar la bienvenida al Señor, camina por la senda del éxito o por la del fracaso?

Hoy en día, los desastres como terremotos, plagas y hambrunas están ocurriendo con frecuencia, esto es la señales antes del fin que nos dice que el día del Señor ha llegado, el Señor ha regresado. ¿Cómo debemos recibir al Señor? Puede hacer clic en los siguientes datos de contacto para discutir y comunicarse con nosotros en línea, nuestros especialistas le responderán online.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

jueves, 29 de octubre de 2020

Los desastres se vuelven cada vez más graves, ¿cómo debemos buscar las huellas de Dios?


La pandemia todavía se está extendiendo, y recientemente, otros desastres como el gran terremoto, el huracán, la inundación y el incendio, etc., ocurren uno tras otro en muchos países, todo el mundo está sufriendo ataques de ellos. De esto, podemos ver que las profecías de la venida del Señor se han cumplido, tal como dijo el Señor Jesús: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores” (Mateo 24:7-8). Ahora, muchas personas en Internet testifican que el Señor Jesús ha regresado, entonces, ¿qué debemos hacer para poder recibirlo? De hecho, Él ya nos ha dicho el camino correcto.El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). La profecía del Apocalipsis dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Dios dice: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, por Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras ‘Dios es la verdad, el camino y la vida’. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave!”.

A partir de aquí, podemos ver que cuando el Señor vuelva en los últimos días, expresará palabras, llamará a la puerta de nuestro corazón y buscará a Sus ovejas con Sus palabras. Las ovejas de Dios se enfocan en escuchar Su voz, son capaces de reconocer Su voz y de recibir Su regreso con éxito. 

Hoy en día, continúan ocurriendo los desastres como los terremotos, plagas y hambrunas. Los que están familiarizados con la Biblia todos saben que estos son las señales de los últimos tiempos. Cuando aparecen estas señales, prueba que el Señor ha vuelto por segunda vez. Entonces, ¿cómo debemos buscar las huellas de Dios y recibir al Señor? Les invitamos a los hermanos y hermanas a hacer clic en el enlace de WhatsApp para comunicarse y hablar con nosotros, vamos a buscar juntos las huellas de Dios para recibir al Señor.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

¿Por qué las iglesias pueden degenerar en religión?


Las palabras relevantes de Dios:

En cada etapa de la obra de Dios existen también las correspondientes exigencias para el hombre. Todos los que están dentro de la corriente del Espíritu Santo poseen la presencia y disciplina del Espíritu Santo, y los que no están dentro de la corriente del Espíritu Santo están bajo el mando de Satanás y no tienen ninguna obra del Espíritu Santo. Las personas que están en la corriente del Espíritu Santo son las que aceptan la nueva obra de Dios, las que cooperan en la nueva obra de Dios. Si las que están dentro de esta corriente no pueden cooperar y no pueden poner en práctica la verdad que Dios exige durante este tiempo, entonces serán disciplinadas y, en el peor de los casos, el Espíritu Santo las abandonará. […] No así a las personas que no aceptan la nueva obra: ellas están fuera de la corriente del Espíritu Santo y la disciplina y la amonestación del Espíritu Santo no se aplican a ellas. Estas personas viven todo el día dentro de la carne, viven dentro de sus mentes y todo lo que hacen es de acuerdo a la doctrina que se produce por el análisis y la investigación de sus propios cerebros. Tales cosas no son las exigencias de la nueva obra del Espíritu Santo, mucho menos es la cooperación con Dios. Los que no aceptan la nueva obra de Dios son despojados de la presencia de Dios y, además, son privados de las bendiciones y de la protección de Dios. La mayoría de sus palabras y acciones se aferran a las exigencias del pasado de la obra del Espíritu Santo; son doctrina, no la verdad. Tal doctrina y regla son suficientes para probar que lo único que los une es la religión; no son los escogidos o los objetos de la obra de Dios. La asamblea de todos los que están entre ellos sólo se puede llamar un gran congreso de religión y no se puede llamar una iglesia. Este es un hecho inalterable. No tienen la nueva obra del Espíritu Santo; lo que hacen parece oler a religión, lo que viven parece estar repleto de religión; no poseen la presencia y la obra del Espíritu Santo, mucho menos son elegibles para recibir la disciplina o el esclarecimiento del Espíritu Santo. Todas estas personas son cadáveres inertes y gusanos que están desprovistos de espiritualidad. No tienen conocimiento de la rebelión y oposición del hombre, no tienen conocimiento de toda la maldad del hombre, mucho menos conocen toda la obra de Dios y la actual voluntad de Dios. ¡Todas son ignorantes, personas viles, son escoria, no aptas para ser llamadas creyentes!

de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si las personas tratan la verdad como un dogma al cual deben ceñirse en su fe, ¿son propensas a caer en la ceremonia religiosa? Y ¿cuál es la diferencia entre la observancia de este tipo de ceremonia religiosa y la fe del cristianismo? Puede haber diferencias entre las enseñanzas antiguas y las nuevas, y lo que se dice puede ser más profundo y progresivo, pero si las enseñanzas no son más que un tipo de teoría y si simplemente se convierten en una forma de ceremonia y de doctrina para las personas, y si, del mismo modo, las personas no pueden obtener la verdad de ella o entrar en la realidad de la verdad, entonces ¿acaso su fe no es lo mismo que el cristianismo? En esencia, ¿no es esto cristianismo? Así que en vuestro comportamiento y en el desempeño de vuestro deber, ¿en qué cosas tenéis puntos de vista iguales o similares a los de los creyentes en el cristianismo? Buscar tener un buen comportamiento superficial, luego hacer vuestro máximo esfuerzo por crear una simulación para vosotros mismos usando la apariencia de espiritualidad, hacerte pasar por una persona espiritual, mostrar una apariencia de espiritualidad en lo que dices, haces y revelas, hacer unas cuantas cosas que, de acuerdo con las nociones e imaginaciones de las personas, son dignas de alabanza, todo esto es buscar una falsa espiritualidad y es hipocresía. Te apoyas en palabras y teorías grandilocuentes, diciendo a las personas que lleven a cabo buenas acciones, que sean buenas personas y que se enfoquen en la búsqueda de la verdad, pero en tu propia conducta y en el desempeño de tu deber, jamás has buscado la verdad, jamás has actuado de acuerdo con los principios de la verdad, jamás has entendido de qué se habla en la verdad, cuál es la voluntad de Dios, cuáles son los estándares que Él requiere del hombre; nunca te has tomado nada de esto en serio. Cuando te encuentras con algunos problemas, actúas totalmente según tu propia voluntad y haces a Dios a un lado. ¿Son estas acciones externas y estos estados internos temer a Dios y rechazar el mal? Si no existe ninguna conexión entre la fe de las personas y su búsqueda de la verdad, sin importar por cuántos años crean en Dios, no serán capaces de temer a Dios auténticamente y rechazar el mal. Y entonces, ¿qué clase de senda pueden recorrer personas como estas? ¿Con que pasan sus días equipándose? ¿Acaso no es con palabras y teorías? ¿Acaso no pasan los días armándose, revistiéndose con palabras y teorías para parecerse más a los fariseos y a las personas que supuestamente sirven a Dios? ¿Qué son todas estas acciones? Ellos simplemente hacen las cosas por inercia, ondean la bandera de la fe y llevan a cabo ritos religiosos, tratando de engañar a Dios para lograr su objetivo de ser bendecidos. No adoran a Dios en absoluto. Al final, ¿acaso ese grupo de personas no terminará precisamente como quienes están dentro de la iglesia que supuestamente sirven a Dios y que supuestamente creen en Dios y lo siguen?

de ‘Sólo si vives ante Dios en todo momento puedes caminar por la senda de la salvación’ en “Registros de las pláticas de Cristo

¿Qué es el nombre de Dios para quienes creen en Jehová? Ellos están en un grupo religioso, en el judaísmo. Se convirtieron en un tipo de grupo religioso. Y ¿cómo define Dios a aquellos que creen en Jesús? Son clasificados como parte del grupo religioso llamado “cristianismo”, ¿cierto? A los ojos de Dios, el judaísmo y el cristianismo son grupos religiosos. ¿Por qué los define Dios de esta manera? Entré todos los que son miembros de estos cuerpos religiosos definidos por Dios, ¿hay alguno que tema a Dios y rechace el mal, que haga la voluntad de Dios y siga el camino de Dios? (No). A los ojos de Dios, ¿todos los que nominalmente siguen a Dios podrían ser personas a las que Él reconoce como creyentes en Dios? ¿Podrían todos ellos tener una conexión con Dios? ¿Podrían ser todos ellos objetivos para la salvación de Dios? (No). Aunque ahora habéis aceptado la obra de Dios de los últimos días, ¿vendrá un día en el que seáis reducidos a lo que Dios ve como un grupo religioso? Eso parece inconcebible. Si os volvéis parte de un grupo religioso a los ojos de Dios, no seréis salvados por Él y eso significa que no pertenecéis a la casa de Dios. Así pues, intentemos resumir: ¿Qué senda recorren estas personas que nominalmente creen en el Dios verdadero, pero que Dios cree que son parte de un grupo religioso? ¿Podría decirse que estas personas caminan por la senda de ondear la bandera de la fe sin siquiera seguir Su camino o adorarle y, en su lugar, abandonan a Dios? Es decir, caminan por la senda de creer en Dios, pero de adorar a Satanás, llevando a cabo su propia gestión y tratando de establecer su propio reino; ¿es esto la esencia de todo ello? ¿Acaso las personas que son así tienen alguna conexión con el plan de gestión de Dios para la salvación del hombre? (No). Sin importar cuántas personas crean en Dios, tan pronto como sus creencias sean definidas por Dios como pertenecientes a una religión o grupo, entonces Dios decide que ellas no pueden ser salvadas. ¿Por qué digo esto? En el caso de un grupo o multitud de personas que carecen de la obra y guía de Dios y que no lo adoran en absoluto, ¿a quién adoran? ¿A quién siguen? En su corazón, reconocen a Dios, pero en realidad, están sujetos a la manipulación y control humanos. Sólo de nombre, probablemente siguen a una persona, pero en esencia, siguen a Satanás, el diablo; siguen a las fuerzas que son hostiles a Dios, que son enemigas de Dios. ¿Podría Dios salvar a un manojo de personas como estas? ¿Son ellas capaces de arrepentirse? Ondean la bandera de la fe, realizando proyectos humanos, dirigiendo su propia gestión y van en contra del plan de gestión de Dios para la salvación de la humanidad. Su resultado final es ser detestadas y rechazadas por Dios; Dios no podría, de ningún modo, salvar a estas personas y ellas no podrían, de ninguna manera, arrepentirse, pues ya han sido atrapadas por Satanás: están completamente en las manos de Satanás. […] si las personas son incapaces de seguir el camino de Dios y de caminar por el camino de la salvación, ¿cuál será su resultado final? Su resultado final será el mismo que el de aquellos que creen en el cristianismo y el judaísmo; no habrá diferencia. ¡Este es el carácter justo de Dios! Independientemente de cuántos sermones hayas escuchado y cuántas verdades hayas entendido, si, al final, continúas siguiendo a las personas y a Satanás y, finalmente, sigues siendo incapaz de seguir el camino de Dios y de temer a Dios y de rechazar el mal, entonces las personas como estas serán aborrecidas y rechazadas por Dios. Aparentmeente, estas personas que son aborrecidas y rechazadas por Dios pueden hablar mucho sobre letras y doctrinas y, sin embargo, son incapaces de adorar a Dios; son incapaces de temer a Dios y de rechazar el mal y son incapaces de tener una obediencia total a Dios. A los ojos de Dios, Él las define como una religión; simplemente, como un grupo de humanos y como un lugar de alojamiento para Satanás. De forma colectiva, se hace referencia a ellas como la pandilla de Satanás y son totalmente aborrecidas por Dios.

de ‘Sólo si vives ante Dios en todo momento puedes caminar por la senda de la salvación’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

Fragmentos de sermones y comunicaciones para referencia:

¿Qué queremos decir cuando hablamos acerca de “seguir a Dios”? Queremos decir experimentar la obra de Dios y aceptar la verdad. Si no aceptas la verdad, si no experimentas la obra de Dios, entonces no estás experimentando el juicio y castigo de Dios, lo que quiere decir que no sigues a Dios. ¿Cómo llamamos a aquellos que no siguen a Dios, pero que creen en Dios? Los llamamos creyentes religiosos. ¿No es este el tipo de creencia de aquellos que creen en Dios dentro del mundo religioso? Sólo creen en el Dios en el cielo, pero no siguen a Dios, no experimentan la obra de Dios, sólo se aferran a su Biblia, sólo se aferran a su así llamada escritura. Todos los días leen un párrafo y oran de una manera religiosa y ese es todo. No tiene nada que ver con su propia vida, con la manera cómo viven. Sólo hacen lo que deben hacer. Esto es lo que se conoce como creencia religiosa. No aceptan la nueva obra de Dios ni experimentan la obra de Dios. Así que, su fe sólo está ahí para llenar un vacío en su espíritu, para satisfacer sus sufrientes corazones y para ir en busca de algún tipo de sustento. Podrán las personas con esta clase de fe ser capaces de dar un resonante y hermoso testimonio de Dios? Ciertamente no podrán dar testimonio, porque no se enfocan en entregarse a Dios, ni en pagar un precio, ni en obedecer a Dios, ni en la vida. Por esto, no dan testimonio. Así que, siempre que son perseguidas, hay muy pocas entre ellas que son capaces de permanecer firmes. Cuando sus vidas están en riesgo, todas traicionan a Dios. Tal vez algunos de vosotros refutaréis esto y diréis: “En la Era de la Gracia y en la Era de la Ley, ¿acaso no hubo muchos mártires?”. Eso no está mal. Esos mártires tenían la obra del Espíritu Santo, ellos también eran seguidores de Dios en esas eras, igual que nosotros lo somos hoy. Su creencia no era una creencia religiosa. Los que experimentaron la obra de Dios durante la Era de la Ley fueron personas que siguieron a Dios en la Era de la Ley. Los que experimentaron la obra de Dios durante la Era de la Gracia fueron personas que siguieron a Dios en la Era de la Gracia. En la Era del Reino, aquellos de nosotros que experimentamos la obra de Dios en los últimos días también somos seguidores de Dios. Sin embargo, mientras que Dios encarnado de los últimos días lleva a cabo Su obra personalmente, los creyentes que permanecen en la Era de la Gracia y aquellos que permanecen en la Era de la Ley, no aceptan la obra de Dios de los últimos días ni siguen a Cristo de los últimos días, por lo que su fe en Dios se ha convertido en creencia religiosa.

de ‘Más sobre el significado y la importancia de buscar la verdad’ en “Sermones y enseñanzas sobre la entrada en la vida (XI)”

Primero, debemos entender cómo los círculos religiosos son formados y cuál es la diferencia entre iglesia y religión. Es muy necesario aclarar estas cuestiones. Podemos ver de la Biblia que durante cada etapa de la obra de Dios, el pueblo escogido de Dios fue guiado y pastoreado por aquellos que Dios personalmente había establecido y designado. Por ejemplo, durante la Era de la Ley, Dios directamente usó a Moisés para guiar al pueblo de Israel y designó a Moisés para que organizara el sistema sacerdotal. Después de que la obra de Moisés se completó, no hubo más personas en la tierra que fueran directamente designadas por Dios para guiar a los israelitas. Los sacerdotes comenzaron a ser elegidos por el pueblo. Este es el antecedente de la creación de los círculos religiosos judaicos. Desde entonces, el sistema sacerdotal del judaísmo ha sido formado por elecciones de los círculos religiosos. Con mucha frecuencia los círculos religiosos se fueron corrompiendo gradualmente porque se eligieron los sacerdotes equivocados. Cuando el Señor Jesús encarnado apareció y llevó a cabo la obra durante la Era de la Gracia, los círculos religiosos habían caído al grado de resistirse y condenar a Cristo y se convirtieron en enemigos de Dios. Este es un hecho que todos en esa época presenciaron. Cuando el Señor Jesús vino a la tierra para realizar Su obra redentora, Él personalmente seleccionó a los doce apóstoles. El Espíritu Santo también comenzó a obrar en ese entonces y estaba con los discípulos del Señor Jesús. En ese tiempo, a la reunión de aquellos en la tierra que aceptaban la obra del Señor Jesús se le llamó una iglesia y fueron completamente pastoreados por las personas que Dios asignó, en otras palabras, personas usadas por el Espíritu Santo. En ese tiempo, se creó la verdadera iglesia y este es el origen de la iglesia. Más de treinta años después de la resurrección y ascensión al cielo del Señor Jesús, la mayoría de los doce apóstoles habían muerto por la fe y la iglesia en la tierra ya no era pastoreada por los apóstoles directamente asignados por el Señor Jesús. Así que se forman varios tipos de grupos religiosos. Este fue el antecedente de la creación de los círculos religiosos durante la Era de la Gracia. Después de eso, independientemente de si las personas tuvieran o no la obra del Espíritu Santo, podían organizar una iglesia siempre y cuando pudieran hablar sobre la Biblia. En tanto que fueran dotados, las personas estaban de acuerdo con ellos y los seguían. Ellos podían obrar y predicar como quisieran sin que nadie los restringiera, así que comenzaron a formarse varias denominaciones. ¿Qué es una iglesia y qué es religión? Se podría decir que los grupos que son guiados y pastoreados por las personas usadas por el Espíritu Santo son una iglesia, mientras que aquellos que son pastoreados y guiados por personas no usadas por el Espíritu Santo son una religión. Esta es la división más simple y verdadera. Las iglesias verdaderas tienen la obra del Espíritu Santo. En las religiones, muy rara vez aparece la obra del Espíritu Santo, e incluso si lo hiciera, es únicamente en las pocas personas que verdaderamente creen en Dios y buscan la verdad. Esta es la diferencia entre iglesia y religión. Para las iglesias es crucial si los pastores son o no trabajados y usados por el Espíritu Santo. Si el pastor es alguien que busca la verdad y camina por la senda correcta, entonces la obra del Espíritu Santo está presente. Si el pastor no es alguien que busca la verdad y camina en la senda de los fariseos, entonces la obra del Espíritu Santo no está presente. En tanto que las personas puedan distinguir entre los pastores reales y los falsos, podrán encontrar una iglesia verdadera.

de ‘¿Por qué el mundo religioso siempre se ha resistido a Dios mientras le sirve?’ en “Sermones y comunión de lo de arriba (Selecciones)”

Recomendación: Reflexiones Cristianas

Sodoma es reducida a cenizas por ofender la ira de Dios

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Sodoma es reducida a cenizas por ofender la ira de Dios

Cuando las personas de Sodoma vieron a estos dos siervos, no preguntaron la razón de su venida, ni nadie preguntó si habían venido a dar a conocer la voluntad de Dios. Al contrario, formaron una muchedumbre y, sin esperar una explicación, fueron a capturar a estos dos siervos como perros salvajes o lobos despiadados. ¿Vio Dios estas cosas cuando acontecieron? ¿Qué estaba pensando Dios en Su corazón en cuanto a este tipo de conducta humana, este tipo de cosa? Dios decidió destruir esta ciudad; no dudaría ni esperaría, ni seguiría siendo paciente. Su día había llegado, y, por tanto, se dispuso a hacer la obra que deseaba hacer. Así, Génesis 19:24-25 dice: “Luego Jehová mandó lluvia de azufre y fuego del cielo sobre Sodoma y sobre Gomorra y destruyó esas ciudades, toda la llanura, a todos sus habitantes y todo lo que crecía en estas tierras”.* Estos dos versículos dicen a las personas el método con el que Dios destruyó esta ciudad; también cuenta a las personas lo que Dios destruyó. Primero, la Biblia cuenta que Dios quemó la ciudad con fuego, y que la magnitud del mismo fue suficiente para destruir a todas las personas y aquello que crecía en la tierra. Es decir, el fuego que cayó del cielo no sólo destruyó la ciudad; también destruyó a todas las personas y cosas vivientes en su interior, sin dejar una sola huella detrás. Después de la destrucción de la ciudad, la tierra quedó vacía de cosas vivas. No había más vida, ni ninguna señal de ella. La ciudad se había convertido en un desierto, un lugar vacío lleno de un silencio mortal. Ya no habría más maldad contra Dios en este lugar; no habría más matanzas ni sangre derramada.

¿Por qué quería quemar Dios esta ciudad completamente? ¿Qué podéis ver aquí? ¿Soportaría Dios ver a la humanidad y la naturaleza, Sus propias creaciones, ser destruidas de esta forma? Si puedes discernir la ira de Jehová Dios del fuego enviado desde el cielo, entonces no es difícil ver el nivel de Su ira en el objetivo de Su destrucción así como en el grado en que esta ciudad fue destruida. Cuando Dios aborrece una ciudad, enviará Su castigo sobre ella. Cuando Dios está asqueado con una ciudad, emitirá repetidas advertencias informando a las personas sobre Su ira. Sin embargo, cuando Dios decide poner fin a una ciudad y destruirla —esto es, cuando Su ira y majestad han sido ofendidas— Él no dará más castigos ni advertencias. En su lugar, la destruirá directamente. La hará desaparecer por completo. Este es el carácter justo de Dios.

Extracto de ‘Dios mismo, el único II’ en “La Palabra manifestada en carne”


miércoles, 28 de octubre de 2020

Canciones cristianas | El sentido de la oración

 Canciones cristianas | El sentido de la oración

I
Orar es una forma en la que el hombre coopera con Dios,
invocar a Su Espíritu y ser tocado por Dios.
Mientras más ores, más serás tocado, iluminado y tenaz.
Personas así pronto se perfeccionarán.
Mientras más ores, más serás tocado, iluminado y tenaz.
Personas así pronto se perfeccionarán.
II
Así que los que no rezan son muertos sin alma.
No pueden ser tocados por Dios, ni seguir Su obra.
Los que nunca rezan pierden la vida espiritual normal,
han roto lazos con Dios; Él no los aprobará.
Los que nunca rezan pierden la vida espiritual normal,
han roto lazos con Dios; Él no los aprobará.
III
Mientras más ores, más serás tocado, iluminado y tenaz.
Personas así pronto se perfeccionarán.
Mientras más ores, más serás tocado, iluminado y tenaz.
Personas así pronto se perfeccionarán.
Personas así pronto se perfeccionarán.
Personas así pronto se perfeccionarán.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

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Qué es orar : Siempre están en paz delante de Dios para orar a Él


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Qué es orar : Siempre están en paz delante de Dios para orar a Él

Todos sabemos que la oración es una forma importante de lograr la obra del Espíritu Santo. Pero en la vida real, debido a problemas de niños, tareas domésticas, cargas pesadas y trabajo, nos ignoramos la oración a menudo y, a veces, incluso hacer la oración es un proceso involuntario, lo que hace que nuestra relación con Dios sea cada vez más lejos.

La Palabra de Dios dice: “Primero se empieza con el asunto de la oración. Se es firme, y se ora a una hora fija. Independientemente de lo apurado que se esté de tiempo, de lo ocupado o de lo que sobrevenga, se ora cada día como algo normal, se come y se bebe las palabras de Dios como de costumbre. Mientras se coma y se beba las palabras de Dios, no importa cuáles sean los entornos, el espíritu está especialmente complacido; tampoco incomodan las personas, los acontecimientos ni las cosas de alrededor. Cuando se contempla normalmente a Dios en el corazón, lo que ocurre fuera no puede molestar. Esto es lo que significa tener estatura”.

“Cuando seas capaz de entregarle tu corazón a Dios, podrás percibir cada movimiento sutil en tu espíritu, y conocerás todo el esclarecimiento y la iluminación recibidos de Dios. Aférrate a esto, y entrarás poco a poco en la senda donde el Espíritu Santo te perfeccione. Cuanto más tranquilo esté tu corazón delante de Dios, más sensible y delicado será tu espíritu, y más capaz será de observar el movimiento del Espíritu Santo; entonces, tu relación con Dios se volverá más y más adecuada”.

La Palabra de Dios nos muestra claramente el camino de practicar, sin importar dónde estemos y en qué ambiente, por ejemplo, en reuniones, prácticas espirituales, un automóvil y trabajo, o andando, siempre y cuando oremos en silencio ante Dios, o extrañemos el amor de Dios, inconscientemente podemos acercarnos a Él.

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martes, 27 de octubre de 2020

¿Sabes? En los últimos días, hay otra manera además del descenso sobre nubes del Señor


Ahora, hay más y más desastres como el terremoto, la hambruna y la plaga en todo el mundo, las profecías de la venida del Señor se han cumplido básicamente, y muchas personas presienten que Él podría haber regresado. Pero, ¿por qué todavía no hemos visto al Señor venir en una nube para aparecerse a nosotros? De hecho, en la Biblia no solo hay profecías de que el Señor se nos aparecerá cabalgando sobre una nube, sino también otras profecías sobre Su aparición, es decir, Él se encarnará en el Hijo del hombre y descenderá de manera secreta, tal como: “He aquí, vengo como ladrón […]” (Apocalipsis 16:15). “Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis” (Lucas 12:40). “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25). En estas profecías se menciona “vengo como ladrón” y “la hora que no esperéis”, estas palabras significan que el Señor vendrá en silencio, en secreto. La expresión “Hijo del hombre” se refiere a Aquel que nace de un ser humano, es de carne y hueso y posee una humanidad normal. Al igual que el Señor Jesús, quien se le llamaba el Hijo del hombre, Cristo. Por lo tanto, la profecía “el Hijo del Hombre vendrá” significa que en los últimos días el Señor se hará carne y volverá a la hora que nadie sabe.

La Palabra de Dios dice: “Esta vez, Dios viene a hacer la obra, no en un cuerpo espiritual, sino en uno muy corriente. Además, no sólo es el cuerpo de la segunda encarnación de Dios, sino también el cuerpo a través del cual Él regresa a la carne. Es una carne muy corriente. No puedes ver nada que lo haga resaltar entre los demás, pero puedes recibir de Él las verdades que nunca antes se han oído. Esta carne insignificante es la personificación de todas las palabras de la verdad de Dios, la que emprende Su obra en los últimos días y la que expresa todo el carácter de Dios para que el hombre lo entienda”. De las palabras de Dios, podemos ver que el Señor se nos aparecerá en los últimos días como el Hijo del hombre encarnado. ¿Estás confundido sobre cómo buscar los pasos de Dios y recibir a Él?

La Biblia predice que hay dos maneras de las que el Señor regresa, una es descender sobre una nube y la otra es venir como ladrón en la noche, es decir, vendrá en secreto. ¿Cómo se pueden cumplir estas dos maneras? ¿De qué manera debemos recibir al Señor? Haga clic en el siguiente botón para unirse a nosotros y conocer más sobre el misterio de la venida del Señor.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com

El Salvador ya ha regresado sobre una “nube blanca”


Durante varios milenios, el hombre ha anhelado poder ser testigo de la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador montado en una nube blanca mientras desciende, en persona, entre aquellos que lo han añorado y anhelado durante miles de años. El hombre ha deseado también que el Salvador regrese y se reúna con ellos; es decir, deseó que Jesús el Salvador, que ha estado separado de la gente miles de años, regrese y lleve a cabo una vez más la obra de redención que Él hizo entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, que perdone sus pecados y cargue con ellos e incluso que cargue con todas las transgresiones del hombre y lo libre del pecado. Lo que el hombre anhela es que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, amable y venerable, que nunca esté airado con el hombre ni le haga reproches, sino que perdone y soporte todos los pecados del hombre y que incluso, como antes, muera en la cruz una vez más por el hombre. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, además de todos los santos que fueron salvos en Su nombre, lo han estado añorando y esperando desesperadamente. Todos aquellos que fueron salvos por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día exultante en el momento final, cuando Jesús el Salvador descienda sobre una nube blanca para aparecerse entre todos los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. Todos en el universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han estado anhelando desesperadamente que Jesucristo llegue repentinamente para cumplir lo que dijo cuando estuvo en la tierra: “Llegaré tal como partí”. El hombre cree que, después de la crucifixión y la resurrección, Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca para tomar Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, Jesús descenderá de nuevo sobre una nube blanca (esta nube se refiere a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando regresó al cielo) entre aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y Él tendrá la imagen y vestirá como los judíos. Después de aparecer al hombre, Él le concederá comida y hará que el agua viva brote para él y vivirá en medio de él, lleno de gracia y lleno de amor, vívido y real. Todas esas nociones son lo que cree el pueblo. Sin embargo, Jesús el Salvador no hizo esto; Él hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó entre los que habían anhelado Su regreso ni se les apareció a todos los pueblos mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce y permanece ignorante de Él. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin darse cuenta de que Él ya ha descendido sobre una “nube blanca” (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es) y está ahora entre un grupo de vencedores que Él formará durante los últimos días. El hombre no sabe esto: a pesar de todo el afecto y amor que el santo Salvador Jesús tiene hacia el hombre, ¿cómo puede obrar en estos “templos” habitados por la inmundicia y los espíritus inmundos? Aunque el hombre ha estado esperando Su llegada, ¿cómo podría Él aparecer a aquellos que comen la carne de los injustos, que beben la sangre de los injustos y visten las ropas de los injustos, que creen en Él, pero que no lo conocen y que constantemente lo chantajean? El hombre sólo sabe que Jesús el Salvador está lleno de amor y rebosante de compasión y que Él es la ofrenda por el pecado, llena de redención. Sin embargo, el hombre no tiene idea de que Él es Dios mismo, que rebosa de justicia, majestad, ira y juicio, que posee autoridad y está lleno de dignidad. Por tanto, aunque el hombre ansiosamente anhela y ansía el regreso del Redentor, y hasta al cielo conmueven sus oraciones, Jesús el Salvador no se aparece a quienes creen en Él pero no lo conocen.

“Jehová” es el nombre que adopté durante Mi obra en Israel y significa el Dios de los israelitas (el pueblo escogido de Dios) que puede tener compasión del hombre, maldecirlo y guiar su vida; el Dios que posee gran poder y está lleno de sabiduría. “Jesús” es Emanuel, que significa la ofrenda por el pecado que está llena de amor, de compasión y que redime al hombre. Él hizo la obra de la Era de la Gracia y representa la Era de la Gracia, y sólo puede representar una parte de la obra del plan de gestión. Es decir, sólo Jehová es el Dios del pueblo escogido de Israel, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios de Moisés y el Dios de todo el pueblo de Israel. Y así, en la era presente, todos los israelitas excepto el pueblo judío, adoran a Jehová. Le hacen sacrificios en el altar y le sirven en el templo usando las túnicas de los sacerdotes. Lo que esperan es la reaparición de Jehová. Sólo Jesús es el Redentor de la humanidad, y Él es la ofrenda por el pecado que redimió a la humanidad del pecado. Es decir, el nombre de Jesús vino de la Era de la Gracia y llegó a existir debido a la obra de redención en la Era de la Gracia. El nombre de Jesús llegó a existir para permitir que las personas de la Era de la Gracia nacieran de nuevo y fueran salvadas, y es un nombre particular para la redención de toda la humanidad. Así, el nombre de Jesús representa la obra de la redención y denota la Era de la Gracia. El nombre de Jehová es un nombre particular para el pueblo de Israel que vivía bajo la ley. En cada era y etapa de la obra, Mi nombre no carece de fundamento, sino que tiene un significado representativo: cada nombre representa una era. “Jehová” representa la Era de la Ley y es el título honorífico para el Dios adorado por el pueblo de Israel. “Jesús” representa la Era de la Gracia y es el nombre del Dios de todos aquellos que fueron redimidos durante la Era de la Gracia. Si el hombre sigue anhelando la llegada de Jesús el Salvador durante los últimos días, y sigue esperando que llegue con la imagen que llevó en Judea, entonces todo el plan de gestión de seis mil años se hubiera detenido en la Era de la Redención y no podría haber progresado más. Los últimos días, además, nunca llegarían y la era nunca acabaría. Esto se debe a que Jesús el Salvador es sólo para la redención y salvación de la humanidad. Yo adopté el nombre de Jesús solo por el bien de todos los pecadores en la Era de la Gracia, pero no es el nombre por el cual llevaré a su fin a toda la humanidad. Aunque Jehová, Jesús y el Mesías representan todos a Mi Espíritu, estos nombres sólo denotan las diferentes eras de Mi plan de gestión y no me representan en Mi totalidad. Los nombres por los cuales me llaman las personas en la tierra no pueden expresar todo Mi carácter y todo lo que Yo soy. Son simplemente nombres diferentes por los que soy llamado durante las diferentes eras. Así pues, cuando la era final —la era de los últimos días— llegue, Mi nombre cambiará de nuevo. No se me llamará Jehová o Jesús, mucho menos el Mesías; se me llamará el potente Dios Todopoderoso mismo y bajo este nombre pondré fin a toda la era. Una vez se me conoció como Jehová. También se me llamó el Mesías, y las personas me llamaron una vez Jesús el Salvador con amor y respeto. Hoy, sin embargo, ya no soy el Jehová o el Jesús que las personas conocieron en tiempos pasados; Yo soy el Dios que ha regresado en los últimos días, el que pondrá fin a la era. Soy el Dios mismo que surge de los confines de la tierra, repleto de todo Mi carácter y lleno de autoridad, honor y gloria. Las personas nunca se han relacionado conmigo, nunca me han conocido y siempre han sido ignorantes de Mi carácter. Desde la creación del mundo hasta hoy, ni una sola persona me ha visto. Este es el Dios que aparece al hombre en los últimos días, pero que está oculto en medio de los hombres. Él mora entre los hombres, verdadero y real, como el sol ardiente y la llama abrasadora, lleno de poder y rebosante de autoridad. No hay una sola persona o cosa que no será juzgada por Mis palabras y ni una sola persona o cosa que no será purificada por el fuego ardiente. Finalmente, todas las naciones serán bendecidas debido a Mis palabras y también serán hechas pedazos debido a ellas. De esta forma, todas las personas durante los últimos días verán que Yo soy el Salvador que ha regresado, y que Yo soy el Dios Todopoderoso que conquista a toda la humanidad. Y todos verán que una vez fui la ofrenda por el pecado para el hombre, pero que en los últimos días también me convierto en las llamas del sol que incineran todas las cosas, así como el Sol de justicia que revela todas las cosas. Esta es Mi obra en los últimos días. Tomé este nombre y soy poseedor de este carácter para que todas las personas puedan ver que Yo soy un Dios justo, el sol ardiente, la llama abrasadora, y que todos puedan adorarme, al único Dios verdadero, y para que puedan ver Mi verdadero rostro: no soy sólo el Dios de los israelitas ni soy sólo el Redentor, soy el Dios de todas las criaturas en todos los cielos, la tierra y los mares.

Si el Salvador llegara durante los últimos días y se le siguiera llamando Jesús y naciera de nuevo en Judea e hiciera Su obra allí, entonces esto demostraría que Yo sólo creé y redimí al pueblo de Israel y que no tengo nada que ver con los gentiles. ¿No contradiría esto Mis palabras de que “Yo soy el Señor que creó los cielos y la tierra y todas las cosas”? Dejé Judea y hago Mi obra entre los gentiles porque no soy solamente el Dios del pueblo de Israel, sino el Dios de todas las criaturas. Aparezco entre los gentiles durante los últimos días porque Yo no sólo soy Jehová, el Dios del pueblo de Israel, sino, además, porque Yo soy el Creador de todos Mis escogidos entre los gentiles. No sólo creé a Israel, Egipto y Líbano, sino a todas las naciones gentiles más allá de Israel. Debido a esto, Yo soy el Señor de todas las criaturas. Simplemente usé Israel como el punto de partida para Mi obra, empleé Judea y Galilea como las fortalezas de Mi obra de redención y ahora usé las naciones gentiles como la base desde la que pondré fin a toda la era. Hice dos etapas de la obra en Israel (estas dos etapas de la obra son la Era de la Ley y la Era de la Gracia) y he estado llevando a cabo dos etapas más de la obra (la Era de la Gracia y la Era del Reino) a través de las naciones más allá de Israel. Entre las naciones gentiles haré la obra de conquista y concluiré así la era. Si el hombre siempre me llama Jesucristo, pero no sabe que he comenzado una nueva era durante los últimos días y que me he embarcado en una nueva obra, y si el hombre continúa obsesivamente a la espera de la llegada de Jesús el Salvador, entonces llamaré a las personas como estas las que no creen en Mí; son personas que no me conocen y su creencia en Mí es falsa. ¿Podrían tales personas ser testigos de la llegada de Jesús el Salvador desde el cielo? Lo que esperan no es Mi llegada sino la llegada del Rey de los judíos. No anhelan que Yo aniquile este viejo mundo impuro, sino que anhelan la segunda venida de Jesús con la cual serán redimidos. Esperan que Jesús redima una vez más a toda la humanidad de esta tierra inmunda e injusta. ¿Cómo pueden tales personas convertirse en quienes completen Mi obra en los últimos días? Los deseos del hombre son incapaces de cumplir Mis deseos o de completar Mi obra, porque el hombre simplemente admira o aprecia el recuerdo la obra que he hecho antes y no tiene idea de que Yo soy el Dios mismo que siempre es nuevo y nunca viejo. El hombre sólo sabe que Yo soy Jehová y Jesús, y no tiene ni idea de que Yo soy el Último, Aquél que pondrá fin a la humanidad. Todo lo que el hombre anhela y conoce proviene de sus propias nociones y es simplemente lo que puede ver con sus propios ojos. No está en consonancia con la obra que Yo hago sino en discordancia con ella. Si Mi obra se condujera de acuerdo con las ideas del hombre, entonces, ¿cuándo terminaría? ¿Cuándo entraría la humanidad en el reposo? ¿Y cómo podría Yo entrar en el séptimo día, en el Sabbat? Yo obro según Mi plan y Mi propósito, no según las intenciones del hombre.

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